Bogotá – Colombia. Hoy nosotros fuimos víctimas de las alas que las
autoridades locales han dado a los movimientos antitaurinos. Primero en
la plaza y luego en contra de nuestra web.
Redacción: Javier Baquero – Jaba

Bogotá – Colombia. Hoy nosotros fuimos víctimas de las alas que las autoridades locales han dado a los movimientos antitaurinos. Primero en la plaza y luego en contra de nuestra web.

Como lo presentíamos y lo dijimos ayer, las cosas se podrían poner complicadas a nivel de seguridad. Hoy los señores antitaurinos anduvieron como pedro por su casa. Esperaron en la propia puerta de la plaza a los aficionados y profesionales de la fiesta que asistimos al sorteo, recibimos improperios basados en los argumentos esgrimidos por el señor alcalde de la ciudad.

Luego los señores protagonizaron una manifestación frente a la plaza, mientras que sus integrantes más entendidos atentaron contra los portales taurinos somostaurinos.com y voyalostoros.com, violentando de forma delictiva nuestras páginas, es decir se están cometiendo delitos incitados o alentados por la posición sesgada de las autoridades capitalinas.

Tanto www.voyalostoros.com como www.somostaurinos pondremos en conocimiento de las autoridades de policía el delito que han cometido los desadaptados que no tienen el suficiente criterio y altura para defender sus puntos de vista. Los taurinos somos respetuosos de los demás, de sus ideas y sus creencias, por lo tanto pedimos y exigimos que recibamos el mismo trato y sobretodo que las autoridades gubernamentales no inciten a estos grupos para que arremetan contra las minorías, hoy somos los taurinos los perseguidos, mañana podrían ser los miembros de cualquier otro grupo minoritario que no le agrade a la administración que nos espera.

NOVILLADA DE BOGOTA. Bien la Terna, los Novillos no Ayudaron

Redacción: Javier Baquero – Jaba

Bogotá – Colombia. Se dio inicio a la temporada taurina de la capital colombiana con un festejo menor, en el que los actuantes estando bien no pudieron alcanzar el triunfo por culpa de las condiciones de los astados.

Se corrieron astados debutantes con caballos de la ganadería de Cenicientos, de propiedad de los hijos de Don Jerónimo Pimentel. Bonitos de lámina, variados en sus pintas, al igual que en su comportamiento, se salvó el lidiado en tercer lugar al que se le cortó una oreja y se le premio con la vuelta al ruedo, lástima que a cuatro de los novillos nos los pudimos ver en su magnitud por cuanto se malograron de sus extremidades.

La terna la conformaron tres novilleros que dieron la cara y mostraron un buen futuro en sus ejecutorias. Juan Viriato,  Luis Miguel Castrillón y Sebastián Caqueza, conformaron el cartel que dio todo en el ruedo.
Juan Viriato, que viene de realizar una temporada interesante en España de la mano de Don Gonzalo Rincón y quien se ganó a pulso su inclusión en Bogotá, no contó con suerte en ninguno de los astados que tocaron en suerte. Sin embargo, nos dejó un muy buen sabor, tanto con la capa como con la muleta el torero cucuteño demostró ganas y mucha voluntad sumada a honestidad y el oficio suficiente para sortear las dificultades planteadas por los cenicientos.

Luis Miguel Castrillón, novillero antioqueño de buen año taurino en España, saludo con verónicas de buena factura a su primero pero lamentablemente se malogro de su «mano» izquierda» y el palco tomo la decisión de ordenar el cambio del astado. Con el segundo bis Castrillón por momentos no se acopló pero hizo su mejor esfuerzo. Con el quinto hubo voluntad y buenos momentos, pero poca suerte.

Sebastián Caqueza, el novillero menos placeado dio todo de sí. Con el capote quizás no se terminó de acoplar, con la muleta nos permitió disfrutar de buenas tandas, en algunas se dejó trompicar los engaños pero se le abona su voluntad, valor y honestidad. Lidió al único que sirvió y la presidencia le entregó una oreja quizás larga, pero hay que analizar lo poco que torea y lo que nos pudo mostrar. La suerte no lo acompaño pues tenía que lidiar el que cerraba y salieron dos y los dos se malograron de sus manos y tuvieron que pasar a los corrales vivos.