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Carla viajó de Colombia a los Estados Unidos a estudiar una especialización en medicina. Su vida transcurría aparentemente muy tranquila y su intención con el viaje radicaba en conseguir un buen trabajo después de terminar sus estudios. Sin embargo, siempre tenía en su pensamiento: “Nunca voy a conseguir alguien que me acepte como soy, mis hermanas ya tienen novios y pronto se casarán, yo no nací para ser esposa de nadie”. Pero ¿por qué tenía ese pensamiento Carla? Todo era porque sus años iban avanzando y nada de novios.  No era fea, por el contrario su belleza era muy notoria.  Entonces, ¿qué podría estar pasando? “Una mujer de 28 años y nada que consigue a alguien”, pensaba preocupada. Sus pensamientos le insistían: “A esta edad soy una solterona, tendré que dedicarme a cuidar a los niños de mis hermanas”.

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Carla siguió su camino estudiando con la idea de estar sola por un buen tiempo en los Estados Unidos, en algún lugar de Carolina del Norte.  Ella, de religión católica, iba a una iglesia cercana a su lugar de residencia, pues entre sus deseos dirigidos a Dios estaba el de conseguir novio. Un día cualquiera conoció a una señora que se sentó a su lado, pues a esta mujer le llamaba la atención verla muchas veces sola en ese lugar. Después de presentarse, Carla le contó que estaba viviendo muy cerca y que su vida estaba dedicada al estudio. Entre conversación y conversación la señora le habló de una página en internet, donde su hijo había conseguido a una chica con la que posteriormente se casó. Carla le agradeció el gesto a la señora, quien después le entregó un papelito con la dirección de internet, el cual puso en su bolso. Ese papelito, convertido en una bolita que Carla hizo después de tenerlo en la mano, llegó hasta al fondo del bolso adonde se encontraban otros papeles.

Unos meses después, Carla se encontraba sin hacer nada, con ganas de conversar con alguien, pero sin saber a quién llamar para esto. Solo tenía a su mamá, lejos, en Colombia, pues era la única que la escuchaba sin juzgarla. En ese momento se acordó del papelito: “¿Dónde estará el papelito?”. Buscó y buscó y finalmente lo encontró convertido en bolita aplastada. Luego, se conectó a internet con temor, pues no todas las personas que se conocen por ese medio tienen buenas intenciones, pensaba ella. Después de un rato de mirar la página, decidió llenar el formulario con su perfil.

Así, transcurrió una semana y Carla se conectaba constantemente a internet. Se sorprendió de que varias personas visitaran su perfil y hasta escogió a un muchacho que tenía mucho de sus gustos. “Ese hombre de película que toda mujer sueña está ahí, en las características de una página. ¡Encontré a mi hombre ideal!”. Después de un tiempo de conversar, tuvieron su primera cita. “¡Oh, no!, es Clark Kent”, pensó ella. Pero su idea de aquél tipo de hombre fue una ilusión, porque no tenía nada de especial. De hecho, terminó la relación en la primera y única cita. “No más, ahora sí me quedo solterona de por vida, no vuelvo a salir con ningún hombre, me meteré de monja o seguiré sola con mi profesión”, fueron las palabras que le dijo a su mamá en una de tantas llamadas que le hacía a su confidente. Al día siguiente, por curiosidad miró nuevamente la página y vio el perfil de Patric, quien en su foto estaba alrededor de dos hermosas niñas, Carla pensó: “Es casado, son sus hijas”. Y cerró una oportunidad más, pero antes le envió una carita feliz. Él respondió con unas palabras muy bonitas de lo que Patric pensaba sobre una buena mujer. “Espero encontrar una mujer de buen corazón que sea de mi propia religión”. Carla volvió a mirar el perfil y le contestó.

Comenzaron a hablar por chat, luego por Skype y terminaron por teléfono. Dicha relación duró así tres meses. Patric vivía en otro estado, muy lejos de donde vivía ella. Carla sentía en su corazón que aquel hombre era bueno y de muy buenas intenciones.

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El tiempo pasó entre conversaciones y caras felices. Patric se le declaró por Skype y tuvo la iniciativa de conocerla personalmente. Sin embargo, Carla tenía unos exámenes en la universidad y le dijo: “No, por ahora no. Tengo que concentrarme en mis estudios y no quiero tener una entretención. Ese día pienso ir a la iglesia a dar las gracias”. No volvieron a conversar del tema.

Llegó el día del examen y a Carla le fue muy bien, ella, muy contenta, le pidió el favor a una compañera de clase de que la acompañara a la iglesia y después ir a cine a celebrar.  Cuando estaban llegando a la iglesia, recibió la llamada de Patric, quién le preguntó:

─¿Cómo te fue?

─Bien ─contestó ella─, no me cuentes ahora, déjalo para cuando nos veamos ─le dijo él.

En ese momento Carla llegó a la iglesia y se despidió de él. Se bajó del auto y cuando lo vio en la entrada de la iglesia, le dijo:

─Qué angustia, mi amiga al lado, él al frente, ¿qué hacer?

En ese momento se desplazó hacia él, se abrazaron y seguidamente se besaron como si se conocieran desde hacía mucho tiempo. Se dirigieron al automóvil de él y le dijo a Carla que mirara debajo de una gorra. Ella observó, la levantó y encontró un arequipe Alpina (dulce colombiano), el cual él había comprado en internet porque en su país no se encuentra esa clase de dulce. Ese detalle fue para Carla algo maravilloso, ya que en alguna de las conversaciones ella le había contado de su dulce predilecto. “Ese día me endulzó la vida”, dice ella.

La amistad de los dos fue creciendo cada vez más hasta el punto que él la invitó a conocer a su familia. Después, también él viajó al país de Carla para conocer a la familia de su futura esposa. Estuvieron conversando durante un año, él en su ciudad y ella en otra. Sin embargo, conversaban todos los días y se apoyaban mutuamente. La distancia era lo único que los separaba, pero había algo que los unía: el amor. Al año se casaron. Ya llevan un año de matrimonio y el amor sigue creciendo entre los dos.

* Condolezza quiere ser tu amiga, escribele y cuenta tu historia a condolezzacuenta@hotmail.com Todas las historias serán revisadas y corregidas para ser publicadas. Se reservarán los nombres reales, cambiándolos por un alias.

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