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Se acercaba el día de ir a la cárcel de Villahermosa, el Establecimiento Penitenciario y Carcelario que desde 1958 en la ciudad de Cali alberga a las personas privadas de la libertad por infringir la Ley. Este centro tiene una capacidad para 1667 internos, según cifras del INPEC en el 2014 la población ascendía a 6574 personas; los índices de hacinamientos son grandes y los conflictos que se presentan al interior de los 11 patios dan lugar a grandes crisis de convivencia al interior del penal.

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El patio 5 fue uno de los patios seleccionados para desarrollar el programa de  Transformación de Conflictos, que la Cruz Roja Colombiana Seccional Valle del Cauca inició en el centro carcelario desde el 2006 y que tiene como finalidad promover la reducción y mitigación de la violencia en centros carcelarios, mediante actividades encaminadas a la transformación de conflictos, con un enfoque basado en los derechos humanos y el reconocimiento de la dignidad, de quienes por diversas causas están privados de la libertad.

Eran las dos de la tarde y en las paredes del patio 5 retumbó un grito con el llamado que hacia el guardia de turno, “Alístense a salir llegaron los de la Cruz Roja”, los reclusos salían por una pequeña puerta, escoltados por los guardias hasta el aula educativa del centro Penitenciario donde se encontraban los facilitadores de la Cruz Roja, preparados para impartir la charla de ese día. Como éste, fueron muchos los llamados para asistir a las capacitaciones ofrecidas por la Cruz Roja los martes y jueves, por un período de 3 meses, en que se realizaron actividades con los internos del patio 5

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Los asistentes acogieron el programa muy bien, comprendieron los beneficios y las herramientas que éste programa les brindaba para mejorar la convivencia en sus patios y ser, ellos mismos, portadores de buenas prácticas y ambientes libres de conflictos. Con las herramientas pedagógicas que aportadas por los voluntarios de la Cruz Roja, los participantes, aprendieron técnicas sobre formas de negociación que les permitiera ayudar a transformar sus conflictos cotidianos.

Los asistentes tenían distintos perfiles capacidades y destrezas, que fueron aprendiendo a reconocer y fortalecer. Uno de ellos era “Pedro” a quien vamos a denominar con un nombre ficticio para respetar su confidencialidad.

“Pedro” y sus compañeros asistían con anhelo y entusiasmo a los talleres al apreciar que el grupo de voluntarios que los capacitaban y compartían tiempo con ellos eran imparciales, no los discriminaban ni los miraban con indiferencia. Ellos se sentían identificados con el emblema de la Cruz Roja y veían que los principios fundamentales de los que hablaban, tenían coherencia con lo que los voluntarios les enseñaban. Los reclusos se consideraban privilegiados de participar en las capacitaciones y sentirse parte de la Cruz Roja.

Durante el proceso se logró que Pedro y sus compañeros interiorizaran el tema relacionado con la transformación de los conflictos, aprendieran técnicas que les permitiera liderar en el patio los métodos alternativos de solución de problemas, ayudaran a otros a mejorar la convivencia dentro del mismo y disminuyeran los índices de agresividad frente a sus otros compañeros y la guardia.

“Pedro” se abanderó del tema y del grupo, se convirtió en un multiplicador en su patio; mejoró en su presentación, manifestó optimismo hacia los aspectos relacionados con la superación personal, fue más responsable: Contó que el grupo mejoró y comenzó a transformar su forma de actuar pasando de un estado individual a uno colectivo.

Los internos liderados por “Pedro” manifestaron su agradecimiento a la Cruz Roja y expresaron su deseo de tener una camiseta con el emblema de la Cruz Roja y poder ser un grupo voluntario dentro del patio. “Agradecemos el habernos capacitado y tratado como seres humanos con respeto y dignidad, ya que las personas externas piensan que nosotros somos personas no deseables, y que no tenemos valores…” expresó Pedro al momento de recibir su certificado de asistencia, en una ceremonia con directivos del Penal y de la Cruz Roja.

Compartimos la carta de despedida entregada por parte del grupo representado por “Pedro” a la Cruz Roja:

CRUZ ROJA

Que Dios los bendiga. Que su poder los proteja. Si de nuestra compañía algo les llega. Porque de la suya algo nos dejan.

Tomando vocería en nombre de mis compañeros, teniendo en cuenta uno a uno los talleres que a nuestra audición explicaron. Con amor, ahínco, entusiasmo y, más que todo desinteresadamente me he ubicado frente a ustedes para agradecerle desde lo más profundo de nuestros corazones, esa compañía, que día de por medio nos brindaron, compañía valiosa para sus alumnos porque estamos seguros de que aparte de brindarnos una enseñanza llevan en sus corazones una buena opinión de cada uno de nosotros, ya que anhelamos que sean ustedes sembradoras de buenos conceptos para la imagen de los privados de la libertad.

Queremos aparte de agradecerles, garantizarles que será grato de nuestra parte hacer germinar esa semilla que ustedes sembraron en cada uno de nuestros corazones, en estos cortos pero fructuosos días. Seremos y de eso estamos seguros, buen ejemplo. Creadores de dialogo, conciliadores de conflictos, aplicando uno a uno los talleres recibidos en su enseñanza.

Siempre por Siempre. El Grupo – “Pedro”

Fuente de las cifras

http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/ElInpecComoInstitucion/EstablecimientosPenitenciarios/Establecimientos%20Regional%20Occidente/EPMSC%20CALI

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