‘The Revenant’: Un sobreviviente con sed de venganza que encuentra la redención

Si usted se considera fanático del cine, definitivamente tiene que ver ‘The Revenant’, la más reciente película del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.

Captura de trailer. Leonardo DiCaprio interpreta al explorador Hugh Glass.

El largometraje cuenta la historia de Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un cazador de pieles que durante una excursión en territorio salvaje de Estados Unidos en el siglo XIX, sufre un feroz ataque de una osa que lo deja a punto de morir y es abandonado a su suerte por sus compañeros. Sin embargo, con múltiples y mortales heridas en su cuerpo y una gran pena- porque su hijo mitad indio, Hawk (Forrest Goodluck), fue asesinado por el hombre que lo traicionó, John Fitzgerald (Tom Hardy)-, el explorador emprende un largo viaje para sobrevivir, vengarse y “encontrar la redención”, según la sinopsis del filme.

La cinta, inspirada en hechos de la vida real y basada en parte en la novela ‘The Revenant: A Novel of Revenge’ de Michael Punke, ganó 3 premios Oscar: mejor actor (Leonardo DiCaprio), mejor director (Alejandro González Iñárritu) y mejor fotografía (Emmanuel Lubezki).

La película es interesante porque muestra que con una gran fuerza de voluntad y motivación, el ser humano puede llegar a superar los obstáculos que se le presentan en la vida y salir relativamente ‘bien librado’. Como Glass, quien a pesar de que perdió a su hijo, sobrevivió a un ataque de una osa, un implacable invierno y la persecución amenazante de un grupo de indios rees, y dejó de lado el deseo de vengarse de su enemigo, matándolo, para abrazar la redención. Fitzgerald finalmente murió a manos de los aborígenes.

Las escenas son impactantes porque muestran hechos fuera de lo común que parecen muy reales. La del inicio, en la que una osa ataca brutalmente al personaje de DiCaprio, es muy buena porque el animal parece de carne y hueso y el acto violento se ve natural. La osa fue creada por computador e interpretada por un doble con un disfraz azul, según Global News.

También se destacan las escenas en las que Glass comete acciones inimaginables o extraordinarias, que pocas personas, o ninguna, harían: rasga el vientre de un caballo muerto, le saca los intestinos y luego entra allí desnudo para resguardarse del intenso frío; atrapa un pez con las manos y se lo come vivo; consume hígado de bisonte crudo, y dispara un arma contra su rival mientras está recostado sobre un caballo. El animal muerto fue construido y sus órganos eran producto de la combinación de látex y pelo, aseguró el diseñador de producción Jack Fisk a Business Insider, mientras que el hígado de bisonte que comió DiCaprio sí era real.

El maquillaje es admirable, pues permite que las heridas graves, sangrientas y profundas de Glass luzcan reales y que fueron causadas por un ataque de una osa. Distintas lesiones fueron realizadas todos los días de grabación de la cinta por el artista del maquillaje Siân Grigg, y el experto en prótesis Duncan Jarman, con el fin de que hicieran evidente la recuperación del personaje, de acuerdo a The Telegraph.

La estética de la película, filmada en Canadá y Argentina, es excelente: las tomas continuas brindan una sensación de realidad a los hechos, los planos cercanos conectan al espectador con el sufrimiento del protagonista, y los planos lejanos otorgan protagonismo a la inmensidad de la naturaleza, y muestran lo vulnerable que es el hombre al enfrentar las duras condiciones del ambiente. Además, para el espectador es un placer visual ver representados en una sola cinta la belleza de la naturaleza en todo su esplendor (el río, montañas, bosques, nieve, animales salvajes), al explorador del siglo XIX en Estados Unidos, que irrumpe con sus armas y embarcaciones en el entorno para conseguir recursos como las pieles, y al indio, que tiene un vínculo muy fuerte con la naturaleza y lucha por su territorio.

La música es la adecuada para la cinta. Las melodías instrumentales son lentas y dramáticas, como el viaje de Glass para sobrevivir y obtener justicia.

DiCaprio ‘se fajó’ con la actuación. Aunque no tuvo que hablar mucho, interpretó con excelencia al personaje de Glass, a tal punto que el espectador siente empatía por él durante toda la película. Uno sufre cuando es atacado por la osa, cuando Fitzgerald lo intenta matar a escondidas, cuando se cauteriza el cuello con una planta encendida, cuando evade flechas de los indios rees en el río y es arrastrado por la corriente, y cuando es herido por su enemigo durante una pelea con machete y hacha. Uno también celebra que sobreviva y siente emoción cuando es encontrado por los demás cazadores de pieles en el bosque.

Definitivamente, ‘The Revenant’ es una gran película que merece ser vista por la empatía que produce el personaje de DiCaprio al espectador, sus impactantes escenas y su historia de superación. Seguramente, marcará la historia como la cinta con la mejor escena de un ataque de oso.