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La Iglesia, por fuera del Sena
Por Rafael de Brigard, Pbro.

«La Iglesia católica, que tenía representación en la mesa directiva del Sena, ha sido excluida de allí. No puede haber, dirán los magistrados, una presencia confesional en las instituciones del Estado pues este es laico y porque podría constituir una especie de preferencia sobre otras confesiones religiosas. Lo que no dicen ni cuentan estas luminarias es que la Iglesia fue promotora y casi que cofundadora del Sena y que por eso está en su junta directiva. Pero, más que cualquier otra razón, la Iglesia está allí porque quiso promover la creación de una institución que formara para el trabajo a las clases populares colombianas. Y durante años ha estado allí simplemente para seguir insistiendo en que se cumpla esa misión pues las necesidades de nuestras gentes son infinitas.
Con razón el presidente de la Conferencia Episcopal, obispo Castro Quiroga, ha hablado de “perplejidad e indignación” al referirse el hecho de que la Iglesia sea excluida de allí. No era ningún privilegio. Tampoco un favor recibido de alguna autoridad política y mucho menos una tarea por razones económicas. Simplemente era parte de una historia de promoción social en la cual la Iglesia había participado codo a codo con el Estado y sentía que estando allí cumplía también parte de su misión de servir, como lo manda la gran constitución de los cristianos que es el Evangelio. No obstante esta decisión tan baja en su calidad humana, la Iglesia pudo servir en el Sena por muchos años y mucha gente se benefició. Y eso era lo importante.
Este hecho sirve para reflexionar y recordar las razones por las cuales en muchas ocasiones la Iglesia aparece trabajando en instituciones oficiales y también privadas, amén de las propias, en temas sociales. Una mirada simple y tal vez resentida dirá que la Iglesia está allí como parte del establecimiento y ejerciendo el poder quien sabe con qué propósitos. Nada de eso. En el siglo XX de la historia de Colombia, muchas de las iniciativas sociales en favor de los más pobres, en campos tan variados como la educación básica y superior, el ahorro, la construcción de vivienda, la creación de sindicatos, la atención de la salud, etc., fue abanderada por la Iglesia. No podía ser de otra manera: ese es el mandato del Evangelio y si se puede cumplir en forma asociada con instituciones del Estado u otras, pues no hay problema alguno. Pero, como dice una canción mexicana: “si nos dejan”. Si no dejan, pues es necesario ir a servir en otros lugares y de otra manera.
Y eso es lo que seguirá haciendo la Iglesia en lo social: seguir sirviendo, siempre iluminada y bajo los criterios del Evangelio y según el modelo del servicio de Jesús. Los campos son inmensos para hacer esta tarea. Y ahí está la Iglesia: los bancos de alimentos, los colegios, las universidades, la construcción de vivienda, la formación de líderes sociales, las casas de acogida para niños y ancianos, los centros de salud, la atención a desplazados y a migrantes, la atención de las cárceles y de quienes han cumplido sus penas y mil cosas más. Todas hacen parte de la agenda diaria de la Iglesia, a través de sus obispos, sacerdotes, diáconos, laicos comprometidos, muchísimas mujeres y jóvenes. En el Evangelio, Jesús, en una de sus afirmaciones fuertes dice: “a los pobres siempre los tendrán entre ustedes”. Según esto, el campo de servicio a las personas seguirá ocupando gran parte de la fuerza humana y espiritual de la Iglesia.
¿Cabe pensar algo más de la decisión de “echar” a la Iglesia del Sena? Por supuesto que sí. Las cosas que hacen nuestros políticos, el puesto para algún pariente de ellos, la venganza por la firmeza ética de la Iglesia en sus posiciones ante dirigentes que son muy ambigüos en sus vidas públicas y privadas, el plan premeditado de arrinconar a la población religiosa para quitarle capacidad de decisión en lo público, etc. Pero todo esto no hace sino motivar más a la Iglesia para buscar nuevos caminos de servicio a las personas. Y lo hará bajo la guía del Espíritu Santo que va mostrando caminos, momentos, oportunidades y que sobre todo va dando fortaleza y ánimo para obedecer primero a Dios que a los hombres. Y la Iglesia sabe muy bien que a quienes primero tiene que obedecer, luego de hacerlo con Dios, es a los pobres. No los podemos dejar inermes en las manos de los políticos.»

Qué tal esta ÚLTIMA del SENA..! Y sabiendo que esta REFLEXIÓN es para DIGERIRLA…

Para estas ÉPOCAS nada mejor que ese estilo tan CLÁSICO al que siempre apeló esta marca de gaseosas; impuesto al azúcar de lado; y al que ACOSTUMBRÓ a muchas generaciones…

Es una FORMA simpática y amable que tenemos desde este BLOG para decirles …

Que sientan el sabor de la NAVIDAD y comiencen MEJOR el 2017…

Nos encontramos el primer Día del AÑO que VIENE…

SI DIOS QUIERE…!

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