Queridos lectores: en estos cuatro años eltiempo.com me dio la oportunidad de soñar con ustedes, me di cuenta de que sí se puede. Se puede realizar todo lo que deseamos, siempre luchando por algo bueno.
Es hora de partir y dejar este espacio, donde conocí y compartí por correo muchos valores de ustedes; aprendí y conocí muchas historias, algunas se pudieron publicar y otras no; cada uno sabe el porqué. Compartimos por correo una amistad como ninguna, y no olviden que aquí tienen a una amiga.
Mi correo sigue abierto para ustedes, que me acompañaron en estos años.
Comenzaré un nuevo camino, con un nuevo proyecto, porque la vida siempre nos está dando una oportunidad, y hay que aprovecharla.
Alguien dijo: “La vida puede acabar en cualquier momento, no sabes cuál será tu última fotografía o tu última sonrisa, por eso hay que disfrutar cada día”.
Los dejo con un relato de uno de los lectores que me colaboraron todo el tiempo, sin condición, “El viejo aviador”.
Gracias a todos, y nos vemos por ahí en las redes.
Carta a Dios
Pendiente de cada acción en los medios de comunicación el Viejo Aviador anda algo asustado, con tanto lío endemoniado con tsunamis, terremotos por doquier, amenazas de guerra latentes, terrorismo e insurgentes, ensayos nucleares, campañas presidenciales, inundaciones locales y sequías mundiales y cuando ello sucede y no hay fuerza ya que quede a Dios regresamos a ver, como en este caso aunque sea por Internet. Es un simple ensayo no se vaya usted a enojar, aquí la clave y con ella la llave es rescatar el verbo amar.
Querido Dios:
Qué difícil comenzar un mensaje epistolar, mucho más triste buscarte y tristemente no encontrarte. La dificultad comienza en el modo de tratarte, está escrito en alguna parte, si hay manera alguna de hablarte o simplemente de rezarte?
Entraré un poco en confianza a ver si la amistad se afianza, con algo de camaradería valdrá para que mi alma ría. Te cuento querido amigo que tengo el alma hecho un lío, saberte incierto es un castigo a consecuencia del libre albedrío, pues no me cabe en la mente que existiendo un Dios omnipresente, vivamos un mundo tan sombrío.
Cada pueblo guerrea sin pena y piedad pelea, a sangre y fuego imponen razones, por amor a Dios se aniquilan naciones. Desde mi humilde perspectiva es simple falta de tolerancia, lo importante que nos diste es la vida y con amor todo sería ganancia.
Los dueños de la razón te imponen reglas y nombres, qué fastidio para todos los hombres hablarte sin convicción, que naciste aquí o ascendiste allá, o que todavía estas por llegar, Jesús, Yavé o Alá, más aún si la convicción es politeísta o brahamanista, qué decir si la persona es agnóstica o ateo, para ella no hay cielo ni consuelo que terror, que miedo, no me quiero equivocar pues aunque todos hablan de paz y mucho perdón, es letra muerta si elijes mal la puerta, gentil, hereje o infiel te califican sin amor y con mucha hiel. Si estás con nosotros bienvenido, el cielo es de vosotros, y si piensas diferente al infierno o arrepiéntete!
A ver si voy comprendiendo y un poquito me voy queriendo, esa energía latente que tiene cada ser viviente, aquella que nos permite perdonar y al mismo tiempo amar tienes que ser tú, pero tan singular y personal, tan diverso y parecido, tan abierto y comprensivo, que quepa en cada rincón, en el más humilde corazón, que no tengas membrete, partido único, religión exacta ni pensamiento proscrito. Y no es cuestión de comodidad sino más bien de humanidad, pues si cada uno entendiera que no se trata de cantar, rezar u orar, sino tan solo de amar fuéramos más prudentes, tolerantes y conscientes, que la persona que tienes alado tiene esa parte de ti necesaria para vivir. Solo así cambiarían muchas cosas que por hoy son pesadilla, hambre, guerra y miseria, poder, vanidad, enfermedad y muerte, al mismo tiempo que quienes dicen te representan gozan de todos los bienes, bancos, banquetes, hacen sainetes y hasta usan bonetes.
Disculpa que sea de la vieja guardia y por email te escriba, no tengo facebook ni twitter, pero la mejor red social que para conversar contigo puedo usar es mi propia individualidad, en confortable silencio, aquí, allá o también más allá, pues donde quiera que vaya si tengo por única verdad amar siempre en mi corazón vas a estar.
Sincerarse con uno mismo da gran satisfacción, en templos o reuniones no es lo mismo, Dios está en tu corazón.
El Viejo Aviador
Fotos: 123rf : y Emilce M.
* Condolezza quiere ser tu amiga, escribe a este blog literario y cuenta tu historia a: condolezzacuenta@hotmail.com Twitter: @condolezzasol
Comentarios