Bogotá – Colombia. El próximo siete de marzo se pone el cerrojo definitivo a la temporada 2008 – 2009 en ruedos colombianos con la realización de una corrida «Concurso de Ganaderias» en la plaza de toros de La Macarena.
El festejo con el cual se sierra la temporada, también servirá para conmemorar los 64 años de existencia del coso de la capital antioqueña. En la corrida se lidiarán astados de las ganaderías de Mondoñedo, Vistahermosa, La Carolina, Santa bárbara, Las Ventas del Espírutu Santo y Agualuna, por parte de los matadores Pepe Manrique, José Gómez – Paco Perlaza.
Cormacarena, empresa rejente del centro de espectáculos de la capital antioqueña con el fin de realizar una verdadera corrida de concurso ha dado a conocer los parámetros y pormenores de la que viviremos el siete de marzo.
En primer término la participación de los ganaderos a esta corrida concurso, conlleva su aceptación a las estipulaciones contempladas por la empresa para la realización del festejo, la primera de ellas, es que de acuerdo con el Reglamento Nacional Taurino, Ley 916, los astados deberán tener de 4 a 6 años, con un peso mínimo de 440 kilos.
Para esta corrida, por ser concurso de ganadería no se realizará sorteo, sino que se lidiarán los astados respetando la antigüedad de cada dehesa y cada matador, así: Pepe Manrique, 1º Mondoñedo y 4º Santa Bárbara. José Gómez – Dinastía, 2º Vistahermosa y 5º Las Ventas del Espíritu Santo. Paco Perlaza 3º La Carolina y 6º Agualuna.
Se establece en la normativa del festejo que en caso de inutilizarse alguno de los toros reseñados antes del inicio del espectáculo, se procurará su sustitución por otro de la misma ganadería. De no ser posible, el sustituto ocupará el lugar y el orden de lidia del desechado. De otra parte, en caso de ser devuelto un toro luego de haber salido al ruedo por cualquier causal, el que lo sustituya no entrará en concurso.
En cuanto a la lidia y considerando la importancia que reviste la suerte de varas en una corrida concurso de ganaderías, este tercio se cumplirá estrictamente en la zona diametralmente opuesta a chiqueros, lugar que será demarcado con dos líneas radiales desde la circunferencia más próxima a las tablas hasta la barrera, sitio dentro del cual el picador situará al caballo junto a las tablas, de las que sólo saldrá para aproximarse a la raya de la circunferencia más próxima a la barrera, sin rebasarla, situándose frente al toro cuando ya esté colocado en suerte.
El toro será puesto en suerte para tomar las varas sucesivas de menor a mayor distancia, partiendo de la circunferencia más pequeña trazada reglamentariamente en el ruedo a tres metros de la anterior. El toro deberá acudir al caballo y tomar la vara al menos en dos oportunidades, aunque solo reciba un puyazo. Si por su bravura, acudiere más veces al caballo, a partir del tercer encuentro se podrá señalar el puyazo con el regatón, para no aplicarle un castigo excesivo que pudiera mermar sus fuerzas para el resto de la lidia. Igualmente, se establece que no será válido el puyazo a toro corrido o al relance.
La reglamentación contempla que las reses con trapío y excelente comportamiento en todas las fases de la lidia sin excepción sea merecedora, el presidente podrá concederlo cuando se cumpla con una solicitud mayoritaria por parte del público y el beneplácito del ganadero, de acuerdo a lo contemplado en el artículo 72 de la Ley 916, sin que esta concesión afecte para nada la calificación de los jurados, que para este caso serán cinco aficionados independientes designados por Cormacarena.
Dichos jurados conocerán su designación por parte de la empresa después de las 12:00 del medio día y antes de las 2:00 de la tarde del día de la corrida, momento en el que se les entregarán las seis planillas de calificación por cada astado. Las personas designadas tendrán ubicaciones diferentes en los tendidos de la plaza y se buscará preferiblemente que ninguno conozca la designación de los demás jurados. Los medios de comunicación y por ende la afición conocerá el nombre de los jurados al finalizar la tarde, en el momento del escrutinio de las planillas de calificación diseñadas para la corrida.
Como quiera que la corrida tiene el carácter de concurso de ganaderías, no se considerarán los trofeos obtenidos por los diestros durante cada una de las lidias.
La evaluación de los astados se establecerá con base en todas las fases de la lidia, calificando de uno a cinco cuatro aspectos y tercios, así:
Presentación: tendrá un puntaje mínimo de 4 y máximo de 20, analizando edad, trapío, salida al ruedo y remate en los burladeros.
La vara: tendrá un puntaje mínimo de 12 y máximo de 60, analizando el lugar desde donde se arranque la res (desde la línea o más lejos), la prontitud en la arrancada, la alegría en la acometida (galope), si la cabeza va abajo y sin defenderse, si recargó y la forma en qué salió del caballo. Esta evaluación se hará únicamente a las primeras veces que el astado acuda a la cabalgadura.
Banderillas: tendrá un puntaje mínimo de 4 y máximo de 20, analizando en este tercio la prontitud como acudió la res a los cites, si se dolió o no al castigo, si persiguió a los banderilleros y si recibió los tres pares ordenados por la Ley.
Muleta: tendrá un puntaje mínimo de 10 y máximo de 50, para lo cual se analizará los siguientes aspectos: fijeza, prontitud, tranco (arrancada galopando), transmisión (acometió con codicia y alegría), calidad de la embestida (cabeza abajo, humillada), recorrido (se reboza hasta el fin del muletazo), repetición de las embestidas, pelea en los medios, duración de la lidia y si la res fue a más (tuvo buenos finales). En consecuencia, cada toro tendrá una puntuación mínima de 30 y máxima de 150 por jurado.
Al finalizar el festejo cada jurado entregará las planillas totalizadas a la empresa en las oficinas de la plaza de toros. Una vez recibidas las 30 planillas, seis por cada toro, se procederá a su escrutinio en presencia de los 6 ganaderos participantes o sus delegados (uno por ganadería). La calificación mínima total para cada toro sumando los cinco jurados será 150 puntos y la máxima 750 puntos. Necesariamente habrá un triunfador, pero en caso de empate el premio se distribuirá entre los respectivos ganaderos. El premio a la ganadería triunfadora será de veinte millones de pesos.