Tres cosas no mienten: los borrachos, los niños y los leggings!
‘Yo me pongo lo que se me da la gana’. ¡Mentira! Si te gusta alguien no vas a la cita como un mamarracho y desempolvas tus mejores trapitos para atraer a esa persona, si vas a una entrevista laboral no vas con la camisa rota, ni los zapatos sucios, quieres que tu vestuario refleje también una imagen sólida junto a tu brillante hoja de vida.
Muchos de los que predican el ‘Yo me pongo lo que me de la gana’, tienen razón, pero no es tan cierto, muchas veces son los mismos que se critican unos a otros y también salieron espantados a criticar el traje rojo escarlata de Messi en la pasada entrega del Balón de Oro. Todos a través de la historia parecemos tener opiniones sobre el vestuario, después de todo no salimos desnudos de la casa a la calle y el vestuario es un reflejo de nuestra personalidad.
Los famosos leggings son unas pantaletas elásticas que resucitaron de la década de los 1980’s para quedarse un buen rato, y como toda moda su uso causa conmoción, risa o aceptación. Vienen en varias modalidades, hasta los más fashion en imitación cuero, y si te vas de fiesta tienes los de lentejuelas.
Por supuesto también vienen en un sin número de estampados, desde el ‘Hello Kitty’, gran variedad de estampados animal, las galaxias, flores, hasta esqueletos rumberos, en fin, hay uno para cada personalidad y para todos los bolsillos y tallas, van desde $5.990 en el agáchese hasta $1.380.000 (pesos colombianos TRM del día) si los quiere muy Alexander McQueen, por ejemplo. Asi como hay de motos a motos, hay de leggings a leggings.
Para algunas mujeres han creado confusión en el uso del vestuario, porque no son pantalones y los usan como pantalones. Si fueran pantalones se llamarían pantalones y no leggings. Te hacen ver sexy, cool o rockera. Aplicando estadística básica I, o sea haciendo un sondeo durante diez minutos sentada en una banca de centro comercial, podría afirmar que 9 de cada 10 mujeres tienen por lo menos un par de leggings en su armario. y de datos ‘atípicos’ tenemos 5, cinco de diez los usan mal.
Todo lo que prometa hacerte ver sexy o sentirte cómodo vende, o que digan lo contrario los adora-crocs y las usuarias del Jean-Sinbol (para mis lectoras fuera de Colombia es técnicamente un jean sin bolsillos en la nalga). Ahora, hay unos leggings que te hacen ver es ‘sepsi’ y no sexy si los usas mal.
El uso y origen de estas ‘pantaletas elásticas’ que la mayoría de mujeres corrimos a comprar, data de la Edad Media digamos Siglo XII y principios del XIV, se llamaban calzas (similar a calzón, calzetas, etc), y los hombres más prestantes de la sociedad ‘como diría cualquier tatarabuela’ las usaban debajo de las calzetas -una especie de short tipo bombacha-, Haga de cuenta la pinta de Don Quijote de La Mancha. Estas calzas cubrían desde sus pies a la cintura, ajustando bien sus piernas y partes nobles, se asume -no yo, los historiadores- que se depilaban, y les creo porque si no la piquiña quien se la aguanta.
Vaya, vaya, los hombres no solo usaron primero los tacones que nosotras (leer mi artículo ‘los tacones son como los hombres se doman de a poquito’), sino que ahora resulta que también usaron primero los leggings que nosotras, !Ah, y el pantalón, las pelucas, los shorts, los boleros y otro poco de cosas!.
Entonces, me disculpo publicamente con Leonel Álvarez figura del fútbol nacional colombiano por mis trinos atacando últimamente, el uso de sus pantalones tipo leggings ‘bien ceñiditos, bien apretaditos’ ♪. Pantalones que dejan ver el prominente nalgatorio del director técnico, cuyos primeros planos elevaron los índices de mujeres viendo partidos de fútbol en el 2013. Nadie le ataca el nalgatorio, sino que parece un hulk con toda la musculatura forrada.
Si de forrado se trata, el consumo de leggings se ha disparado en los últimos cinco años porque resultaron ser una prenda super cómoda y versátil que permite conjugar diversos estilos y verte casual, informal y a veces un tris chic. Son cómodos para muchos tipos de cuerpos, abrazan muy bien las piernas haciéndolas ver más estilizadas con tacón, flats, tenis o botas.
Los pueden usar mujeres con piernas tipo Angelina Jolie, hasta las de pierna tipo Beyoncé. Llegaron en diversos textiles y si trastornó a las europeas, a las latinas mucho más porque hacen buena justicia a nuestra antropometría o sea, a nuestra buena piernita, muslo, glúteo y curvaturas que un tieso par de jeans o un ultra holgado pantalón no logra con la misma facilidad.
Bien usados, tienen la magia de hormar justo a tu medida, claro por su composición elástica. Pero pasa, que ya cuando se exagera intergalácticamente surgen accidentes como el horrible ‘camel toe’ (pie de camello), o sea, cuando parece que te los fueras a tragar, o en palabras de mi mamá con cara de Pepita Mendieta horrorizada: “esa grosería de leggings les marca el sexo!!!”.
Por eso, y a petición de mis lectoras, a continuación, ocho consejos ‘prácticos’, sencillitos, que no requieren de ciencia nuclear, ni más faltaba, que muchas ya sabemos, pero muchas también desconocen para para usar bien los leggings y evitar accidentes:
#PepaTips
- Por la Virgen Santísima, le suplico que entienda, que los leggings NO son pantalones, úselos con blusa larga, no son para usarlos a toda hora,mucho cuidado en su sitio laboral, todo depende del entorno en el que se desenvuelva, así mismo los debe usar.
- NO ser hombre. Eso no pega.
- Nadie está llamado a ser políglota, pero si usted le choca que a su país lo llamen Columbia y no Colombia, entonces la cosa es así: se escribe ‘leggings’, se pronuncia /leginz/, y no se dice, ni escribe leggis/lenins/lejis. Y no tiene nada que ver con sonar más transatlánticos o sofisticados. Dependiendo de su país, tampoco ‘son una Maya’, porque Maya es la popular abeja caricatura de origen alemán, ‘Malla’ si es una prenda de vestir, que son más medias, que leggings (los cuales no cubren los pies). Y si de sonar modernos se trata, ya algunas personas no usan el término ‘chicle’ (a menos que usted sea toda una Doña Gloria, o sea, la ejemplar mamá cuyos hijos menorcitos somos de la melindrosa generación X). Lycra es una marca registrada, de un textil (spandex) cuya característica principal es su asombrosa elasticidad y resistencia que usamospara hacer deporte, así como toda salsa de tomate no es FRUCO, ni todo cereal es ‘Kellogs’, todo par de leggings no es una ‘Lycra’.
- Entrando en materia de usos, para no rayar en lo ‘watamericonsu’ o sea, vulgar. Si usted es plus-size no se los ponga blancos, ni en estampados de tonos claros, use tonos oscuros, planos (un solo tono), y si quiere usar estampados procure que el fondo sea oscuro. Use la talla que és y no XS. Comprar XS no la hace ver más delgada. Una debe vestir celebrando su cuerpo, de acuerdo a sus proporciones independientemente de que tenga más carne que hueso o viceversa con gracia y estilo, no causando gracia.
- Y para mis lectoras que manejan moto, mucho menos los use con ropa interior amarilla o rosada que cuando se sienta en la moto se le ve la tanga en el semáforo hasta 3 carros atrás suyo muy a juego con el casco. Si los va a usar blancos, de hecho, para toda falda, pantalón ajustado o flojo pero blanco; use siempre ropa interior del tono más parecido a su piel que encuentre en el mercado. Lo mismo para la ropa interior de su novio o esposo cuando van al matrimonio en Guayabera y pantalón de Lino blanco ‘muy pinchados’ y cuando ‘sudan’ el Lino por ser higroscópico, o sea, absorbe fácilmente la humedad del cuerpo y manteniéndonos frescos en tierra cliente, se transparenta y se ve fatal si no cuidamos ese detalle de la ropa interior. Manejemos los tiempos.
- Retomando, en la parte de arriba, si quiere generar equilibrio le sugiero usar tops o camisas de seda o algodón manga larga o sisa, holgadas o si es un top ajustado, arriba puede usar con un blazer, chaleco, cárdigan o chaqueta de cuero y tacones clásicos si quiere ir elegante-informal, en clima frío agregue una bufanda y botas y obtienes la combinación más sencilla. Si se van de fiesta pues los de lentejuelas (bien hechos) no pasan de moda solo que favorece más a la mujer de pierna delgada que le da pavor usar pantalones ajustados. Si son estampados use tonos neutros o contrastantes en el resto del vestuario. Pueden usarse con tenis cool tipo vans, keds, converse, etc. todo depende del look que desees obtener.
- Si la celulitis te invade las piernas (que mujer no la tiene), pero si es mucha y no te resistes a los leggings, procura usarlos en un textil elástico mas grueso y con estampados que son los que te ayudarán a disimular los huecos, pero no el estampado Hello Kitty fondo rosado Barbie. Y opte por un top que cubra la nalga, si, la nalga. Si le queda tiempo y fe, tome mucha agua , 30 minutos de cardio 5 veces por semanas y compre la nivea good-bye celulitis y santo remedio.
- No se los suba hasta el cuello, así evitará que le marque la zona íntima. Cuando no se marca tu zona intima puedes ‘medio-usar la blusa por dentro en la parte de adelante, sí y solo sí NO se te marca la zona intima.
Por ultimo, están las variantes Jeggings fruto de un par de leggings que se casó con un par de jeans y tuvieron un hijo que le pusieron jeggings. O los más raros Treggings que son una mezcla entre leggings y trousers (en español pantalones), o sea la apariencia de ‘pantalones ajustados’ algunos con cierre y bolsillo. Como ven, hasta las prendas evolucionan su estilo. ¿Por qué no evolucionar el tuyo?
Hasta la próxima,
Pepa Maria.
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