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Fue tan malo el partido de Colombia como la transmisión de Caracol Televisión, pero de eso último, hablaremos al final.

Del encuentro podemos decir que Pékerman jugo al pókerman y perdió, porque no supo ni siquiera barajar las cartas.

Entró con la nómina que no era y por eso perdió un tiempo, al igual que en Chile.

¿Cómo es posible que Cardona ni Muriel no sean inicialistas si demostraron en el partido pasado que sí podían?

Contra Argentina era obligatorio tener a Edwin en el medio campo desde el principio, por su talla, porque se asocia con James, porque pisa el área y porque tiene remate. Fue un error poner a Macnelly desde el arranque, porque no es el socio natural de James, en lugar de hacer la pausa y de repartir juego, lució atropellado, al igual que nuestro diez. Los dos tenían que abrir la cancha, hacer más pases entre líneas, tener el balón, pero cayeron en la desesperación y la ansiedad les ganó.

Torres y Mejía recuperaban pero no entregaban bien, y un volante de marca debe saber quitar, llevar y descargar.

Helibelton Palacios y Frank Fabra de nuevo cometieron los mismos errores de todos los laterales de Colombia, atacan, pero nunca marcan. Son, como le decían a Dieguito Osorio, exjugador de Nacional, Santa Fe y la Selección, ‘un peligro atacando y un peligro defendiendo’.

Los centrales Zapata y Murillo, que nunca se equivocan, está vez sí lo hicieron. El primero, como se dice popularmente, se ‘descachó’ en el gol de Lucas Biglia, y el segundo, estuvo impreciso y le faltó de distancia, además al final, tuvo un remate para gol y le pegó como un defensor.

Arriba Bacca muy atropellado y Teófilo desubicado, ‘sobrerevolucionado’ y desesperado.

Con los cambios Colombia mejoró, excepto el de Ramos, quien pasó desapercibido.

En honor a la verdad, hay que decir, que aunque todos los jugadores estuvieron mal nunca les faltó entrega y sacrificio, de hecho, por esa mismas ganas de hacer bien las cosas terminaron equivocándose mucho, incluyendo a Ospina, quien tiene responsabilidad en el gol del visitante, porque se demora en salir y sale mal.

Pékerman se equivocó jugando al Pókerman, porque como decíamos antes, no barajó bien las cartas, no supo repartirlas y tampoco supo jugarlas. Escogió mal la nómina, traicionó esa máxima del futbol que dice, ‘equipo que juega bien no se cambia’, se demoró en los cambios, no los hizo a tiempo ni al tiempo, y terminó jugando con tres delanteros, cuando la idea era manejar el medio campo que Argentina le había copado.

En cambio, Martino hizo bien todo. Presionó a Colombia en el medio, no lo dejó pensar, le cerró las bandas, le quitó el balón, y cuando tuvo la oportunidad, le marcó. Colombia desaprovechó las veces que tuvo para anotar.

En el fútbol se puede ganar, empatar o perder, pero perder de esa forma es lo que el hincha no acepta. Colombia hace rato que juega mal, muy mal, tiene pasajes cortos en donde ilusiona pero finalmente desilusiona. Su técnico se está equivocando muy seguido, en la convocatoria, en la nómina, en el planteamiento de los partidos, en los cambios y el equipo termina jugando desordenado y mal parado. Algunos jugadores no están en ritmo, como James, que viene de una lesión y de jugar 25 minutos con el Real Madrid, algunos son debutantes y pagan ‘el derecho a piso’, y otros, no se encuentran en el terreno de juego.

Muchos dirán que no hay tiempo para trabajar porque la mayoría de jugadores actúa en Europa, pero se debe hacer micro ciclos con los que están en la liga colombiana, hacer acompañamiento y seguimiento a los que están en el extranjero y jugar amistosos con equipos de renombre para probar alternativas. Jugador que no esté bien no debe ni siquiera ser convocado.

De todas formas todavía hay mucho terreno que recorrer, si miramos la tabla de posiciones, Colombia, con cuatro puntos, está a uno de Argentina, a tres de Chile y a tres de Brasil.

Los rivales directos están así, Perú con tres, Paraguay con siete, Uruguay con nueve y Ecuador lejos, con doce. En ese orden de ideas, en la próxima fecha, en Marzo del 2016, Colombia debe ganarle a Bolivia en la Paz, por lo menos sacar un empate, y vencer a Ecuador, sí o sí, en Barranquilla. No se puede perder ni un punto más de local, porque está comprobado que quien gana todos sus partidos en casa asegura la clasificación, si araña unos tres por fuera. Eso es lo que más duele, haber perdido como locales.

En cuanto a la trasmisión de Caracol Televisión, fue tan mala como siempre, al igual que lo hace RCN Televisión y WIN SPORTS, rompen el eje, durante el juego ponchan cámaras que son reservadas para los ‘replays’, repiten una jugada desde diez ángulos diferentes y terminan ‘cómiéndose’ acciones de peligro o hasta goles. Cortan el desarrollo del partido ponchando planos innecesarios y a destiempo. Cuando el balón está en el área ponchan planos cerrados y desubican al televidente. El ‘ponche’ o dirección de cámaras, es sucio, y qué decir de los comentarios de Javier Hernández Bonett, son ‘paupérrimos’, redundantes, rebuscados y recargados.

Alguna vez Miguel Tulande, director de las transmisiones de RCN Televisión, nos decía muy sobrado, “es que si yo tengo once cámaras, pues once cámaras poncho”, a lo que le contestábamos, “no señor, aprenda de las transmisiones del fútbol europeo, son sobrias y sencillas, no por más cámaras ponchar, o más jugadas repetir, se va a ver mejor la producción”. Y eso mismo le decimos a Iván Piedrahita, director de cámaras de Caracol Televisión, las cámaras se deben ubicar bien, sin romper el eje, y se deben ponchar como lo pide la jugada y el partido, sin pretender ser ‘espectaculares’ y sin romper los cánones. Cuando se poncha una cámara del otro lado del eje se debe advertir que es un ángulo opuesto y nunca confundir al televidente. En resumen, en Colombia se transmite muy mal el fútbol, y lo decimos con propiedad, porque estuvimos diez años en esa labor, y somos de los pocos que, con toda humildad y modestia aparte, hemos hechos cursos y estudiado la producción y dirección de cámaras en eventos deportivos, además de haber ejercido mucho tiempo.

giovanniagudelomancera

periodista

Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional

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