Se cumplen los primeros 100 días del desgobierno Petro y el balance no puede ser peor.
El presidente sigue en campaña, pero no gobierna, tiene un gabinete cuyos funcionarios en su mayoría, con algunas puntuales excepciones, no tienen idea de como administrar su cartera y se les nota su inexperiencia, además, salen por su lado a dar declaraciones, se contradicen entre ellos y develan una incoherencia e improvisación en las directrices presidenciales.
Hay cargos importantes en embajadas y entidades del gobierno donde Petro aún no ha hecho nombramientos, pero no se sabe qué es peor, porque cuando nombra, generalmente no acierta.
Las declaraciones del presidente generan caos institucional, pánico económico, inestabilidad jurídica, miedo en los inversionistas nacionales y extranjeros, devaluación, inflación, carestía, entre otros muchos males.
En el congreso muestra que no es dueño de esa tal aplanadora ni mayoría en bancada, de la cual tanto se jactaba, y debe acudir a la mermelada y a las prebendas para lograr apoyos a sus reformas, que en muchos casos son fiel copia de lo que tanto criticaba.
Está tan mal rodeado Petro que parece que hubiera elegido a sus enemigos en el gobierno porque lo hacen quedar mal cada segundo, desde Gustavo Bolívar hasta Benedetti, pasando por Barreras y Prada, parece que todos se hubieran amangualado para desacreditarlo; con amigos así, para qué enemigos.
Los mensajes equivocados de Petro en campaña, y que no ha corregido como presidente, han generado toma ilegal de tierras, confusión en comunidades indígenas, en sindicatos y en agremiaciones sociales.
Y qué decir de sus declaraciones en eventos en el exterior, defendiendo y comparando la droga con el petróleo, acusando a Estados Unidos (nuestro principal socio comercial) de todo lo malo que pasa en el planeta y reuniéndose con dictadores como Maduro provocando molestia en líderes del mundo que rechazan la violación de los derechos humanos.
Volviendo a Colombia, Petro no ha podido unificar su mensaje, no tiene un vocero autorizado, caza peleas con los medios y periodistas que no estamos de acuerdo con su proceder y nos estigmatiza como enemigos del gobierno y de la paz.
Y hablando de paz, la tal Paz Total, donde reina la impunidad, es lo más grave de su desgobierno. Cómo es posible que quiera perdonar a la Primera Línea que cometió todo tipo de destrozos a la propiedad privada y pública, que atentó contra la Fuerza Pública y en muchos casos contra la población civil. A quién le cabe en la cabeza ‘perdonar’ al ELN, al Clan del Golfo, a las disidencias de las FARC, a Iván Márquez, a la delincuencia organizada, a la delincuencia común, en lugar de combatirlos y someterlos a la justicia, eso no es Paz Total, es Inpunidad Total.
Cien días de desaciertos, incoherencias, contradicciones, mermelada, imposiciones, improvisaciones, despilfarros (como los gastos en la posesión presidencial, adecuaciones de las casas de habitación y viajes de la primera dama con rol diplomático), cien días de darle puesto a los líderes y borregos de los partidos políticos a los que tanto criticaba y hoy los tiene como aliados.
Lo peor es lo que nos espera, porque es normal en los gobiernos de izquierda no enderezar el rumbo, por el contrario, mandan el avión contra la montaña o el bus hacia el abismo, pero obviamente ellos no van allí si no que observan desde la comodidad de su trono.
Nunca en la historia de Colombia el país ha estado en manos de un presidente que improvisa tanto, ni siquiera en la época de Santos, además, que reclama su triunfo por mayoría cuando la diferencia fue apretada y por eso debe gobernar para todos, no en contra de los que no votamos por él.
Es tal el desgobierno de Petro que tiene que convocar marchas a su favor para hacer creer que cuenta con un gran apoyo sabiendo que ya muchos de sus seguidores se sienten defraudados. De hecho, en la Plaza de Bolívar hubo más palomas que gente y en otras ciudades parecía un primero de enero.
Para cerrar, una perla, Ecopetrol el año pasado arrojó ganancias por 60 billones de pesos, casi tres reformas tributarias de Petro, y él quiere matar la gallinita de los huevos de oro. Hágame el favor.
Podríamos seguir enumerando muchas otras cosas malas del desgobierno Petro pero no queremos cansarlos amigos lectores.
¡Dios salve nuestra patria!
P.D. ¿Y para cuándo Gerente de RTVC señor Presidente?
Periodista
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Petro sigue en campaña, no se sabe cuando empieza a gobernar, solo anuncios propios de la izquierda demagógica. Sus discursos utópicos están próximos a causar una verdadera disforia
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