@NataliaGnecco
La «condena de la memoria” o “damnatio memoriae” era una práctica de la antigua Roma que consistía en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte, de esta manera, cuando el senado romano decretaba oficialmente esta medida , se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre.
Muchos emperadores se vieron afectados por esta práctica, incluyendo a Calígula, tercer emperador romano que fue asesinado con tan solo 29 años y dejó a su paso una serie incalculable de asesinatos, escándalos sexuales, incestos y ejecuciones. El soberano fue borrado de la lista de emperadores de Roma, pues como todos saben fue un hombre malvado y despiadado.
Pero la historia demuestra que este veto se ha aplicado tanto a hombres como a mujeres, y prueba de ello es Hatshepsut, la primera reina de Egipto, perteneciente a la Dinastía XVIII, quien se hizo al trono después de dar un golpe de Estado sin precedentes e imponerse ante su esposo. Desde que murió, hacia el año 22 de su reinado, cayó un manto de silencio sobre su figura. La mujer que había osado proclamarse faraón fue objeto de una damnatio memoriae, la eliminación de toda referencia de su reinado, como si éste no hubiera tenido lugar. Incluso su nombre quedó suprimido de la lista de los Reyes. Su biografía la narró de manera magistral la escritora francesa Christiane Desroches, conocida como la gran dama del Nilo en el libro Hatshepsut, la reina misteriosa.
Traigo todo esto a colación porque a pesar que a muchas personas les parece insignificante que 25 años después de la muerte de Escobar se haya demolido uno de los últimos símbolos del auge del narco más famoso del siglo pasado, vale la pena aprovechar este hecho para condenar la memoria de Pablo Escobar, de una vez por todas, pues fue un enemigo del Estado. No es sano permitir que un hombre que tanto daño le hizo al país siga inspirando a la juventud colombiana para glorificar la cultura del dinero “fácil”: no más series, no más propaganda, no más libros, documentales, películas; ni alusión a su nombre, ni visitas turísticas a su tumba o a su zoológico, ni material POP, ni nada de nada.
Por eso celebro que el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el de Palermo Italia, Leoluca Orlando, se unan para salvar sus ciudades del turismo criminal, pues ambas capitales se hicieron famosas por sus oscuros delincuentes y están trabajando juntas para cambiar su reputación y rechazar a las multitudes de turistas. Medellín y Palermo, que se hicieron célebres por series de televisión populares como narcos, se han unido para sacudir su mala reputación como centros amenazadores del bajo mundo que albergan a los carteles de la droga y de la mafia, como bien lo reportó la periodista del diario The Telegraph, Andrea Vogt.
Tener un aliado como el alcalde Leoluca Orlando, autor del libro ‘Hacia una cultura de la legalidad», es una gran oportunidad, porque hay que aprovechar la experiencia siciliana de un mandatario que logró cambiar la cultura de la ilegalidad que reinaba en su ciudad, para entrar en un proceso de crecimiento cultural y económico. Ha sido todo un proceso lleno de retos, pues Palermo era conocida como el «Líbano de Italia».
Ahora bien, no puedo negar que hay escepticismo cuando hablamos de demoler el legado de Escobar, lo pude comprobar en uno de mis grupos de Facebook, cuando al compartir el enlace del periódico The Telegraph alguno de los miembros dijo que tendrían que destruir “todo Medellín” porque hasta el Metro estaba salpicado de dineros del narcotráfico. Sea verdad o mentira, lo que sí podemos hacer desde ya los colombianos es condenar la memoria de Pablo Escobar, pues como bien afirma Gianlucio Valenti, Consultor de relaciones de Italia con Colombia:
“el problema de la mafia no es solo una imagen, sino que se traduce en valores que engendran un comportamiento intransigente.
Al menos me alegra pensar que Netflix ha puesto su interés en un tema muy alejado de la violencia y las drogas ilícitas como es la adquisición de los derechos de Cien años de soledad, la obra maestra de Gabriel García Márquez. Nada mejor que una serie sobre Macondo, en lugar de una sobre Escobar, así no se logre plasmar en las nuevas plataformas digitales todo ese realismo mágico que brota de sus personajes.
Espero si algún día regreso a la Plaza Mayor de Madrid- España no encontrarme con ese inmenso aviso publicitario, que tenían en el 2017 promocionando una navidad blanca con la foto del “Escobar” de la serie narcos, sino mas bien toparme con la imagen de Úrsula Iguarán, como paradigma de la mujer latinoamericana.
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Fotos: El Tiempo- Live Sicilia- Supercurioso
Agradecimiento: Flor Gnecco- Gianlucio Valenti
Nada más cierto, tanto tema que hay para seguir con los narcos……
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Mensaje de Gianlucio Valenti:
L’esperienza amministrativa di Palermo e la volontà di riscatto dalla Mafia hanno ispirato il programma elettorale del Sindaco di Medellin Fico Gutierrez, ed oggi la sua coraggiosa e coerente azione politica.
La demolizione dell’edificio di Pablo Escobar a Medellin, alla presenza di Leoluca Orlando, è un atto simbolico ma anche tentativo di rimozione di una memoria collettiva traumatica ed infamante per il popolo colombiano.
Natalia Gnecco nel suo nuovo articolo sul blog de «El Tiempo» evoca la «Damnatio memoriae» di Pablo Escobar, stigmatizzando il tramonto dell’apologia del disvalore.
P.s. Mi ha sorpreso essere citato..
La Colombia rimane universo di infinite relazioni diplomatiche ed umane del mio antico vissuto, ed eterno presente.. Grazie Natalia.
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Cada vez que se repita la historia, es deber de nosotros los periodistas de no dejarla olvidar. Bien Natalia!
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Tristemente pasaran muchos años para que Colombia se libere del estigma que heredo por culpa de la cultura del narcotrafico. La cultura de Colombia es aun desconocida en la mayoria del primer mundo, por eso celebro la serie de cien años de soledad que Netflix producira. Hay personas que creen que el pais es puro monte y selva llena de cultivos ilicitos. He escuchado comentarios como: «alla duermen encima de los arboles» o «toda la economia de Colombia se basa es en la cocaina». Considero que la culpa es de los nefastos gobiernos que no se han preocupado por culturizar al pais y hacerlo participe del proceso de globalizacion. No lo hacen por que les conviene tener un pais aislado y repudiado con el fin de tener ciudadanos aun mas vulnerables que no puedan dañarles sus negocios mafiosos. Tambien veo dificil que el pais avance por el adoctrinamiento politico y marxista retrogrado que esta de moda entre los «educadores». El panorama es negro, pero series e iniciativas como las de Netflix ayudan.
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