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Lo que no se vio en la tercera corrida de Bogotá

Foto Casa Toreros Colombia

  • En las horas de la mañana se realizó una misa íntima en la pequeña capilla de la plaza.
  • Bonita iniciativa de don Alberto Cediel.
  • La corrida sorteada fue de dos pintas y dos dehesas. Negros y jaboneros. Gutiérrez y Juan.
  • Los egos de muchos de «algunos» nuevamente se vieron doblegados al tener que buscar en la plaza al señor Anwar Farias, dueño de los «pases» para poder ingresar a los corrales al sorteo de los toros, cosa que solo pasa hoy en Bogotá, cuando por tradición el sorteo, como la plazoleta de la plaza, eran visitados por lo más selecto del mundo taurino. Hoy el señor Farias, proveniente de tierras lejanas, decide quien es quien en el mundo taurino capitalino, cuando apenas lleva unas semanas de haber llegado a nuestro complaciente y hermanable país. Volviendo a los egos, los que ayer negaron un ingreso a los corrales de otras plazas hoy tienen que «mangar» el ingreso a ver los toros. El que a hierro mata a hierro muere, dicen por ahí.
  • La plaza registró medio aforo en los tendidos. Muy poco para un cartel de importancia.
  • Lamentablemente, y no sabemos por la idea absurda de quién, nuevamente se prohibió el ingreso a la plaza en horas de la mañana a «tauriniar», es decir compartir con la familia.
  • Que mal que se prohíba el ingreso a la casa de todos, cierran a los taurinos que pagan y engrandecen la fiesta.
  • A la hora de la corrida, nuevamente, la Policía de manera errónea impidió el ingreso a las inmediaciones de la plaza, hasta que se abrieran las puertas. Mala cosa que para el fútbol se permita el ingreso con la antelación requerida y a toros no, pese a que la ley ordene abrir puertas 2 horas antes, pero no menciona nada de las inmediaciones y de este cierre ilógico.
  • En el tendido vimos al Doctor Camilo Llinás Ángulo, presidente en su momento de la Corporación Plaza de Toros de Santamaria, y recordamos esas épocas que ya no regresan, donde los taurinos éramos tratados como taurinos. Épocas que nunca volverán.
  • En la radio fue doloroso escuchar la purga de egos hablando de sus propios acartelados
  • En el callejón el diestro Manuel Caballero, nos visitó.
  • Enrique Ponce, con un terno crema, oro y remates en primera comunión.
  • El astado de Ernesto Gutiérrez, negro zaino. Con cara, más de lo normal en esa dehesa.
  • Con la capa fue poco lo que él de Chiva pudo hacer. Técnicas verónicas para llevar el otro al caballo.
  • Ponce luego de la vara lanceo en todo el centro, buscando el sitio preciso.
  • Emerson pineda saludó desde el tercio, tras palear al 1.
  • Ponce brindó al público y hubo de voltear la montera con la punta del ayudado.
  • La fórmula de Enrique al débil toro fue el temple. El toro agarrado al piso no fue impedimento para que Ponce lidiara.
  • El toro finalmente no quiso y Ponce así lo entendió, con una faena que no duró mucho, tomó el acero y en querencia entró a matar, con una estocada desprendida, pero efectiva.
  • Fue otro jabonero sucio, esté con menos calidad que el primero.
  • Poca capa al irregular astado de baja casta. Pinta y algo de nombre, pero poco contenido.
  • La vara atropellada.
  • Las banderillas de mucho trámite.
  • Ponce brindó a Manuel Caballero. Brindis de afecto con uno sin contenido.
  • Con la pañosa voluntad y técnica a un sinsabor ejemplar. El toro se embarcaba bien, pero declinaba rápidamente en el trazo del muletazo.
  • Gritos de «fuera, fuera, fuera» a un desadaptado que gritaba improperios de mala manera.
  • Ponce salió a recibir una fuerte ovación del respetuoso público de Bogotá.
  • Antonio Ferrera, con un traje grana, oro y detalles en blanco.
  • El toro un jabonero sucio, al que con mucha alegría Ferrera lanceó largo y emotivamente.
  • Buena vara de Luis Viloria.
  • Buenos palos de Benavides y Piña. Ferrera los obligó a salir al tercio a saludar en compañía de Santana, quien estuvo bien con la lidia.
  • Con la muleta, Ferrera encontró un toro que repetía las embestidas cuando iba. Por momentos se agarraba al piso y el extremeño tiraba con persistencia del toro.
  • Hubo muchas pausas entre tanda y tanda, buscando dar tiempos de recomponer la postura el toro.
  • La muleta libre de la ayuda construyó varias tandas, en una de ellas el toro hizo por el torero, que partió por los aires, recibiendo una cornada en la parte interna del muslo derecho.
  • Ferrera, pese al percance, sacó del ruedo a quienes lo quisieran socorrer y siguió la lidia. Trato de matar recibiendo y pincho en dos ocasiones. En la tercera fue la vencida y herido recibió la ovación del público y los vítores de torero, torero.
  • Una oreja entregó el palco, pese a los dos pinchazos y la colocación final de la espada. Más premio de generosidad que al final de la faena.
  • Ferrera recibió la oreja, saludo al público y la dejó en el centro del ruedo.
  • El parte facultativo. Cornada en el triángulo de escarpadas de tres trayectorias. Torero operado y medicado en la plaza, se le permite torear el 6.
  • Vestido de paisano y con montera, Ferrera salido de la cirugía que generalizaron en la enfermería de la plaza para lancear al 6.
  • Buenos lances con la capa del torero extremeño.
  • Hubo brindis de Ferrera al equipo médico de la Santamaría, que minutos antes lo operaron en la enfermería de la plaza.
  • Rodillas en tierra Ferrera se robó las palmas del público en una primera tanda.
  • El español se entregó a lidiar con dulzura al toro de Gutiérrez, que perseguía los engaños.
  • El toro nunca perdió la fijeza y el temple en sus embestidas.
  • Muletazos de largo trazo. Pausas de trámite y variedad en los muletazos.
  • La espada no dejó redondear el triunfo.
  • Luis Bolívar, que partió plaza, ataviado de un hermoso vestido vino de Burdeos, oro y detalles en blanco.
  • Su primero fue un jabonero sucio, de buen fenotipo, que repitió en los lances con la capa. Con la capa Tafalleras, revolera y media.
  • Las banderillas de Devia y El Pino fueron en todo lo alto.
  • Ponce entregó su percal a Garrido, quien perdió el capote al lidiar al 3.
  • El toro tenía menos alegría y por ende trasmitía menos.
  • Bolívar tuvo pausas justas para dar aire al toro y poder realizar una faena técnica, tapando la falta de emotividad del Juan Bernardo. Cada tanda costó más, porque cada vez había menos.
  • Faltó casta.
  • Se corrió el turno por el percance de Ferrera. El toro fue cambiado tras salir como y escobillado.
  • Los monosabios se equivocaron y no sabíamos qué toro fue el de reemplazo, pues en las dos tablillas del callejón publicaron nombres, pesos diferentes. Finalmente, fue Manda más.
  • Poca capa de inició en el 5 bis. Tras la vara Luis con quites por sapopina. Aplaudidas.
  • Hubo poca vara.
  • Las banderillas fueron aplaudidas. Garrido y el Pino saludaron.
  • Luis vio a uno que humillaba, pero no se repetía. A esta altura, falto bravura en el de Gutiérrez.
  • Bolívar lo entendió y realizó una faena cerca de tablas, donde el toro iba con más seguridad.
  • Bolívar nos permitió verbena faena interesante y con aprovechamiento de lo planteado por el toro de Gutiérrez.
  • Hubo petición de trofeo, el palco desconoció el reglamento y se tomó la oreja concedido por el público.
  • Pitos al palco alto, obligado Luis a saludar y dar la vuelta al ruedo.

Lo bueno del regreso de Ferrera a Bogotá

Foto Casa Toreros Colombia

 

  • La variedad de la banda musical, del Maestro Escobedo.
  • Los silencios profundos e enigmáticos de Bogotá.
  • Las palmas del público entendido de Bogotá, frente a una buena y entonada faena de Vargas.
  • Las palmas al toro en el arrastre
  • La pelea en el caballo del 4.
  • En las banderillas del 4 se fueron las luminarias.
  • El temple del 5 en el capote.
  • La voluntad del español para colocar los palos a pesar de la lluvia.
  • Escribano hizo a un lado la lluvia y puso la carne en el asador.
  • El público vitoreo la labor del torero.
  • La vara de Rehinario Bulla al 6.
  • Los tres pares de Colombo al que cerró el festejo.
  • Luis Palomares rindió una vara tapándole la salida al 1, que poco quería.
  • La disposición de Ponce con él parado y escaso de casta, que abrió plaza. Hubo voluntad en el de Chiva.
  • El saludo capotero de Antonio Ferrera. Desde el primer lance, al llevar el toro al caballo y luego al rematar el tercio. Variado y conectando.
  • El tercio de banderillas de Benavides y Piña. Saludaron desde el callejón.
  • Buena lidia de Ricardo Santana.
  • La honestidad de Ferrera, dejando todo en el ruedo pese a estar herido en su muslo derecho y visiblemente afectado.
  • El detalle de Ponce, que entregó su capote a Garrido, tras perderlo en la lidia.
  • Bolívar le tapó a su primero mucho de su falta se contenido. Al del astado, dando tiempos para que el toro se recompusiera.
  • La certera estocada de Luis Bolívar al tercero del festejo.
  • La honestidad, voluntad y técnica de Enrique Ponce. Cuando no se puede, no se puede y además es imposible. Muy bien Ponce.
  • La estocada habilidosa de Ponce a uno que no ayudaba.
  • El reconocimiento del público al maestro de Chiva por lo dejado en el ruedo.
  • La variedad de Bolívar con la capa.
  • Las banderillas de Garrido al 5 bis.
  • Bolívar nos regaló una faena entendida, ante uno que no era calidad para el toreo. Hubo aprovechamiento de lo planteado por el falto de bravura.
  • El público reconoció lo hecho por Bolívar y lo arropó con su cariño pidiéndole la vuelta al ruedo, tras negarle la justa oreja.
  • La disposición de Ferrera, de salir a torear, tras la cirugía a la cornada de tres trayectorias.
  • De paisano a cumplir.
  • El trabajo de los médicos de la plaza, al intervenir al diestro Antonio Ferrera de una cornada de 3 trayectorias.
  • El brindis de Ferrera al equipo médico de la Santamaría.
  • La faena de Ferrera llena de pundonor, emotividad y conocimiento. Entendió a la perfección al toro de Gutiérrez y le realizó lo que se requería.
  • La estocada, citando tras caminar con firmeza y dejar el acero en sus carnes. El descabello se robó el triunfo.
  • La faena de Antonio Ferrera, honestidad, torería, valor y taurinísimo.

Lo malo del festejo en Bogotá

Foto Casa Toreros Colombia

  • La plaza no se llenó, pese al cartelazo que nos brindaron.
  • El 1 de la tarde sin fuerza y perdiendo las manos. No quiso saber nada de Ponce.
  • Los pitos lo acompañaron en el arrastre.
  • El tercero se quedó en lamina, pero sin contenido. No tenía emoción, no trasmitía, ni tenía codicia.
  • Palmas equivocadas de algunos aficionados al tercero en el arrastre. Ni valía, ni aportó.
  • El 4 sin contenido, un desabrido jabonero, que no ofrecía nada para aprovechar.
  • El 5 bis faltó de bravura, buscó el abrigo de las tablas.
  • El palco le hurtó al torero colombiano gran parte del repertorio de la banda. Mucha petición y al final por fin el premio justamente ganado.

Lo feo en la Santamaría

  • En la mañana nos prohibieron el ingreso al sorteo, y tienen derecho a reservarse el derecho a permitir la entrada, pero es denigrante el hecho de tener que mendigar el paso a la plazoleta de la plaza. Nada quita y si da mucho a los taurinos.
  • El diario ‘El Espectador’ público el sábado su primera página con la imagen de Enrique Ponce, hace quince días, en el mismo espacio publicaron las imágenes de la Jornada No Taurina. Qué credibilidad hay cuando venden el papel al mejor postor. Cómo hace de falta don Guillermo al timón.
  • La guasa que se escuchó en los previos de la corrida en algunos micrófonos, la oda a la pugna de egos.
  • El 4 fue un insulso ejemplar, bonito cuero y poco de casta.
  • Ponce no se llevó el lote.
  • El 4 con un peligro sordo a gritos.
  • Los pitos desobligantes, en algún lugar de la plaza para pedir el cambió del 5.
  • El Pino se pegó al saludo en el 5 bis.
  • El palco desconociendo el reglamento, le negó una oreja a Luis Bolívar, justamente ganada.

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