Medellín – Colombia. Con corrida agradable e interesante se cerró la temporada taurina de la «Capital de la Montaña», al tiempo que el ciclo 2008 – 2009 de las ferias colombianas. El concurso de ganaderías fue ganado por la segunda dehesa más antigua de Colombia con un ejemplar cinqueño y digno exponente de la sangre Santacoloma.
Con una muy interesante corrida concurso de ganaderías y una entrada que no llegó al medio aforo en el nuevo Centro de Espectáculos La Macarena, la ciudad de Medellín dijo adiós a su temporada taurina.
Se lidiaron de a un astado de las dehesas de Mondoñedo, Vistahermosa, La Carolina, Santabárbara, Las Ventas del Espíritu Santo y Agualuna, como representantes de varias líneas de la cabaña de bravo. En principio hay que decir que los cuatro primeros astados lidiados tuvieron buena presentación y desempeños variados, los dos últimos de presencia anovillada, aunque ambos de buen juego.
La corrida fue lidiada por una terna compuesta por el bogotano Pepe Manrique, el antioqueño José Gómez – Dinastía y el vallecaucano Paco Perlaza, cada uno en su estilo, alguno con más suerte en el sorteo y menos disposición en las lidias y los otros dos con actuaciones muy importantes ante sus oponentes.
El primer astado de la tarde correspondió a la ganadería de Mondoñedo, dehesa madre de la cabaña nacional, que correspondió a Pepe Manrique quien con la capa lucio por verónicas, mientras que con la muleta las cosas funcionaron con tandas de hasta dos muletazos, porque con el tercero ya no pasaba. Los aceros también estuvieron complicados y todo se quedó en silencio para el capitalino.
Con el cuarto, un toro de Santabárbara, Manrique anduvo bien, sobre todo con la muleta, donde lidio un oponente que se quedó crudo en varas, pese a lo cual ejecutó una faena de buenos muletazos con velocidad, esto por el motor del toro. El bogotano mató de estocada y descabello, saludo desde el tercio.
El segundo espada fue el antioqueño José Gómez – Dinastía, quien se llevó a mi modesto modo de ver el mejor lote de la tarde. Con el segundo del festejo, que fue el toro triunfador del concurso, el antioqueño no pudo «o» quizás no quiso, finalmente no sabremos. El toro enviado por don Antonio García tuvo calidad, acudió con presteza al caballo, persiguió metiendo la cabeza y finalmente desbordo al torero, que decidió buscar el acero para acabar con la vida del triunfador. El público entendió perfectamente al astado, al igual que los diferentes jurados del concurso. Las palmas acompañaron a Naranjito al destazadero.
En el quinto de la tarde, Dinastía lidió a un buen ejemplar de Las ventas y digo ejemplar porque, aunque fue bueno y tuvo calidad, su apariencia era de novillo y no de toro, pese a su peso, lo que brindó «tamaño» y poca fuerza en los andares. El antioqueño ejecutó una faena en la que encontró el sitio adecuado y aprovecho las condiciones de bondad del astado. Mató con disposición y cortó una oreja.
El tercer espada de la tarde fue el torero de Cali, Paco Perlaza que lidio un toro complicado y en líneas de mansedumbre, al que le ejecutó una faena de mucho valor por su disposición y entrega, «saco agua de un pozo seco» y eso lo agradeció el público que se mostró entendido en lo visto, cosa distinta a lo que pasó con el presidente, que ni siquiera brindó la música al colombiano. Voluntad y técnica es el resumen de Perlaza. Muy buena estocada, una vuelta al ruedo del torero y pitos al de La Carolina.
Con el sexto de la tarde, último de la temporada colombiana, Perlaza nuevamente nos regaló su técnica y honradez de torero, la mano derecha y la mano izquierda hicieron parte de su repertorio y un pinchazo seguido de una gran estocada acabaron con la vida del el toro más chico del concurso.
Al final del festejo, en el patio de caballos y en presencia de los aficionados se leyeron los datos de los jurados, que a la postre ratificaron lo que el público vio en la arena, triunfador del concurso «Naranjito», de la ganadería de Vistahermosa, marcado con el número 158, nacido en marzo de 2004, es decir con cinco años, único de esta edad en la tarde y con 450 kilos de peso.