Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Soy colombiana y en el año 2007, cuando comenzó la moda de hablar en salas de Chat, comencé a hablar con varias personas de varios países. Algunos me sacaban corriendo, sin embargo, un día hablé con un chico español, mayor 10 años, y tuvimos una conexión inmediata, me gustó bastante, hicimos planes en solo dos meses, pero a pesar de que él me encantaba no pude dar los pasos que los dos deseábamos. Yo tenía una relación con otro chico y no pensaba terminarla. Así que entre el español y yo esta relación no pudo avanzar, pues decidí cortar y él aceptó y no volvió a buscarme. chat

Yo nunca me olvidé de él. Aunque tenía la otra relación, él quedo ahí, en un lugar de mi corazón donde nunca se fue. Algunas veces fantaseaba con verlo así fuera una vez en mi vida y hablar con él por algunas horas.

El tiempo pasó así y fueron 6 años, yo terminé con la relación que tenía, me gradué de la universidad y fue cuando pensé en volverle a escribir al Facebook y le dije que esperaba que estuviera bien, además le mandé un beso y un abrazo. El contestó amable y quedamos en hablar por WhatsApp. Pasamos aproximadamente tres meses hablando de nuevo y me enamoré por completo nuevamente de él.

Puedo decir que lo amo, que las cosas no son fáciles, pero el deseo que tenemos de tener una vida juntos hace que sigamos luchando… Los dos hemos demostrado nuestro amor y espero que este amor dé buenos resultados y que seamos capaces de seguir haciéndonos felices.

Él llegó de sorpresa a Bogotá. Cuando finalmente se separó de su mujer y de su hijo llegaron los peores momentos, no se pueden imaginar lo mucho que sufrió por no poder estar con su hijo y la culpa que tenía. Es el mejor padre que conozco, la clase de amor que le da a su bebé es una de las tantas cosas que amo de él. En este momento ya me encuentro en España (nos trasladamos a la ciudad donde vive su hijo con su madre).

Irme de mi casa, dejar un buen empleo –tenía muy buenas oportunidades en una de las mejores empresas de Colombia– y dejar a mi familia no me resultó nada fácil, pero acá estoy estudiando y tratando de sacar mi vida adelante junto con el amor de mi vida, con el que cada día somos más felices. Él me toma de la mano, no me suelta cuando estoy débil. ¿Cómo confía en este amor? Tengo miedo de no poder tener acá un buen trabajo o no poder estabilizarme, pero lo daré todo porque realmente quiero estar con él. No me perdono haber roto un hogar. ¿Han escuchado el dicho que dice ‘quien escupe para arriba le cae en la cara’? Pues eso me paso a mí, no justificaba de ninguna manera la infidelidad, pero me enamoré de alguien que no debía y el amor te vuelve idiota. Estoy acá, a 8.000 kilómetros de mi país, feliz. No se equivocan cuando dicen que el amor es la fuerza más grande del ser humano.chat1

*** Este es el relato del chico español a la niña colombiana. Abril del 2013, se dirigió a una emisora que ella escuchaba en Bogotá***

 

“El motivo de tan extraña conducta, pues no es muy normal que alguien de tan lejos se disponga a escuchar una radio tan lejana, es por una mujer… Una princesita en realidad, de signo escorpión, a quien acostumbro llamar ‘Ojitos’, pues fue lo primero que me enamoró de ella, sus preciosos ojos verdes. Sé que esta emisora es la preferida de ella y suele escucharla cuando se dirige al trabajo, que hoy lo hará como entre las 5 y las 6 de la mañana, hora de allá.

Quisiera contar una historia, casi es un cuento, con un final aún no escrito.

Hace ya algún tiempo, bastante ya si miro atrás, como algo más de 5 años, conocí por casualidad a una chiquilla colombiana de Ibagué. Yo… un españolito piscis. Nos conocimos fruto de la soledad y el aburrimiento… quién sabe si el destino u otra mano tuvieron algo que ver en ello.

De un encuentro fortuito como este, creció algo dentro de nosotros. Nunca se materializó en nada, y tras unas semanas de felicidad, también por acción del destino y de la presión de la razón todo quedó parado. En aquellos años había muchos puntos en contra y muchas dificultades que hicieron que esa felicidad no siguiera por más tiempo, y le siguieron unos días de vacío y lágrimas. Y ahí quedó, como un recuerdo, como un pasado…

Al tiempo, yo conocí otra mujer, y decidí empezar unos nuevos objetivos y nuevas ilusiones, pues nada en el pasado trae alegrías presentes. Con esta mujer, con la que he sido muy muy feliz, tuve un niño. Mi gran tesoro en esta vida, al que quiero por encima de todas las cosas. Esta mujer ha sido y es muy buena conmigo, ninguna cosa fea puedo decir de ella, todo lo contrario. Planeamos cosas para el futuro de nuestras vidas en común y todo estaba bien. Todo era perfecto –eso creía yo– .

Como a finales del año 2012, esta niña colombiana (la llamo niña porque en realidad nos llevamos unos cuantos años) y yo entramos de nuevo en contacto. Casi solo para felicitarnos la Navidad, pero algo que había dentro de nuestros corazones volvió a encenderse. Con cada palabra, con cada letra que nos escribíamos, esos sentimientos iban creciendo más y más, y sin darnos cuenta, o al menos sin poder frenar lo que sentimos, volvimos a enamorarnos locamente.

Como sin razón. Solo haciendo caso al corazón. El pasado, que quedó enterrado y dormido, volvió a despertar, resurgió y nos envolvió sin poder evitarlo.

En estos días he vivido los mejores momentos de mi vida. Pienso en cuidarla, en quererla y en hacerla feliz. Cuando me acuesto a dormir lo hago pensando en ella, en abrazarla y besarla, y cuando me despierto, lo primero que me llega a la mente es ella. Incluso, me despierto a medianoche con ella presente. Cierro los ojos y siempre está allí.

Mi actual pareja sabe todo esto, sabe que ahora mismo mis sentimientos están puestos en otra persona. La verdad es que es difícil imaginar cómo se siente ella y, del mismo modo, es difícil entender cómo me puedo sentir yo.

Ahora me encuentro en una situación en la que de cierto modo quisiera ser fiel a mi compromiso con la madre de mi hijo… Quisiera llevar una vida feliz con ella. Me esfuerzo por hacerla sentir bien, por tener detalles con ella, pero mi cabeza se encuentra constantemente pensando en mi ‘Ojitos’. La verdad es que no puedo fingir lo que no siento y eso se nota. La gente que me rodea y no sabe de esta situación me preguntan qué me pasa, que se me ve mal, triste, gruñón. Y las personas que sí saben lo que ocurre, que son muy pocas, dicen que mi camino está marcado, que mi vida tiene que cambiar de rumbo y empezar nuevas ilusiones.

El caso es que tomé la decisión de pasar unos días solo. Retirado de la compañía de ambas mujeres para ver qué sensaciones nacían en mí, y la situación es más que dolorosa. Lo primero que puedo decir es que extraño mucho a mi hijo, quien está a punto de cumplir tan solo un añito. Y luego sobre todo echo de menos a ‘Ojitos’. No es que me haya olvidado de la madre de mi hijo, sino que los sentimientos fuertes no están con ella.

Esta situación, que debería ser de alegría y felicidad, se ha convertido es una situación dolorosa para los tres. Por un lado, mi niña colombiana ha decidido –bien hecho– no hablar más conmigo para dejarme el corazón tranquilo, por lo que espera una decisión de mi parte, aunque ella en su interior tiene la convicción de que no seguiré con ella. Esto me está partiendo el alma y siento pena constante todo el día. Estos sentimientos intento dejarlos escritos todos los días en forma de carta no enviada, como un diario donde cuento lo más significativo del día. Por otro lado está mi actual pareja, que también sufre, pues estar al lado de alguien que a pesar de que hemos sido muy felices ya no tiene los sentimientos que se supone que debería tener.

Y por último estoy yo… que no sé cómo actuar. Es muy difícil tomar una decisión, más cuando perderé a mi hijo, pues su madre volvería a su ciudad (a unos 300 km) si terminamos rompiendo la relación.radio

Y mientras tanto no dejo de mirar el teléfono o el correo, por si mi niña colombiana me llama o me escribe algo.

Mi objetivo con este correo no es más que desahogarme… Sí me gustaría que en la medida de lo posible leyeras estas palabras por antena, con la remota posibilidad de que alguna manera le lleguen mis palabras (aunque en este momento ella estará durmiendo). Que sepa que ocurra lo que ocurra será por el bien de los dos; merecemos estar bien. Actuamos con sinceridad y el corazón, y eso tendrá recompensa.  Mi Princesa: te quise, quiero y querré.

Así termina esta historia con dos conceptos diferentes. Dos personas que se conocen por Internet nos dan un ejemplo de paciencia, perseverancia y amor mutuo, donde el destino está incluido día a día. Ella y él nos explican la experiencia qué sintieron en su momento. Ahora están unidos y felices.

Gracias a dos lectores*

* Condolezza quiere ser tu amiga, escríbele y cuenta tu historia a  condolezzacuenta@hotmail.com  Twitter: @condolezzasol.   Todas las historias serán revisadas y corregidas para ser publicadas.  Se reservarán los nombres reales, si lo deseas.  

Fotos 123rf.

Compartir post