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Rolling Stone (Q.E.P.D para Colombia) publicó el pasado miércoles una controvertida lista sobre lo mejor de la música en la década que ya termina.

Los diez primeros lugares que salieron de la consulta hecha por la publicación son los siguientes:

1 | Radiohead: Kid A

2 | The Strokes: Is This It

3 | Wilco: Yankee Hotel Foxtrot

4 | Jay-Z: The Blueprint

5 | The White Stripes: Elephant

6 | Arcade Fire: Funeral

7 | Eminem: The Marshal Mathers LP

8 | Bob Dylan: Modern Times

9 | M.I.A.: Kala

10 | Kanye West: The College Dropout

11 | Bob Dylan: Love and Theft

La lista completa la pueden ver en el sitio web de la revista

Que Radiohead sea la banda insigne de la década no sería extraño, pues se ha ganado un respeto casi de devoción en el mundo entero, y sus aventuras musicales -a cual más extraña- se convirtieron en la referencia para nuevas bandas interesadas en romper esquemas que en mojar pantalla en algún canal de videos.

Por ser fin de década, la pregunta consecuente no es únicamente sobre lo mejorcito ya más en lo local (allí las respuestas serán variadas) Igualmente surge la pregunta de lo más perverso e intoxicante de la época.

Sin duda alguna el reguetón podría asumir esta trono. Con creces o no, aunque se haya bailado, es diferente apreciarlo como un género de piezas maestras. Hábil en influir en cuanto a estéticas y maneras de ‘pedir gasolina’ o ‘llenar e cubo de leche’, el reguetón sí es una moda que se recordará con graciosa majestad en fiestas privadas, matrimonios, primeras comuniones y demás eventos sociales. Pero ¿como música? ¿Es tan subgénero que ni merece ser tenido en cuenta?

Admito que no me gusta el vallenato, sobre todo el de ahora, pero se le reconoce en sus orígenes calidad interpretativa y una herencia cultural indiscutibles. En cambio, ¿el reguetón es el moco en la pared de la música latina? ¿Nuestra esencia cachonda se ve plenamente correspondida en el ‘perrea mami perrea’? 

Si uno aprecia la música como simple divertimento  no habrá problema en degustar cada género con sus altas y bajas. Si uno busca en la música expresión de lo sublime del ser humano y de su inmensa creatividad, bueno…pongan ustedes el peso en la balanza, pero lo que soy yo, me mantengo en la raya: en este nuevo siglo el reguetón llegó para divertirnos, pero no puede pedirnos que lo reconozcamos como un ‘aporte’ a nuestro desarrollo como seres humanos.

Para los que me leen ¿qué fué lo mejor y lo peor de la música en esta década?

juanchopara@gmail.com

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