2012 ha sido un año realmente flojo para nuestro cine Faltando sólo un estreno nacional, la impredecible pero probablemente rentable El Paseo 2, las cifras son poco alentadoras. Según la Fundación Proimágenes en Movimiento, los ingresos para películas colombianas en el primer semestre del año representaron sólo el 4% del total de la taquilla, presentando un descenso del 64% frente al mismo período de 2011 (haciendo la salvedad de que en ese período se presentó «El Paseo», la cinta colombiana más rentable hasta ahora). Esta cifra sigue una tendencia que se ha dado con números similares en 2009 y 2010 pero que está muy por debajo de 2007 y 2008, cuando superó el 10%. Más allá de estas cifras, es importante promover un gran debate sobre qué hacer para superar esta lamentable situación*.
20 películas colombianas se han estrenado este año: El Resquicio; La Playa DC; Sin palabras; El Cartel de los sapos; ¿Por qué dejaron a Nacho?; Apatía, una película de carretera; Ilegal.co; 180 segundos, Porfirio, Pequeños vagos, Apaporis, La Sirga; Carrusel; La lectora; Sofía y el terco; Chocó; San Andresito; Mi gente linda, mi gente bella; Gordo, calvo y bajito y La Cara oculta. Independientemente de la calidad de cada una de ellas, es claro que se trata de apuestas muy diferentes entre sí. En este grupo tenemos comedias populares, historias introspectivas, cine de género (comedia, acción, terror y hasta una película animada) y dos documentales. A mí que no me sigan diciendo que el cine colombiano es todo igual, o ¿en que se parecen La Sirga y Mi gente linda, mi gente bella? o Sin palabras y SanAndresito?.
Es importante mencionar también que algunos de estos títulos estuvieron en importantes festivales de cine del mundo como Cannes, San Sebastián y Locarno y que nuestras películas empiezan a mirar hacia las regiones (este año se presentaron películas realizadas en Chocó, Nariño, el Amazonas, entre otras). Se realizó también por segunda vez la entrega de los premios Macondo a lo mejor del cine nacional, con un éxito moderado por la baja cantidad de películas que entraron en la competencia (lo que aun lo deja a años luz de premios similares como los Goya de España o los Ariel de México) y entró en vigencia una polémica ley de filmación, poco discutida, presentada con gran pompa y que aun deja muchas dudas.
Mis películas colombianas favoritas del año son La Sirga, Sofía y el terco y Apaporis, tres propuestas muy distintas pero con una característica común: Pretenden simplemente contar una historia y hacerlo de la mejor manera posible.
En conclusión, este año se presentaron algunas buenas historias y unos cuantos clichés, se exploraron nuevas técnicas y temáticas y continuó la difícil relación entre cine colombiano y público. Nuestro cine, como cualquier adolescente, todavía tendrá algunos años para superar esta amarga época de decepciones amorosas, inseguridad, ocultar el acné y soportar los cambios hormonales.
Para ver otros textos sobre cine y cultura visite Jerónimo Rivera Presenta
Sígueme en twitter: @jeronimorivera
Anteriores entradas:
- Películas de desastre: Un desastre de películas
- Volver al origen
- ¿Quien quiere ser una estrella?
- Sé lo que viste el verano pasado
- Top 10 Halloween: Los que más me asustan
- Las películas como vitrina
- Yo también fui cineclubista
- Cine entre curvas y mareo
- «Festivaliar»: Un verbo para cinéfilos
- Que no me guste la película no quiere decir que sea mala
- El cine colombiano y los colombianos (II)
- El cine colombiano y los colombianos (I)
- ¿El tiempo del cine colombiano?
[…] Cine Colombiano: Un cine adolescente […]
Califica:
[…] Cine Colombiano: Un cine adolescente […]
Califica:
[…] Cine Colombiano: Un cine adolescente […]
Califica: