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Hoy se cumplen 119 años del nacimiento de uno de los más grandes directores de cine de la historia: El gran Alfred Hitchcock. Inquietante, excéntrico, misterioso y en muchas ocasiones cruel. Este director de cine que falleció hace más de tres décadas nos dejó un inmenso legado de alrededor de 60 películas y varias series de televisión pero, sobre todo, su marca personal como maestro del suspenso, su obsesión con las mujeres rubias y su inmensa destreza como técnico y narrador de historias en la pantalla. En homenaje a su natalicio presento mi lista personal (en orden de preferencia) de mis 10 películas favoritas de este gran director.
Nota: Algunas películas tienen dos fechas, porque tienen dos versiones (una británica y una norteamericana).
Encadenados (Notorious, 1956):
Uno de los grandes clásicos de la filmografía de Hitchcock en el género policíaco. Conocido en algunos países como Tuyo es mi corazón, esta película es una de las mejores exponentes del subgénero de espías. Escenificada en Brasil y alrededor de una trama de romance en el contexto de un grupo de nazis que se reorganiza después de la segunda guerra mundial en Suramérica, este largometraje tiene secuencias magistrales desde lo técnico y lo estético.
Pero ¿Quien mató a Harry? (The trouble with Harry, 1955)
Haciendo gala del humor negro que tanto caracterizó su serie de televisión, esta historia presenta una intriga alrededor de un cadáver conocido y un asesino misterioso. Lo que podría ser una historia truculenta, termina siendo una obra maestra del cinismo y la crueldad en la que todos los personajes sienten que el asesino podrían ser ellos mismos.
Rebeca (Rebecca, 1940):
Con el rol protagónico de uno de los mejores actores británicos de todos los tiempos, Laurence Olivier, esta película tiene el gran mérito de construir un personaje principal sin estar presente: Rebeca, quien le da nombre a la película y se configura como un personaje omnipresente, a pesar de su ausencia, y determinante para la trama.
Los pájaros (The birds, 1963)
Una película prohibida para los que sufren de ornitofobia y que nos hace repensarlo a quienes no tememos a los plumíferos. Con una ejecución brillante en su montaje y diseño de sonido, Los pájaros va narrando una trama terrorífica que escala a medida que avanza la película hasta crear una atmósfera viciada y claustrofóbica. Como dato curioso, es importante anotar que Hitchcock generó traumas en buena parte del elenco que hicieron la película más realista, aunque no lo dejan bien parado como ser humano.
39 escalones (The 39 steps, 1935 y 1959):
Esta película, realizada primero en Inglaterra y con una segunda versión norteamericana, es una bien contada intriga policiaca. Cuenta con uno de los personajes más inolvidables de la filmografía de Hitchcock: El señor memoria, un hombre que tiene un show en el que demuestra su prodigioso poder para recordarlo todo. Durante todo el metraje de la cinta, vemos a los protagonistas inmersos en un complot internacional de espionaje que solo se podrá desenredar al final de la película. La versión británica es considerada por muchos sitios especializados como una de las cinco mejores películas de ese país.
El hombre que sabía demasiado (The man who knew too much, 1934 y 1956):
Una de las primeras películas del director en su época británica es realizada de nuevo para la Paramount Pictures. Con una trama que recuerda uno de los principales principios de las películas de Hitchcock: El del inocente que termina en medio de un complot, esta historia nos lleva a la búsqueda desesperada de una familia por intentar prevenir un magnicidio. La secuencia final es una pieza maestra del suspenso, cuando tenemos que esperar hasta que suenen los platillos en la interpretación de una orquesta para que un disparo suene. La partitura, por supuesto, es del gran Bernard Herrmann, sello distintivo de la mayoría de las películas de Hitchcock.
La soga (The rope, 1948):
Aunque Hitchcock lamentó haberse autoimpuesto el reto de hacer esta película en plano-secuencia (rodaje continuo y sin cortes), no es posible ignorar su inmensa maestría al realizarlo. Con una puesta en escena teatral y altas dosis de humor negro, esta película nos presenta la historia de un par de universitarios adinerados que deciden asesinar a un compañero e invitar a todos sus familiares y amigos a una fiesta en la que su cadáver está presente. No es spoiler, este es solo el inicio de la película.
La ventana indiscreta (The rear window, 1954):
Esta película es un referente indispensable en la cultura popular. Parodiada en series como Los Simpsons y objeto de múltiples remakes y referencias, esta oda al voyeurismo y a la curiosidad es una de las mejores películas de su género. Protagonizada por James Stewart y la bellísima Grace Kelly, esta película tiene un solo punto de vista: El del reportero gráfico que espía a sus vecinos y que, a medida que se entusiasma con la observación y el crimen que parece haber presenciado, empieza a aumentar el alcance de sus lentes. Mientras más observa, más nos percatamos de que los mirones curiosos somos también nosotros.
Psicosis (Psicosis, 1960):
Es imposible hablar de Hitchcock sin mencionar Psicosis, una de las películas más conocidas de la historia del cine, que ha sido imitada y homenajeada en múltiples ocasiones, desde las cuatro partes interpretadas por Anthony Perkins (quien, además, dirige la tercera) hasta la multipremiada serie Bates Motel; sin lograr nunca el grado de maestría de la original. La historia de un tímido joven que vive con su misteriosa madre y una fugitiva que, escapando con un botín, se aloja en su hotel es un gran clásico y la secuencia musical de Herrmann acompañando a la famosa escena de la ducha, están ya en nuestro inconsciente colectivo. Tomar una ducha, después de ver Psicosis, nunca volverá a ser lo mismo.
Vértigo (Vertigo, 1958)
La obra maestra de Alfred Hitchcock es, sin duda, Vértigo, traducida en España con uno de los títulos más arruinadores (Spoilers) de la historia del cine: De entre los muertos. Esta sórdida historia de un detective traumado por la muerte de su esposa que intenta rehacer su vida luchando contra su acrofobia (miedo a las alturas) y su enamoramiento enfermizo por su esposa muerta constituyen uno de los mejores guiones de la historia del cine. La película, además, cuenta de nuevo con una banda sonora inolvidable de Herrmannn y algunos trucos técnicos ideados por el mismo director y que luego se han incorporado al lenguaje audiovisual como el travelling compensado (zooming).
Quedan por fuera los capítulos televisivos, pero recomiendo mucho la serie «Alfred Hitchcock presenta» con la que muchos conocimos a este director británico. La mayoría de sus capítulos son clases magistrales de narración. Como recomendación adicional, quiero recomendarles de manera muy especial el libro «El cine según Hitchcock» del cineasta Francois Truffaut, uno de los mejores textos de cine que he leído. Es un gran ejercicio revisitar su filmografía mientras se lee el libro.
Gracias a Internet, hoy es posible encontrar muchas de sus grandes obras online en sitios seguros que van desde Youtube hasta portales especializados en cine clásico y de autor.
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