Redacción: Javier Baquero – Jaba
Bogotá – Colombia. El rejoneador Willy Rodríguez cosecho otro triunfo en
plazas del departamento de Santander. Una oreja, que bien hubiesen
podido ser dos, fue el trofeo a una «batalla» más frente a condiciones
reprochables de una plaza de toros. Willy quien completo con esta actuación en la localidad se Suaita un total de doce festejos en el último trimestre, llegó muy preparado tanto física, como profesionalmente, se encontró con dos astados de la ganadería de Achury Viejo, los dos con toreabilidad, aunque el segundo con un poco menos de raza y prontitud, sin embargo, el gran enemigo de los deseos del rejoneador fue el mal estado del piso, albero que aparentemente estaba en buenas condiciones pero que una vez iniciado el festejo se hizo visible que bajo la arena que había recibido mucha agua en los últimos días había una capa bastante grande de greda que empezó a salir menoscabando las condiciones e integridad de los caballos.
Pese a lo planteado Willy Rodríguez sumo una oreja más a su muy buena temporada de los últimos tres meses. Fueron en total doce actuaciones de las cuales 8 tuvieron como balance la puerta grande para el caballero en plaza.
La actuación en Suaita tenía el inconveniente de realizarse la corrida en el marco de unas ferias y fiestas que estaban sufriendo una variación en las fechas tradicionales, sin embargo, la plaza no solo se vio llena por primera vez en su historia, sino que el respaldo al torero que aunque nacido en Cúcuta fue criado muy cerca a esta localidad, en la población de Chitaraque, desde donde sus coterráneos se desplazaron al coso santandereano para colmar los graderíos.
Las dos comparecencias contaron con buenas maneras sobre los montados, vistosidad en las ejecutorias y dominio de los caballos que sobrepasaron las dificultades del piso. Rejones en lo alto, banderillas largas e incluso a dos manos y cortas paleadas junto a la tradicional flor de café adornaron los morrillos de los toros.