Bogotá – Colombia. El Senador Camilo Sánchez perdió con una «tímida vuelta al ruedo» su debate en el canal Capital en contra de la fiesta de los toros.
La periodista española Salud Hernández conductora del programa de televisión Versión Libre puso sobre el tapete el tema del proyecto de ley que cursa en el Congreso de la República de Colombia con el fin de acabar las corridas de toros en nuestro país para lo cual invitó al Senador Liberal Camilo Sánchez y al periodista taurino Julián Parra, para que sostuvieran un armonioso debate en torno al tema del proyecto.
Fueron treinta minutos en los que los televidentes pudimos ver una defensa pobre y basada en supuestos por parte del señor Sánchez. Argumentos gaseosos y populistas buscaron dar razón a un proyecto engañoso en el cual entre líneas se busca acabar con las corridas de toros en nuestro país, según el Senador se quiere proteger en general a todos los animales pero en el fondo al que se quiere acabar es al rey de la fiesta, el toro, aspecto que le fue explicado en detalle por parte del comunicador Julián Parra, «si no hay corridas de toros se extingue el toro de lidia».
En determinado momento del programa la conductora Salud Hernández esgrimió uno de sus apuntes cortos, certeros y verdaderos, «la verdad no se que preguntarle, porque no veo argumentos, dígame usted algo o algún argumento para defender su proyecto». A esta altura del debate, tal vez sin quererlo conductora e invitado taurino habían logrado de forma cordial, estructurada y con muchos argumentos desarmar las negras intenciones del Senador Colombiano.
Julián Parra demostró con argumentos, rectitud y respeto que los taurinos vivimos, amamos y nos apasionamos por un arte que hace parte de nuestra historia, nuestra idiosincrasia y nuestra identidad cultural. Parra «desarmó» los «argumentos» que trató de plantear «el padre de la patria». Hoy sin proponérnoslo el propio Senador Sánchez nos mostró que el proyecto que lidera es de carácter populista, al igual que los del Concejal de la ciudad de Medellín, quien se ajusta a una doble moral, primero ataca los toros ante los ojos de su comunidad electoral, mientras que en privado recoge los dividendos de su pensión por invalides, la cual proviene de los honorarios devengados por los toreros.
Hoy ganamos los taurinos y no los antitaurinos, «que no ecologistas», para utilizar las palabras de nuestro colega Julián Parra.