@NataliaGnecco
Amy Miller escritora, productora, directora y activista social canadiense encontró en el cine documental la fórmula ideal para mezclar el arte y la agitación con su empresa Wide Open Exposure. Además está involucrada en numerosos proyectos de medios de comunicación, como reportera para Free Speech Radio News, The Dominion, and the Independent Media Centre- en Montreal y en el 2009 realizó un excelente documental llamado Mitos con fines de lucro que explora el papel de Canadá en las industrias de Guerra y Paz.
A través de diversas entrevistas y estudios de casos este documental revela los intereses y las ganancias que se hacen por ciertas corporaciones, individuos y agencias al interior de Canadá. Mediante el examen de estos mitos se trata de averiguar cuáles son los posibles motivos que se esconden detrás de estas historias y quienes se encargan de ganar y mantener estas ideas erróneas. Amy cree que sólo rompiendo estos mitos se puede comprender cómo se manejan los hilos del poder y abrir los ojos a muchas personas en Canadá para poder cambiar el curso de la historia.
Miller basó su documental en tres mitos, el primero de ellos, “Canadá es una nación de paz” en donde analiza los cambios en el Departamento de la Defensa Nacional desde 1999 y fija una mirada al rol que Canadá ha asumido en la OTAN, con énfasis en su participación en el conflicto de Afganistán. Además analiza cómo Canadá apoyó el golpe de Estado ilegal en Haití y su rol al impulsar la política de » bombardeo de ayuda humanitaria» en Yugoslavia.
En el segundo mito “las políticas de Canadá sobre la reconstrucción y re urbanización en el mundo”, Miller investiga cómo varias agencias gubernamentales y ministerios a través de agendas específicas lograr influenciar el mundo, pues desde el interior del Departamento de Relaciones Exteriores ( DFAIT ) hasta Export Development Canada , se diseñan políticas para garantizar una agenda de libre mercado, neo -liberal en diferentes países , a pesar del impacto negativo que esto pueda ocasionar en las comunidades y el medio ambiente.
El tercer mito que desvirtúa es “el objetivo militar de Canadá es la defensa”, pues narra los hallazgos de una investigación sobre la complejidad industrial del ejército canadiense, desde la extracción del uranio utilizado para armas de uranio, hasta la producción de componentes para sistemas de armas; la intromisión de varias agencias gubernamentales y corporaciones, así como la complicidad pública en esta vasta industria.
Tuve la oportunidad de entrevistar en Montreal a Amy Miller sobre este impactante documental, cuando hizo el lanzamiento en el festival RDIM. A pesar de sus denuncias, el jurado prefirió premiar otros documentales con temas ajenos a la realidad canadiense.
¿Cuánto tiempo se tardó en hacer este documental?
Empecé a trabajar en enero de 2009, pero mis primeras entrevistas datan de mayo de 2007, pues a finales de ese mes me fui a Europa, donde grabé mucho y regresé a Canadá en julio de 2008 para filmar la sección canadiense, que terminé en septiembre, por lo que todo el documental fue hecho en marzo de 2009 . De principio a fin el tiempo total fue de dos años y dos meses. Si hubiera tenido más dinero, me habría demorado más.
¿Cómo se le ocurrió la idea de incluir la animación para explicar la interferencia de la OTAN a través de la historia?
Eric Hanson fue el animador que hizo esa parte y trabajamos juntos el guión gráfico de la animación. Para mí era como preguntarme: ¿cómo explicar lo que significa la OTAN sin que la gente se aburra? Vi tantos documentales políticos como pude durante varios años para ver cómo se hace, y pensé puedo incluir grandes conceptos y convertirlos en una animación y así hicimos la sección de la OTAN.
¿Estaba consciente de la controversia que despertaría?
Nunca pensé que mi documental sería polémico, pero la gente me ha dicho que es polémico, ¿cómo es eso? No trato de ser objetiva o neutral, soy muy directa, porque esto existe y tenemos que verlo, no planteo un punto de vista, sino el carácter real de lo que es Canadá. Una vez terminado el documental fui a visitar a los diferentes grupos de paz en todo el país y lo presentamos en 45 comunidades canadienses.
¿Cómo fue la reacción del público?
Conocí a pequeñas comunidades como Peterborough , donde más de un centenar de personas se encontraban en la proyección. En ciudades como Toronto o Montreal la actividad cultural es muy grande que uno se pierde de una buena experiencia, pero la proyección en los territorios del norte fue muy concurrida, fue increíble. Hicimos talleres de preguntas y respuestas que nos dejaron una gran cantidad de información por parte de los grupos pacifistas.
¿Qué dicen los profesores al respecto?
Una gran cantidad de educadores me dijo que querían utilizar mi documental para sus clases porque es interesante saber lo que la gente piensa acerca de estos temas y acabar con estos mitos. . Desde el público en general, el sector de las comunidades y grupos de paz, mi trabajo ha sido muy bien recibido.
¿Qué criticas le han hecho?
Algunos militares lo han visto ahora y hemos recibido muchos comentarios. Sin embargo, me dicen que no se siente como un ataque frontal a los soldados o individuos, más bien a la estructura de las Fuerzas Militares y eso es alentador porque estas personas comenzaron a discutir con sus amigos, con sus familiares estos temas, a no tragar entero, hasta el punto de cuestionarse qué está pasando realmente.
¿Cómo han visto los canadienses la participación de Canadá en la guerra de Afganistán?
Los medios de comunicación se niegan a hablar de los temas sobre Afganistán. Los canadienses por alguna razón, hemos creído que es una guerra muy limpia y no hay nada sucio involucrado, pero » guerra es guerra”. Es increíble pero durante todo este tiempo se leían más artículos acerca de la apertura de la cadena Tim Hortons en Kabul, que en saber la suerte de nuestros soldados que el día a día las operaciones.
¿Y el retiro de las tropas?
Se suponía que las fuerzas canadienses se iban a retirar en 2011. En la Cumbre 2012 de la OTAN en Chicago, el primer ministro Stephen Harper anunció que un número indeterminado de soldados canadienses permanecería en el país para ayudar a entrenar al Ejército Nacional Afgano hasta el 31 de marzo 2014. Canadá se va a estar muy involucrada en el equipo de reconstrucción y hay mucho que cuestionarse aquí, pues existen rumores que varias empresas canadienses serían contratadas… ¿Contratarán a Garda? , una de las empresas de seguridad más grandes de Canadá? ¿Cuál es la relación?
¿Cuál fue su mayor preocupación después de proyectar su documental?
Yo entrevisté a más de cincuenta personas y tuve que editar muchas secciones, no pude incluir el capítulo sobre la minería del uranio y era difícil de hacerlo porque el vínculo es muy fuerte con Canadá: se exporta a Estados Unidos, se convierte en armas y luego éstas son importados por Canadá para uso de las fuerzas militares canadienses. Así ha funcionado para Afganistán y en los Balcanes.
Además no incluimos unos apartes sobre Haití y El Congo y la verdad Canadá cuenta con altos índices de educación pero nadie cuestiona nada, nos conformamos con tomar las cosas como dicen que son y está bien así.
Finalmente, ¿en qué otros temas de denuncia está trabajando?
He venido trabajo en un documental sobre el proceso de agro- negocios en todo el mundo, nadie lo está mirando y desde hace rato quiero explorar eso, fruto este esfuerzo es mi documental No land, No food, No life que se está presentando igualmente en el festival RDIM del 2013. Esta Filmada en varios países y revela el funcionamiento interno y el impacto desastroso de la adquisición obligatoria de tierras por los gigantes de la industria actual. En una lógica perversa de la globalización impuesta, los agricultores locales no tienen otra opción que vender sus tierras a unas pocas multinacionales que controlan la oferta mundial de la producción agrícola. Con base en investigaciones sólidas y extensas entrevistas de tierras de la población local, No a la tierra es el hambre, nos actualiza sobre uno de los mayores escándalos de nuestro tiempo: el origen de una crisis de la desnutrición rampante
Fotos: Amy Miller
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