Subo unas diez gradas. Descanso. Otras cinco gradas. Llego a una terraza y, sobre mi hombro izquierdo, encuentro el gimnasio. Al fondo a la izquierda hay un ring; sobre mi derecha, y más cerca de mí, veo una bicicleta estática, una trotadora y una elíptica, una al lado de la(...)
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