No es cuestión de enamorarse

Tener una relación duradera no es tarea fácil y dudo que alguien me contradiga. Y aunque ahora mismo no estoy en una relación, considero que soy hombre de relaciones largas; si me comprometo es en serio, si no ¿para qué? Casualmente esto coincide con que hace poco me vi con una amiga que lamentablemente está por terminar su matrimonio. Y digo lamentablemente porque no funcionó. Siempre es triste cuando algo que creíste eterno tiene final, cuando algo por lo que te esforzaste mucho no resultó tan bien como esperabas. Yo ya pasé por la etapa en la que todos los amigos del colegio y de la U se casaron, ya tuvieron hijos, y ahora estoy en la etapa en que varios se han separado. Ojalá no haya más, porque esas relaciones las vi crecer y fortalecerse. Creo que de un grupo como de 20 solo quedamos 4 solteros e inmaculados. Deberían darnos una medalla y todo. ¿Pero saben qué me gusta? Acá pensando, en mi familia todas las parejas de primos siguen juntas (aplauso para mi familia).

Yo creo que todos nosotros hemos escuchado alguna vez que el amor se construye todos los días (y se puede destruir en un momento), por eso el esfuerzo es constante, aunque no por eso debe ser difícil. Se debe asumir con paz y tranquilidad pero, sobretodo, con convencimiento. Con compromiso, que es lo que más nos falta últimamente, como menciono en «¿Por qué seguimos solteros?«. Ojalá nos comprometiéramos más en las relaciones.

En fin, con el atrevimiento de la ignorancia (porque no me he casado), pero con la arrogancia de que casi todas mis relaciones han sido de años, me aventuraré a dar ocho puntos para mantener una relación duradera.

1. Adora sus defectos. Entiéndelo/la.
   Uno de los puntos más importantes. Hay que partir de la base de que nadie es perfecto; cada persona con quien compartes diferentes espacios tiene algo que puede parecerte «malo», y con ello me refiero a compañeros de oficina, amigos de estudio, de la vida, familiares, etc. Creo que si una relación termina por esto es porque se idealizó a la pareja y esto es malo. No idealices. Yo peleaba muchísimo con mi hermano, pero siempre lo amé; detestaba varias cosas de él (en últimas siempre fueron pendejadas) pero nunca dejé de sentir el amor de hermanos. Bueno, con tu pareja debe ser igual. ¿No te ha pasado nunca que sientes que esa persona puede hacer cualquier cosa y tú aún así la amarás por siempre? Bueno, a mí sí me ha pasado y es real. Hoy en día una de mis mejores amigas es una ex-novia. Terminamos mal, peleamos, nos alejamos, pero luego volvimos a hablar, pedimos los perdones del caso y nos abrazamos. Yo hoy en día siento mucho amor por ella, a pesar de que fue hace varios años; hoy somos amigos y cuando hablamos es como si nos hubiésemos visto hace dos días. Creo que no puede haber amor más incondicional que el fraternal, amor como el que sientes por un familiar muy cercano, porque sin importar lo que el otro haga uno lo va a amar, porque es familia, es de uno. Así quiero yo a mi familia, mis tíos, a mis primos y primas y a cada uno de sus hijos. Así también se puede querer a la pareja. Llega un punto en que uno ya no la quiere solo con maripositas, sino incondicionalmente y para toda la vida, y termina uno perdonando muchas cosas. En fin, volviendo a aquello de que todos tenemos defectos, pues debes procurar entender y, mejor aún, querer los de tu pareja (por algo es tu pareja). Si es de esas mujeres que dejan la ropa interior en la ducha… disfrútalo, entiéndelo, ríete de eso. Si es de esos hombres que dejan la tapa del inodoro arriba, pues bájala, entiéndelo y móntasela por desordenado. Si suele apretar la crema dental por la mitad y tú odias eso, tómalo bien y le dices que no te gusta, o disfrútalo. No es tan grave. OK, no se trata de aceptarlo todo y perder tu identidad, sólo de querer a tu pareja como un todo, con lo bonito y lo no tan bonito.
2. Mantengan sus espacios.
   Como decía en el punto anterior, no pierdas tu identidad. Cuando uno empieza una relación quiere pasar todo el tiempo con la pareja. Si de uno dependiera, dormiría, comería, iría a la oficina con ella, quisiera hasta estornudar al tiempo. Muy bonito y todo, pero cuando vivan juntos y/o estén casados vas a darte cuenta que no tienes tu espacio. O para no ir tan lejos, si es un noviazgo y terminan, notarás que te quedaste sin amigos; toda tu vida estaba girando en torno a tu pareja y, de nuevo, eso es malo. Es por eso que debes procurar mantener tu espacio. Si son novios, trata de salir cada cierto tiempo solo o sola con tus amigos que, ojalá, no sean en común. Ten tus amigos, tu trabajo, tu espacio, tus hobbies, tus gustos. Son una pareja, es decir DOS. Se complementan, pero no se vuelven uno. Si están casados, también es bueno salir de vez en cuando solos, aunque no tan seguido, no abusemos. Y muy importante: en tu casa debes tener tu espacio para ti nada más. Esa habitación donde puedes escuchar tu música, o tocar tu música, pintar tus cuadros, escribir tu novela o leerla. Ver tus programas. Ojo: no estoy diciendo que vivan alejados y que sólo se vean por la noche para darse el besito de buenas noches. ¡NOOOO! Es simplemente mantener un espacio donde recuerdas quién eres y donde puedes tomar cierta distancia cuando lo necesites. Tampoco es un espacio prohibido para la otra persona, es sencillamente un lugar para hacer tus cosas. Se necesita ser muy inocente para creer que todo lo vas a hacer junto a tu pareja o que nunca vas a querer estar sólo. Ah, y no olvides respetar el espacio de tu pareja. No se trata sólo de ti, ¿no? El/ella necesita lo mismo que tú y también puede necesitar estar sólo cada tiempito. Respeta eso para que respeten el tuyo.
3. No olvides lo que te enamoró de el/ella y enamóralo/la todos los días.
   En las relaciones largas se tiende a dar la relación por sentado y no se cultiva. Todos los días debes hacer algo que enamore a tu pareja. Vístete atractivo/a de vez en cuando, llévale un regalo sólo porque sí, escríbele una notica donde la pueda encontrar, una nota en el espejo para cuando ella se maquille o él se afeite. ¿Todas esas pendejaditas que hacen en algunas películas? ¡Funcionan! No llames para preguntar cómo están los niños o si te hizo aquel favor que le pediste hace dos días. Llama y di «Hola, ¡te amo! » y ya. Y si llega el día en que piensas «carajoooo, ¡¡¡no me la aguanto!!!» recuerda qué te enamoró de él/ella. Seguro llegará ese día en que quieras ahorcarla, pero seguro también hay algo que te enamoró: cómo te miraba cuando se conocieron, cómo disfrutaban salir juntos, la risa contagiosa que siempre tuvo, lo ingenioso que siempre ha sido, lo bien que se vestía… cualquiera de tantas cosas que te llamaron la atención en principio.
4. Sean novios.
   Esto aplica sobre todo para quienes están casados o llevan mucho tiempo en la relación. Pasado un tiempo suele olvidarse qué tanto se disfrutaba hacer todo juntos. Como decía en el punto anterior, jueguen, diviértanse, pásenla bueno. Sean niños. Regálale una flor que cortaste de camino, o cómprala (la flor, o sea). Los mejores detalles son los más simples. No tienes que mandar hacer un arreglo de flores, sólo de comprar aquel dulce que le encanta y dárselo tan pronto lo/la veas. Salgan solos a hacer lo que hacían al principio, invita a tu pareja a cine, a bailar, a comer. Llama y ponle esa canción que le dedicaste hace mucho (o una nueva, siempre hay buena música). Miren la luna juntos, corran descalzos… ¿qué sé yo? Lo que sea que los hacía disfrutar tanto en un principio. No pierdas el romanticismo, no caigas en la rutina diaria. Algo que me enseñó una novia: salúdalo/la siempre con un gran abrazo, como si no se hubiesen visto en dos meses. Dale un abrazo de oso con beso apretado, como diciendo «¡Carajo! ¡¡Qué alegría tenerte conmigo!! «. O como dice CataG: Un abrazo poderoso (marca registrada). Nunca dejen de ser novios. A veces cuando voy por la calle veo una pareja de ancianos que van de la mano. Juemadre, me dan ganas de pedirles autógrafo; Son unos duros. Eso es admirable: Me les quito el sombrero que no tengo.
5. Sean socios.
   Esto es clave: Toda pareja debe tener objetivos comunes. Si tú en cinco años te ves en Los Angeles y tu pareja en Somalia… algo pasa. Si tú quieres comprar apartamento en el centro y ella una cabañita en la sabana, complicado. Si tú quieres tener cinco hijos y tu pareja un gato… mala cosa. Así que es bueno que hablen mucho y acuerden objetivos comunes, no importa si son a corto, mediano o largo plazo; es más, háganlos para los tres plazos. Y obviamente no basta con acordar objetivos: hay que buscarlos. Mejor no digamos objetivos sino metas, además no hay nada más satisfactorio que cumplir metas, mirar hacia atrás y darse cuenta del camino recorrido. «Listo, en un año compramos tal carro»…. «Ok, dejamos de vivir en arriendo y compramos en tres años». «Terminamos la carrera y empezamos posgrado», etc. etc.
6. Sean amigos.
   ¿Cómo esperas tener una relación con una persona que no es tu amiga? Esto me pasó a mí. En la última relación ya no había temas en común, nos íbamos en carro hasta Villa de Leyva y para tapar los silencios tocaba poner música (y no nos gustaba la misma). Ella solo hablaba de su apariencia o de sus problemas del trabajo y eso al final me aburrió. En fin, sean cómplices, compinches. Cuéntense todo, echen chisme, carambas. Tómense un café y se actualizan (sí señores, a veces uno deja de hablar con la pareja gracias a ese mundo acelerado en que vivimos). Dedíquense un tiempito a contarse las cosas. Uno muchas veces llega tarde y cansado del trabajo y no quiere saber de nadie. Bueno… el día que no, charlen. Hay que mantener la amistad que los unió en un principio lo más fuerte posible. Muy importante.
7. Sean amantes.
   Relación de pareja sin sexo no tiene futuro. Ya se ha hablado mucho al respecto así que no me voy a extender demasiado, pero sí digamos que hay que ser creativos, inventarse nuevas cosas, jugar, conocerse, mantener la pasión viva. Empieza con un buen preludio, buena música, vino, chimenea… o una cita romántica para empezar, buen restaurante, o el lugar que creas conveniente (hasta un parque es bueno si se tiene la actitud). Ya en el momento cúspide se vale ser creativo. comida: helado, hielo, vino, chocolate, halls negro… hasta compota, carajo (Yo personalmente prefiero de manzana, no de guayaba. ¡¡Nunca de guayaba!!). Juegos de rol: disfraces, esposas, cuero… eeen fin, ustedes deciden. Es que hasta planeándolo uno se ríe con la pareja. Crea el ambiente: texturas suaves, una cobija muy suave, un tapete bien acolchonado. Aromas: muy suaves, por favor, que no estamos en un motel. Una buena vela con aroma. Prefiere los olores dulces como el sándalo, miel, alguna fruta suave. Los jacuzzis ayudan bastaaaante. O también un buen masaje… y mejor no sigo porque me emociono y tengo que salir a reunión con el cliente.
8. Escúchense.
   Este punto es de Laura Gómez, que nos lo deja en un comentario y tiene toda la razón. Creo que la mayoría de problemas que tenemos en la vida es por la falta de comunicación. Así que si se escucha a la pareja con atención (y es mutuo) se puede garantizar mucha unión entre ambos. No dejemos de comunicarnos, de hablar y, sobretodo, escuchar. Y la ñapa, que es de lo más complicado en la vida, sobre todo para nosotros los hombres: Escuchar no solo lo que se dice con palabras, sino algunas señales. Ustedes las mujeres son especialistas en mandar señales y nosotros en no entenderlas, porque somos básicos. Así que para superar esto toca de parte y parte.

Estas listas siempre se quedan cortas. Seguramente se les ocurrió algo que yo no dije, picarones. Yo me los conozco. Claro, si alguno quiere agregar algo, bien pueda y lo hace en los comentarios. Incluso podemos irlos agregando acá abajo con el nombre de quien nos dio el tip. Acá aprendemos entre todos.

Solo me resta decirles que vayan y disfruten. ¡Hoy es viernes! Recuerden lo bonito que es tener a su pareja junto a ustedes y aprovechen cada instante. Yo por lo pronto me voy a ver The Big Bang Theory, que hace rato no hago maratón. Chaaauuuu.

@OmarGamboa

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En la banda sonora de la semana les dejo «Just the way you are». Les confieso que la nena que aparece ahí me encanta y la amo perdidamente. Si alguno la conoce bien puede decirle que si me pega una llamadita que hoy no tengo plan.

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La historia anónima de esta semana me intriga un poco. Es el comienzo de una historia escrita entre dos de nuestros lectores, así que ni idea cómo termine. Pero está bien interesante. Les dejo «El comienzo de una historia.»

Como les decía la semana pasada, mis estudiantes de Redes Sociales y Plataformas del Externado crearon un blog para cada uno. Cada semana les comparto un par, para que los miren y me den su opinión.

El primero trae recomendaciones sobre lugares para visitar en Bogotá. Me parece muy bien elaborado. «3 lugares parchados en el centro de Bogotá«.

El segundo son relatos de los viajes de esta estudiante: «Relatos de una viajera novata«.

Ya me confirmaron una serie de conferencias para periodistas que vamos a dar en 4 ciudades, les iré confirmando las fechas. Por lo pronto sé que vamos para Cartagena, Medellín, Cali y terminamos en Bogotá.

Muchas gracias a todos los que dejan sus comentarios, son muy gratos. Varios me han contado que están re-leyendo las historias de Andrés en «Le pasó a un amigo». Me encanta eso, me hacen feliz. Nos leemos el otro jueves, o viernes si me demoro. ¡Chau!

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Todas las entradas, están en:  http://blogs.eltiempo.com/marmotazos/ O si quieren que les llegue al correo cada vez que se publica un Marmotazo, en el botón «Seguir a este blog +” que encuentran al comienzo, bien arriba, tienen la opción y no se pierden ni una.

Pero si quieren les recomiendo algunas entradas anteriores: “La verdad de la vida en pareja“, “Sal con alguien valiente“, «¿Rato o amanecida?«.

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