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Para cada pregunta imbécil hay otra respuesta, todavía más imbécil. Hay tantas cosas que moriremos sin saber. Hay tantos interrogantes irresolubles. Tantas, tantas palabras de indagación sordomudas.
 
Como acostumbro a caminar por la ciudad, y como acostumbro a hacer preguntas idiotas, y como acostumbro a perder mi tiempo, decidí hoy enlistar algunas de aquellas cosas que quisiera saber y que la ciudad parece gritarme con su voz, aplacada por el ruido de motores, demoliciones y construcciones.
 
1. ¿Será acaso que los vendedores callejeros de cursos de inglés que habitan la carrera 15 llegan con el tiempo a dominar el británico idioma mediante un extraño sistema de ósmosis?
 
2. ¿Por qué demonios las meretrices ‘casi vírgenes’ que se ven en las tarjetas de invitación a casas de lenocinio nunca suelen parecerse a las que en efecto encontramos en tales establecimientos?
 
3. Por cierto… ¿Qué son chicas ‘casi vírgenes’?
 
4. ¿Consumen en realidad los altos ejecutivos almuerzos ejecutivos, y se desplazan acaso en autobuses ejecutivos?
 
5. ¿Debido a qué razón las monas de los puestos de golosinas no son rubias, si son monas?
 
6. ¿Cuál es la razón para la proliferación extrema de tantas barriadas con nombres del tipo Calatrava, Pasadena, Santa Bibiana o Niza y tan pocas las del tipo Bochica, Bachué o Tequendama?
 
7. ¿Existe alguna justificación para que las calles a partir de la 1ra norte no lleven sufijo alguno mientras que las que las preceden sean llamadas 1ra sur, 2da sur, 3ra sur y demás?
 
8. ¿Para qué, por qué demonios alguien decidió cambiar la nomenclatura de las calles bogotanas?
 
9. ¿Qué será aquel ‘algo más’ que ofrecen en los locales del tipo “Empanadas… y algo más”, “Droguería… y algo más”, “Obleas y algo más”?
 
10. ¿A quién se le vino la idea a la cabeza de los apartamentos tipo loft ubicados en el norte y centro de la ciudad, cuando éstos, en cualquier urbe normal del mundo suelen estar en zonas industriales?
 
11. ¿Será que alguien queda satisfecho con ese insípido consuelo institucional de que ‘Bogotá no tiene mar, pero tiene ciclovía?
 
 
12. ¿Tiene alguna relevancia dentro de las distancias cósmicas el estar 2.600 metros más cerca e las estrellas?
 
13. ¿Qué extraña maldición habrá sido impuesta a los equipos futbolísticos bogotanos, eternos ausentes de finales y copas Libertadores?
 
14. ¿Por qué en La Cabrera no hay cabras, ni en Rosales Rosas,
 
15. ¿Por qué lo bogotano es nacional, y lo no bogotano regional?
 
16. ¿Por qué se realizan festivales de verano en una ciudad cuyo clima no es estacionario?
 
17. Más allá de cualquier consideración ¿tiene algún sentido el declarar capital mundial del libro a una capital cuyos habitantes leen tan poco?
 
Son interrogantes que me visitan, cuando enfermo de ocio voy por la ciudad. Si alguien tiene alguna respuesta le agradecería el que me regalara al menos una certeza para lo que me queda de vida.

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