Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

«Las personas que te aman también te joden”. Una demoledora sentencia que profiere el atribulado Kendall Roy (Jeremy Strong) en el penúltimo capítulo de una serie que puede no fascinar hasta el paroxismo por diversas razones: desde su aire pretencioso, el mundo empresarial que envuelve a la historia y unos personajes que no parecen interesados más que en ellos mismos, que caen mal desde el primer minuto. Pero es solo la superficie. ‘Succession’ es aclamada justamente por vendernos honestidad.

Hace un tiempo leía una crítica sobre ‘Seinfeld’, la comedia norteamericana que han convertido en antítesis de la más sensiblera y amable ‘Friends’. Y más allá de esa ‘enemistad’ seriéfila, el asunto es destripar su ironía. Una parte del éxito de la televisión es apegarse a la fórmula: personajes buenos y malos, que deben cumplir objetivos, atravesar toda clase de dificultades, aprender lecciones y se transformarse o pagar el precio de sus malas acciones. La comedia creada por Jerry Seinfeld y Larry David rompe con esa estructura, nos escupió durante 180 episodios nuestro egoísmo, desaprensión o cinismo. Hasta su críptico final, emitido hace 25 años, vimos que su cuarteto protagonista no aprendió nada, ni siquiera cuando terminan aislados de la sociedad.

Succession - Imagen HBO MAX

En esas aguas navega la serie creada por Jesse Armstrong y producida por Adam McKay que finalizó el pasado 28 de mayo. Y me parece que está bien. La era de la televisión aspiracional es más un espejismo, más aún en una época de falsos mesías que nos enseñan a disfrazar nuestras verdaderas intenciones, a cambiar el curso de las cosas con noticias falsas, a perseguir la popularidad con acciones que resultan abrumadoramente decepcionantes, provistas de vanidad y sin arrepentirse de sus efectos. En este caso el núcleo familiar es el escenario de toda clase de conspiraciones y desacuerdos, en pos del poder. No hablo de la acumulación de capital, de cazar fortunas o mantener un nivel de vida privilegiada, como ocurría en algunas series ochenteras tipo ´Dallas’, ‘Dinastía’ o ‘Falcon Crest’. La obsesión es mantener el control, mover los hilos del mundo, algo más valioso que las cuentas bancarias o una piscina limpia cada semana.

En esa decisión editorial cuenta mucho la trayectoria de sus artífices. McKay, formado en la escuela de Saturday Night Live, se ha apuntado varios éxitos al retratar con sarcasmo los efectos de la burbuja inmobiliaria que atravesó Estados Unidos en la primera década de este milenio en The Big Short (La Gran Apuesta), ganando el BAFTA y el Oscar por la adaptación del guion. O los intríngulis del gobierno de George W. Bush bajo el punto de vista de su vicepresidente Dick Cheney en ‘Vice’, también nominada a varios premios. Y la mancuerna con Armstrong, guionista de la excepcional ‘Veep’, también de la casa HBO, solo podía dar fruto a un retrato contemporáneo del significado que adquiere esa necesidad de influir en las vidas de los demás. No es casual que elijan el universo de los emporios comunicativos para mostrar las tensiones escondidas en el flamante apellido Roy, cuya construcción se inspira en historias reales como la de la familia Murdoch.

Es así que no me extraña la poca simpatía que despierta el trío protagonista. Siempre a la sombra de su padre, tan mezquino como cualquiera de ellos, ni siquiera buscan aprobación, solo su propio beneficio. La muerte de Logan echa más sal en la herida, pues afloran las rencillas con mayor intensidad.  Ni el grandioso momento de Barbados alcanza a redimir los verdaderos propósitos de Kendall, Roman y Siobhan (Shiv), quienes al final procurarán salvar su propio pellejo ante la más que inminente debacle. Esta es una serie donde el trabajo actoral ha atraído desde sus inicios parte del reconocimiento de la crítica,  por lo que Sarah Snook y Kieran Culkin estarán en el partidor de la temporada de reconocimientos junto a Strong y Brian Cox.

¿Era el final adecuado? Creo que en términos de resoluciones lo hecho en “Succession” es lo más lógico en mucho tiempo. Los destinos de los cuatro hermanos quedan en nuestra imaginación, en la más completa incertidumbre. Porque hasta en las familias multimillonarias el porvenir tampoco está asegurado. En mi caso no despertó compasión sino la más sonora carcajada, como si estuviera frente a las puertas de la Waystar Royco. Valga decir que con esta despedida también agita el pañuelo una era de HBO, ante su inminente transformación como Max en Latinoamérica. Todas las temporadas ya se pueden ver en la plataforma de streaming HBO Max.

El regreso del PGA Tour Latinoamérica

Inter Rapidísimo Golf Championship - Imagen Cortesía Prensa Inter Rapidísimo

Para cerrar este post llega la invitación para presenciar la disputa del Inter Rapidísimo Golf Championship presentado por Volvo, en lo que constituye la décima parada del PGA Tour Latinoamérica, que se llevará a cabo del 1 al 4 de junio en el Club El Rincón de Cajicá.

En total 144 jugadores de 24 países ya están confirmados para participar por la bolsa de premios que entregará un total de US 175.000. Durante el lanzamiento de este certamen el pasado 30 de mayo se hizo oficial la participación de María José Bohórquez, profesional bogotana con condiciones en el Epson Tour en Estados Unidos, lo cual representa un hecho histórico al ser la primera jugadora en compartir con caballeros en el torneo que se desarrolla en la capital colombiana.

El PGA Tour Latinoamérica se conmemora desde el año 2012 y para esta temporada 2022-2023 tiene planeado jugar 12 eventos en siete países. De esa manera los amantes del ‘swing’ tendrán una excusa perfecta para disfrutar de los momentos que brinda este deporte.

juanchopara@gmail.com 

Twitter: @juanchoparada

Tik Tok: @juancho_parada

You Tube: @juanchoparada

www.juanchoparada.com 

Compartir post