El ‘complejo’ de Disney: cuando las mujeres se creen princesas
Muchas niñas han crecido creyendo que pueden actuar como las princesas de Disney sin más armas que su belleza y su llanto, se enfrentan a un mundo hostil que perciben similar al de las películas y van por la vida esperando a que un príncipe las salve.
Desde el surgimiento de la gigantesca corporación Disney ha habido un buen número de estudios que se han encargado de analizar la influencia de sus producciones en muchas generaciones de niños, como el libro clásico de Dorfman y Mattelart llamado “Para leer al pato Donald”, que hace un análisis de las implicaciones políticas de las historietas del Pato Donald. En las últimas décadas, el auge de los estudios de género le ha otorgado a Disney un lugar especial en sus investigaciones sobre estereotipos femeninos y masculinos, incluso muchas sectas cristianas les han atribuido a sus películas poderes misteriosos de manipulación de las mentes infantiles a través de mensajes subliminales.
Si bien en los últimos años Disney ha sabido darle un viraje a la concepción de las relaciones humanas en sus películas, es innegable que durante décadas muchos crecimos con sus clásicos, esas películas animadas que recogían los antiguos cuentos de hadas cuyas protagonistas, las famosas princesas de Disney, se han convertido en el juguete preferido de las niñas del mundo.
Aunque por fuera son distintas, básicamente todas las princesas de Disney tienen una historia idéntica en la que sólo cambia el escenario y las acciones narrativas: la princesa, hermosa, noble e ingenua, recibe una prohibición simbólica que no puede superar sola; a lo largo de la historia recibe ayuda de diferentes personajes gregarios que la van emancipando hasta que por el final el príncipe la rescata definitivamente. La princesa está subordinada siempre, en principio a una entidad maligna, cualquiera que sea, y posteriormente a su propio príncipe; ella es incapaz de enfrentarse a sus propios problemas y su principal virtud, de la que se enamora el príncipe, es su belleza.
Muchas niñas en el mundo han crecido creyendo que pueden actuar o pensar como las princesas sin más armas que su belleza y su llanto, se enfrentan a un mundo hostil que perciben similar al de las películas y van por la vida esperando a que un príncipe las salve. Las jóvenes, que antes dependían de sus padres, ahora se aferran a su príncipe para no sucumbir; algunas de ellas llevan al extremo este modelo inconsciente de interacción y esperan que sus hombres les muestren el mundo, les enseñen a amar, a pensar, a vivir.
Las mujeres que se creen princesas han comprendido que el papel de la mujer es el hogar, como Blancanieves, que se encarga de limpiar la cabaña de los enanos, o como la Cenicienta obligada a trabajar para sus hermanastras, mientras el príncipe es el valiente que provee lo necesario para que ella viva, justamente, como una princesa. Estas princesitas de carne y hueso son egoístas e infinitamente ingenuas, creen ser el centro del mundo, piensan que los hombres que se acercan son como satélites que deben orbitar en torno a su burbuja y, lo peor de todo, es que hay muchos hombres que les siguen el juego.
Entre los muchísimos defectos que tienen las célebres princesas de Disney aquí sólo me referiré a tres y a sus posibles extrapolaciones al mundo real:
Las princesas de Disney son moralmente perfectas
Todas las princesas de Disney son moralmente perfectas, es decir, son bondadosas, tienen un alma libre de culpas y siempre obran de manera correcta; por eso, cuando una princesa de la vida real sufre, asume que no es culpa de ella misma sino de un factor externo que la oprime, como en las películas, pues en ella no habita el mal; en sus consideraciones jamás habrá autocrítica o reflexión pues, como buena princesa, es incapaz de pensar por sí misma. Estas mujeres que se comieron el cuento de las películas creen que obran bien y que el mundo es el que se equivoca, confunden su opinión con la verdad y actúan en consecuencia. Cuando se ahogan en sus problemas llaman entre lágrimas a su príncipe o al hada madrina para que las salve porque no pueden enfrentar y superar sus propios problemas.
Las princesas de Disney son hermosas
Lo único que pueden ofrecer las princesas de Disney al mundo es su belleza pero con eso les basta para recibir a cambio la felicidad plena que consiste en un matrimonio feliz con un príncipe enamorado. De igual manera, en la vida real hay muchas que creen que por ser bonitas tienen el mundo a sus pies y merecen la felicidad. A algunas les duele mucho cuando se estrellan contra el hielo de la realidad y descubren que su belleza de la juventud, de princesa, empieza a perderse; otras, que no se creen tan bonitas, están condenadas a sufrir porque no habrá príncipe para ellas. Sin embargo, la mayoría de princesas tienen egos gigantescos y, conscientes de su belleza, van por el mundo posando con una sonrisa perfecta, ansiosas de que la gente reconozca su única virtud; se burlan de las feas, de las gordas (que en las películas siempre tienen papeles secundarios) y de todos los que según su mente corta no se acomoden al nivel de perfección que creen merecer. La cultura de masas no ayuda mucho ya que de hecho algunas de estas mujeres logran vivir su vida como princesas abriendo puertas con una belleza inmerecida para su alma contaminada.
Las princesas de Disney siempre son el centro de atención
Las mujeres que se creen princesas se comen el cuento de que, como en las películas, todos los personajes de su mundo de fantasía viven en función de ellas, por eso van por la vida pensando que cuando no están presentes el mundo se detiene; esta, pienso yo, es la razón por la cual les cuesta tanto manifestar valores como la empatía, la lealtad o la solidaridad. Una mujer que cree ser el centro del mundo es una bomba de tiempo en una relación sentimental porque va a querer acaparar a su príncipe en nombre del amor y cuando no lo pueda hacer va a recurrir a los celos, a las peleas y sobre todo, al llanto. Una buena princesa es una fuente inagotable de lágrimas.
¿Reconoce usted entre sus prospectos amorosos a alguna mujer que se crea princesa? Si es así le aconsejo que no le permita que lo trate como a un súbdito pues cuando menos se dé cuenta le va a pasar lo mismo que a los enanitos de Blancanieves, que la protegieron y la alimentaron con todo el amor del mundo y luego tuvieron que ver cómo ella los abandonaba para irse con el primer aparecido con título nobiliario.
En ese articulo generaliza a todas la niñas del mundo. No todas piensan igual!
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Señor panza: usted fusila de aquí y de allá superficialmente seudo estudios sobre los cuentos de hadas para especular. Que mal blog. En panza cerrada no entran gases.
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No hay caso amigo Burgos, eso un infante que no conoce sino el mameluco no puede entender el beneficio de la corbata … no hay que perder el tiempo queriendo explicarle a la masa sucia que la mente tiene muchos mas niveles que los que la simple vista les ofrece. Esta gente no sabe de actividad neuronal, subconciencia alternativa y que nuestra mente solo ve patrones con los cuales ha sido moldeada.
Esa misma gente es la que vota contra sus propios intereses y despues se preguntan porque todo anda tan mal. Simplemente porque el candidato(a) de turno les supo estimular el miquito cerebral impulsandolos a votar compulsivamente en lugar de emplear la razon.
Son los mismos que no entienden la psicologia de las masas de Le Bon y dicen que eso son aspavientos mentirosos pues ellos se sienten dizque dueños de sus propias acciones.
Es la misma gentecita que no entiende neuroplasticidad y aceptan sus limitaciones con lamentos sin tratar de superarlos. No saben que podemos entrenar nuestros cerebros para casi todo y asi mismo nos lo pueden moldear para casi todo. Este tipo de gente que no le ve problema a las peliculas de Disney y Hollywood en general son de los mismo que viven esclavos de un consumismo ciego trabajando en lugares que les produce cancer, para poder comprar cosas que no necesitan, para impresionar gente que no vale la pena.
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No solo hay mujeres que se creen esas princesas, también algunos se las dan de los príncipes azules, pero que apenas alcanzan a ser los sapos del cuento…
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Si una mujer no pretende ser una princesa, merece ser tratada así, como una princesa.
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Estoy en desacuerdo total. Vivo en la tierra de «Disney» y las mujeres aqui en los Estados Unidos, son muy empoderadas, autosuficientes y capaces de valerse por si mismas. Es parte de la cultura y la educación. Las historias de Disney son cuentos de hadas, y todo el mundo lo sabe. Lo que si he notado es que en paises donde hay dificultades economicas inmensas, frecuentemente la mujer hace uso de su belleza y otras tacticas para conseguir lo que quiere, pues no hay muchas otras opciones viables.
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Yo también crecí en la era de las películas y cuentos de princesas. Hoy a mis 38 años, estoy casi 100% de acuerdo con las opinions de A. Burgos. El «rayon» que nos dejó creer que no hay defectos si hay belleza, es difícil de enfrentar, y conozco a muchas, especialmente en las culturas más machistas de nuestro país (la costa, Antioquia) que continúan formando hogares fallidos bajo esa mentalidad. Más vale tarde que nunca… Ni hay príncipes azules que resuelvan la vida de una mujer, ni hay mujeres cuya belleza eclipse el mundo de un hombre para llenar su vida. A hombres, les falta valorar más las virtudes diferentes de la belleza física de las mujeres conservando la caballerosidad, y a mujeres, nos falta aumentar la autoestima sana y la madurez de auto-gestionar la vida.
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Qué bueno está, Andrés. Lo venimos diciendo desde hace tiempos. Qué daño el que le ha hecho Disney a la sociedad. Y lo más triste de todo, algo que faltó mencionar, es que, la que más sufre en medio de toda esta ilusión de princesa es la «princesa» misma.
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Buenísimo su artículo..!!!
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Absolutamente valida tu postura, sin embargo vale la pena aclarar que hay muchas mujeres que nos gusta ser princesas, con esto me refiero a : mujeres educadas pero que organizamos y limpiamos nuestra casa, no por ser la sirvienta de nadie, sino por que el orden siempre debe primar en nuestra vida y en nuestro hogar. Vivo sola y, sí, me considero una princesa, una a la que le gusta leer, estudiar, una princesa con carrera universitaria, con especialización, una princesa que le gusta el cine, el teatro, una de esas, a las que aún nos gusta sentarnos en un café y leer, una princesa que fue educada por una reina. No tengo complejo de Disney, no pretendo ser el centro de atención, mucho menos una bomba de tiempo en una relación sentimental. Una princesa también es aquella mujer fina, delicada y sutil, que cuando tiene que sacar la guerrera que lleva dentro lo hace, ni Cenicienta, ni Blancanieves, ni Mafalda ni Susanita, mas bien una princesa de carne y hueso, que estudia, trabaja y se prepara, una que el fin de semana hace oficio y sale al mercado, una que en la noche se arregla y va a cenar con sus amig@s o su novio, una a la que aún le gustan los caballeros, una cero mojigata pero tampoco regalada y ofrecida, una princesa que cree en el matrimonio pero que le gusta tirar, aquella, que en definición de mis papás, sería una princesa.
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Si bien es cierto que una buena parte de su columna toca temas que son muy reales, tambien es cierto que el complejo disney en parte se da por la falta de acompañamiento que se les de a los niños y niñas cuando se les proyectan estas cintas, yo creci viendo aquellos clasicos y muchos otros que ahora se considerarian violentos (como agente cobra y samurai X) sin mencionar la violencia de las caricaturas de los 80 y 90, y cabe mencionar tambien que muchas veces ese complejo es en parte promovido por los mismos padres (muchas veces la mama) que ve en su hija la posibilidad de lograr con ella lo que no pudo para si misma y le inculca estos antivalores para combatir la realidad (y casos se han visto). La fantasia es buena en la medida que se les explique que se trata de eso, una fantasia que pretende mostrar o enseñar algo basico a traves de una historia, y no pretender que se convierta en la realidad de cada uno lo que a la larga es realmente el problema. PD: a consideracion, preferiria que en los cuentos de disney se contara la version original de los cuentos? recuerde que en muchos de ellos sus finales son algo «macabros» para los niños de ahora.
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Mi querido andresburgos, es una simple fantasia a la cual todas las ninas tienen derecho, al igual que a los hombrres se nos entrena desde ninos para ser los machos supremos, una fantasia erronea, mientras sonar con ser princesa no dana a nada ni a nadie, ser el supermacho si es danino hasta cuando crecemos y muchos se convierten en abusadores de mujeres o maltratadors, las fantasias simples como el papa noel o el famoso santa o los superheroes de la teelevision son solo una parte del ciclo de la vida mientras se llega a la edad adulta y una plena madurrez, no veo el motivo por el cual hoy en dia queramos acelerar el proceso de los ninos convirtiendolos en adultos a temprana edad, amigo , no hay nada de malo en que vivan una fantasia asi sea pasajera e irreal, o como ud dice el complejo disney, con mis hijas hoy en dia ya adultas y exitosas en sus vidas y trabajos ,vivimos muchos momentos en diferentes anos viajando a disney y disfrutando de sus princesas y todo lo que ello encierra y hoy en dia no veo ningun dano en ello ,al contrario conservamos hermosos momentos y horas de video que viviran en nuestra memoria por siempre. deje de ser acomplejado.
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Muy bien Explicado , me estuvo pasando con mi esposa .
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jaja, toda(o)s las que lo alababan la semana pasada le caen en esta porque hablo «contra» las doncellas. Y es que eso es super-prohibido en este nuevo mundo de lo politicamente correcto, ellas son la copia al carbon de la perfeccion y cualquiera que lo ponga en tela de juicio es un cerdo.
Hablando de cerdos, otro de los grandes males de Walt Disney fue el antropomorfizar a los animales, por eso no es raro que exista una princesa con su mascota a la que trata mejor que lo que trata a sus congeneres, incluso a su misma familia.
Esa obsecion ciega y obtusa de poner los «derechos» de los animales por encima de los de las demas personas esta llegando a niveles ridiculos. Esta bien que no se permita un trato cruel contra los bichitos, pero estamos llegando a que pesonajillos califiquen hasta de asesinos a los que consumen carne, sin medir que sin carne en la dieta del homosapiens ellos quiza no existirian aqui.
Veamos como es de chistoso, los cavernicolas se desarrollaron en parte gracias a la proteina y la grasa animal para que los herederos de ellos se opongan a que sigamos haciendo lo mismo, me imagino que de tanto dejar de comer pollo se les contrajo el cerebro a estos genios nutricionistas.
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Excelente escrito. Muchas de esas mujeres que se creen princesitas porque los papas la criaron para serlo, apenas se encuentran con el mundo real se estrellan. Y de ahi lo que sigue es un odio desmedido contra el genero masculino, como si todos fueramos iguales (su eterna letania). Princesita de infancia, feminazi de adulta. Y de verdad, parece mentira, pero siguen con el cuento del macho alfa. Algunas reniegan de los machos maltratadores, pero perpetuan ese deseo del hombre cavernicola que domina y provee.
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¿ Usted sabe qué es una secta ? Infórmese y después sí lance juicios.
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Excelente articulo, da muchas enseñanzas.
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Felicitaciones Andrés Burgos, excelente y cierto todo lo que dice. Para las personas que dicen que no existe un complejo en Disney y que no es válida la comparación entre un mundo de adultos y niños, les digo que están equivocados, que estudien y lean más sobre historia empresarial y sobre los efectos sico-sociológicos con que llegamos las personas a la adultez y QUE SON ADQUIRIDOS EN LA INFANCIA. Créanlo o no, uno es de adulto, lo que le grabaron en el chip de infante, y eso aplica perfectamente para las mujeres. En el mundo no se necesita más que una vagina para triunfar, porque siempre habrá machos alfa dispuestos a darle todo lo que necesitr una mujer a cambio de afecto (o remedo de afecto), sexo o ternura. Claro que empezarán acá los hombres que son padres a dárselas que tienen hijas perfectas educadas, etc pero la realidad es una: la mujer se «enamora» del hombre cuando hay dinero, poder, status, poder estar por encima de los demás, si ve que es un tipo por encima del promedio, si es un extranjero, etc. Finalmente, para el caballero que ve películas en donde no aparecen príncipes o figuras masculinas, en compañía de su hijita, si se observa bien, allí hay otra clase de mensajes perniciosos: la antesala al madresolterismo y al lesbianismo.
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Y en Colombia jodidos por Simon el Bobito y El Gato con Botas, entonces?
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Guerreras y tal, pero saqueles una chequera, tarjeta de credito, fin semana en cartagena y todas se vuelven prepagas. De 18 a 58. No cambian. Valores falsos, moral falsa, beatas. Ehhhh
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De acuerdo. Algunas mujeres todavía andan con el chip de buscar un hombre para que las mantenga. Muy liberadas pero todavía piensan que ser parásitos es su misión de vida. Y valoran su ser en base a lo físico.
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Faltas a la verdad cuando mencionas «complejo de Disney» no existe tal cosa. Es ridiculo pensar que los comportamientos son adquiridos por una pelicula. Para eso estan Los Padres para educar y afirmar a sus hijos. Se nota que no eres Padre o sino podria afirmar que no has hecho tu labor periodistica con rigor. Te recomiendo que veas dos peliculas este fin de semana Brave & Frozen. Ellas no necesitan de hombres para ser princesas; no necesitan casarse para adminstrar el reino. En esas dos peliculas te demuestran lo capaz que pueden llegar a ser valiendose por si mismas. Tengo un hija y disfruto verla emocionarse con cada una de las princensas, sus atuendos y accesorios. Veo con felicidad una etapa que debe de vivir como niña de 3 años que es.
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Disney nos ha afectado a todos a hombres y a mujeres y tienes razón que se sueña con hombres perfectos y los hombres sueñan con mujeres abnegadas que se abonen a si mismas para complacer a sus maridos, ya que los caballeros se creen príncipes y cuando se casan se creen reyes, y los dos se estrellan con la realidad que no es color de rosa, pero lo insólito es como la mayoría de personas juegan a la casita feliz y llevan muchos años de matrimonio aparentando que se aman y son un nido de mentiras y de engaños, esto producto que se cree que el matrimonio es el camino a la felicidad gran error, los hombres perfectos no existen y las mujeres perfectas y princesas no existen, existen hombre y mujeres con defectos y cualidades y nos cuesta descubrir que la felicidad esta en nosotros mismos y no en otra persona y mucho menos en una unión que se da producto de complacer a un entorno lleno de engaños.
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Parcialmente cierto, ya que blancanieves ya se acerca al siglo de haber sido estrenada por los estudios de Disney y la Cenicienta es de los 50´s…. si observamos princesas como Bella resalta el valor de pensar por si misma y enamorarse de alguien que todos rechazaban … igualmente Jazmin ella decide casarse con alguien que aparenta ser principe e igual cuando descubre que es un plebeyo lo sigue amando… pienso que las historias de Disney ha ido evolucionando a la par con los cambios sociales en el mundo.
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Muy buena entrada, pertinente en un país como Colombia, donde la voluptuosidad mantiene en un constante estado febril a las gentes. Princesas o reinitas siempre querrán súbditos, no quieren esposos o compañeros, quieren eternos acreedores que acepten como privilegio la enorme deuda que su belleza impone. No creo que sean nobles e ingenuas, aprenden con cálculo a instrumentalizar su belleza muy bien, tampoco creo que su vocación sea el hogar, prefieren las compras, los spas, o los proyectos que, aunque inviables, les sirve para aparentar sacrificio y ocupación.
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Es una comparación ridícula. El mundo de la niñez no es el mundo de un ser adulto. No conozco la primera que se crea princesa de Disney. Es cierto que en el mundo actual, la superficialidad se convirtió en prioridad en la juventud. Entre más tiempo pases preocupado en cómo te ves, menos tiempo ocupas preparándote para el futuro.
Si en algo han fallado los padres de hoy es en educar a sus hijos que para surgir en la vida hay que hacer sacrificios a temprana edad.
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y de esas tenemos artas que llegan hasta los 17 por que a esa edad las aterriza la vida
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Princesas barbilindas de automóviles teutones, intereses en creces, me alegra por gruñón..
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No entendi bien si la princesa de Disney es la mujer que termina sometida a su marido o mas bien es la que pretende someter a los hombres.
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Le recomiendo al bloguero que busquemos un abogado rapidamente, ya que estoy totalmente de acuerdo con usted. Producto de esto mañana. El sindicato Nacional de mujeres, la asociacion mundial de princesas, la organizacion pro mujeres de Disney, el movimiento de mujeres divorciadas, una que otra amiga de mis amigas y dos de mis exnovias estaran buscando demandarnos.
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