Cerrar Menú Blogs
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Seguir este blog

El escenario en el que se desarrolla la política partidista es hostil, es agresivo, es egoísta. Confiar en alguien es como jugar la lotería: representa un riesgo altísimo. Llevo seis años alejado de la política partidista después de vivir en carne propia la deslealtad de quien consideré por mucho tiempo un amigo, un mentor.

Gracias a ese episodio, la venda que me impedía ver el juego de la política y el poder se fue al piso permitiéndome entender, por ejemplo, por qué Miguel Uribe, después de ser concejal del Partido Liberal y trabajar en la campaña de Rafael Pardo para la alcaldía de Bogotá, resultara siendo el secretario de Gobierno de nuestro rival, Enrique Peñalosa. O por qué Álvaro Uribe se ha puesto y quitado durante toda la vida las camisetas del Partido Liberal, el Conservador y la U. O por qué hoy Benedetti y Roy Barreras están en el petrismo después nadar en la mermelada del santismo, no sin antes defender a capa y espada las políticas de Álvaro Uribe.

No se puede negar que quien logra consolidar poder en política capitalizándolo en votos es muy inteligente. Tal vez por eso Marta Lucia, Noemí, Peñalosa o Pastrana no lo han logrado nunca. Pero el poder tiene un costo altísimo cuando conservarlo ya no depende de la voluntad popular sino del verso y la manipulación, y aún más cuando es necesaria la fuerza, como ha sido el caso de Chávez, Fujimori, Pinochet o Duque, para no irnos tan lejos.

Hay varias diferencias entre los dictadores latinos y Duque. Por supuesto Duque no es un dictador. No sabría cómo lograrlo porque esa hazaña exige habilidades que no demandan, necesariamente, motricidad. Es decir, ninguno de estos dictadores lo fue gracias a sus pericias con la pelota o a sus habilidades en el baile. Para ser dictador se necesita ser astuto, manipulador. Es indispensable ser calculador y tener la sangre fría. Y nada de esto es Duque. Duque es un gordito coqueto, un goloso dulcero buena gente, carismático, gracioso, pero sobre todo es un gordito obediente, abnegado, sumiso.

Aunque Álvaro Uribe tampoco llegó a ser dictador, sí estuvo a punto de lograrlo, pero le faltó el centavo para el peso. O mejor, las notarias para comprar voluntades. Uribe sí sabe de manipulación. Es muy bueno moviendo fichas según sus necesidades. Por eso ha intentado insistentemente mantener el poder ya no en su nombre, pero sí bajo su control.

Lo intentó con Andrés Felipe Arias, pero le tocó confiar en Santos, y como confiar en política es una lotería, en esa ocasión la suerte no estuvo de su lado. En 2014, la mermelada de Santos le ganó por poco al discurso de Uribe en la voz de Zuluaga. Pero en 2018 el gordito buena papa logró representar al uribismo en las tarimas y llegó a la Casa de Nariño un día gris, un día tormentoso, como su gobierno.

¿Qué sigue? Por supuesto, darle la espalda a Duque. Clavarle la daga de la traición con tal de no diluir aún más las posibilidades de conservar el poder “en el 22”. Por eso ahora lo veremos criticando a su glotón aprendiz. ¿A qué estará dispuesto en las próximas elecciones? ¡Basta ya! Permítale a Colombia elegir a sus dirigentes sin sus cálculos y sin sus pactos. Déjenos libres.

Giovanni Acevedo Twitter

 

 

(Visited 238 times, 1 visits today)
PERFIL
Profile image

Humano en formación. || Viajero frecuente

Más posts de este Blog

  • Sin categoría

    Mochileadas de autor

    A lo largo de los últimos 16 años, he mochileado de diversas maneras y por diferentes razones: por trabajo,(...)

  • Opinión

    Cocalombia

    Tremendo revuelo armó la miniserie de Netflix que protagoniza la colombiana Sofia Vergara y en la que se muestra(...)

  • Colombia

    ¿Me voy a morir?

    El senador tiene piel de lagarto. Nada lo debilita. Ha librado tantas batallas durante años de carrera pública que(...)

  • Bogotá

    Colombia sin PETROleo

    La ministra de minas y energía de Colombia anunció hace unas semanas en el Foro Económico Mundial de Davos,(...)

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

Las fábricas cada vez más dejan de necesitar a los humanos.(...)

2

La resiliencia económica de los países emergentes y en desarrollo refleja(...)

3

Entrevista a Verónica Argüello, psicóloga laboral y experta en gestión del(...)

1 Comentarios
Ingresa aquí para que puedas comentar este post
  1. ‘Nadie lee mis mediocres blogs, que hago?…’ ‘Pon en el título algo contra Uribe que eso funciona…’ ‘buena idea, pero creo que necesito algo más…’; ‘ya sé, pon una foto tuya con cara de indignado,….’ ; ‘de acuerdo, estoy seguro que al menos los zombies de Petrosky aplaudirán lo que escribo…’
    Ni así funcionó….

Reglamento de comentarios

ETCE no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto y veto por comentario.
Aceptar
¿Encontraste un error?

Para EL TIEMPO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítenos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de EL TIEMPO Casa Editorial.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Tu calificación ha sido registrada
Tu participación ya fue registrada
Haz tu reporte
Cerrar
Debes escribir tu reporte
Tu reporte ha sido enviado con éxito
Debes ser usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar