Hablar de la Talavera de Puebla es hablar de Dimas Uriarte quien fundó la compañía en el año de 1824. Su diseños que abarcan los siglos XVI al XXI.
El proceso de elaboración: En la primera fase se mezclan dos tipos de barro el negro y el blanco, se cuelan y se dejan reposar. Posteriormente se preparan con las manos y se pasan a los talleres para ser moldeados, ya sea con tornos o con moldes. Una vez con la forma deseada, las piezas se secan de manera natural, bajo condiciones determinadas de temperatura y humedad. Según el tamaño de la pieza, el secado puede surcar de ocho a doce semanas.
Cuando las piezas se han secado, se hornean a una temperatura de 850 C. Así, las piezas adquieren el color típico del barro. En esta fase se les conoce con el nombre de «jahuete» palabra que proviene del vocablo medica para denominar una pieza cocida o «galleta». También se les conoce como «sancocho», que es una antigua palabra castellana que se usa para indicar una cocción parcial.
Las piezas en jahuete están listas para ser esmaltadas. Por medio de inmersión se recubre toda la superficie para después aplicar la pintura. El esmalte aporta el tradicional brillo y color únicos de la auténtica talavera poblana.
Los diseños se marcan en la piezas con los llamados «estarcidores»una especie de estériles, que proporcionan una guía para aplicar la pintura.
Los colores se obtienen de minerales naturales. Para pintar se emplean tradicionales pinceles de pelo de mula. El color intenso, el brillo y la durabilidad de la Talavera se deben a las pinturas minerales, que reaccionan con el esmalte al introducirse al horno por segunda ocasión, a una temperatura 1050 C. Algunos elementos de diseño tradicionales de la talavera se realizan a mano libre por los diestros artesanos.
La Talavera de Uriarte es perfecta para decorar cualquier espacio. Les recomiendo visitar la página y chequen la variedad de diseños.
Para mayor información www.uriartetalavera.com.mx
Fotos cortesía de Molén Antolin
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