Con justicia Egan Bernal ganó el Tour de Francia 2019, y sus posibilidades de título se abrieron desde su lamentable caída que lo privó de participar en el Giro.
Foto: AFP (2019) – Egan Bernal celebra su triunfo en el Tour con Geraint Thomas
“Mala noticia: ¡Egan Bernal se fracturó la clavícula y se pierde el Giro!” Ese era el titular que rondaba por los medios de comunicación en la tarde del sábado 4 de mayo, una semana antes del inicio de la primera gran vuelta a la que el ciclista zipaquireño acudiría como jefe de filas. La tristeza y frustración aparecían en los aficionados al ciclismo que creían que Colombia perdía a su máximo candidato para vencer la prueba italiana. Desde ese momento lo que se presupuestaba era que Bernal fuera al Tour para ser el gregario de lujo de Chris Froome y Geraint Thomas para pasar otro año adquiriendo aprendizaje y brillando por ser el principal soporte de los mejores pedalistas del mundo.
Lo que no sabíamos era que poco a poco se presentarían situaciones que acomodarían a Egan en una mejor perspectiva: La caída de Froome en Dauphiné y la de Thomas en Suiza lo perfilaban como una baza de clasificación general para el Ineos. Llegó al Tour compartiendo el liderato con el campeón de 2018 y para muchos era nuestro gran favorito para instalarse en la primera casilla de la general ya que tenía el apoyo de un bloque fuerte y era uno de los participantes más completos con opción de sacar ventaja en las ascensiones. Ante la escasez de exigencia de la primera semana pasó sin hacer mucho ruido, mientras que su compañero se mostraba como el más fuerte de los favoritos.
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Si algo se podía remarcar del colombiano era su regularidad y por ello se esperaba que fuera uno de los escaladores con mejor rendimiento en la crono, sin embargo, no fue así y cedió un tiempo importante. Claro, en ese momento no podíamos dar por perdida la guerra puesto que el Tour se definía en la montaña que iba a seleccionar a los más fuertes. En ese paso por los pirineos no mostró su pico máximo, pero comenzó a ratificar su superioridad en la montaña con respecto a Thomas y era el gran rival de Thibaut Pinot en las trepadas. La llegada del terreno alpino sirvió para mostrarlo como el más fuerte, el más valiente y premiar esa ambición con la consecución de su primer Tour de Francia.
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Egan Bernal no contó con la mejor versión del Ineos, pero dio cátedra de su gran experiencia a pesar de su edad, aprovechó sus buenos momentos y fue quien realizó una propuesta más agresiva, no tuvo miedo a atacar de lejos y romper la carrera. El colombiano ganó porque rompió el hielo y tuvo pretensiones mayores a las de un Kruijswijk o Buchmann, el hecho de no conformarse con un podio y siempre ir por más no solo fue determinante para este Tour, será el elemento vital de las siguientes carreras que harán parte de una nueva era que empieza en el ciclismo y que está liderada por el primer corredor colombiano en la historia que ganó el Tour, ¡Gracias Egan!
Alejandro Matiz
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