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Cali – Colombia. Nada más aburrido que una corrida
«aburrida», dicen los que saben y eso sí que es verdad, cuando no hay materia
prima las cosas no marchan, las graderías se hacen más duras y las cosas
tienden a empeorar.

Redacción: Javier Baquero – Jaba

Cali – Colombia. Nada más aburrido que una corrida
«aburrida», dicen los que saben y eso sí que es verdad, cuando no hay materia
prima las cosas no marchan, las graderías se hacen más duras y las cosas
tienden a empeorar.

 

Hoy con en el quinto festejo se corrieron astados de Ambaló
S.A. desiguales de presentación y parejos en las complicaciones. De seis que
salieron al ruedo cuatro fueron pitados en el arrastre. Los dos restantes no
fueron buenos pero Fandiño, a quien le correspondieron, logró tapar algo de su
contenido.

 

La terna conformada por los espadas nacionales Pepe Manrique
y Ramsés, junto al español Iván Fandiño.

 

El balance tiene tintes de agridulces, rallando más en lo
agrio que en lo dulce. El cabeza de cartel Pepe Manrique «choco» con dos
astados complicados. El primero probon, parado y muy rajadito. El cuarto
suelto, distraído, mansote y con mucho sentido, tanto que le propino una fuerte
golpiza que le hizo pasar a la enfermería y luego a la clínica Farallones donde
 a esta hora recibe atención
especializada, se le realizan placas radiográficas para analizar los fuertes
golpes recibidos en las costillas y sus posibles consecuencias.

 

Manrique estuvo en lidiador o podríamos decir que en
«Gladiador», llevándose la peor parte con el percance. Honestidad fue el
libreto del bogotano.

 

Ramsés, el otro torero nacional, tampoco contó con suerte,
pues ninguno de sus dos oponentes permitió en más mínimo lucimiento. El joven
espada igualmente puso la carne en el asador y trato de sortear las
dificultades de sus dos regalitos.

 

Es claro que, si no hay materia prima es imposible, por lo
menos  sobreaguar sería un triunfo cuando
los oponentes te quieren hundir.

 

Iván Fandiño, diestro español, sacó el mejor partido de lo
que el sorteo le regaló. Estuvo valiente, buscando el modo y el lado para poder
construir una faena. El forcejeo con sus oponentes nos dejo una buena impresión
sobre el oficio y sitio que tienen el hispano. Verdad en sus muletazos
permitieron un lucimiento que no alcanzó para que el público que en un número
muy pobre asistió a la tarde de toros. La peor entrada de lo corrido de la
Feria. Fandiño cortó una oreja en el tercero de la corrida, como premio al
esfuerzo y no al arte, eso es claro.

 

Hubo repetidas broncas en contra la empresa y con la salida
de cada toro la cosa se fue incrementando.

 

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