Molén Antolin: ¡Hola! Es un gusto compartir este espacio con Erika Diep y hoy nos va a platicar de la basura.
Erika Diep: ¡Hola! Veo a diario la cantidad de basura que se genera en mi casa y no puedo evitar pensar a dónde van todos esos desperdicios
Si una familia de seis personas generamos tal cantidad de basura, ¿qué hay de las industrias, los hospitales, los restaurantes, los centros comerciales?
A la hora de llegar del supermercado es increíble lo que sale de basura, entre bolsas y empaques, nunca he entendido por qué un producto debe traer bolsa, caja, y encima un cinturón de plástico amarrando el producto! En verdad creo que el estilo de vida moderno genera basura y por supuesto un daño enorme a la ecología, sobre todo porque no todos tenemos una buena “educación ecológica”.
Tengo cerca de casa un río que acumula cantidades enormes de desechos, bolsas de plástico, ropa aventada y hasta muebles! Paso por esquinas llenas de bolsas de basura rodeadas de moscas y podredumbre que vuela por el ambiente y además de dañar nuestro sistema daña también nuestra salud.
Trabajo el vidrio hace nueve años y tengo la maravillosa oportunidad de crear algunos objetos hechos a base de botellas recicladas y espejos rotos, y una de mis mayores frustraciones es que los clientes piensan que por ser artículos reciclados van a costar 3 pesos y no es así…
El vidrio, como muchos otros artículos que se pueden reciclar, pasa por un proceso, desde el acopio, el lavado, pulido, horneado, corte, molienda, etc. lo cual tiene un costo y una infraestructura.
Reciclar productos de cualquier índole es un compromiso con la humanidad, es evitar la contaminación del agua, del aire, del ecosistema, es tener conciencia de querer tener un mundo mejor, de proteger a los animales, de educar a nuestros hijos a ser personas responsables y comprometidas con los otros seres humanos, es querer conservar lo que la naturaleza nos brinda.
No pienses que comprar un producto reciclado es comprar basura, que es chafa o que por eso tiene mala calidad, no creas que vas a comprar un producto reciclado por barato (aunque en ocasiones también puede ser un beneficio), piensa en el bien que le estás haciendo a la humanidad quitándole al mundo por lo menos un poco de carga y en el gran ejemplo que eres para otras personas.
Cada vez hay en el mercado mayores opciones de productos hechos a base de materiales reciclados y cada vez de mejor calidad, opta por esas opciones y en tu casa reduce, recicla y reutiliza!
Foto cortesía de Erika Diep
Molén Antolin: Gracias Erika para cualquier duda o sugerencia los invito a que nos sigan en nuestras redes sociales. Que tengan una excelente semana.
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