Yo creo que el cine es emocionante y emocionable, tiene la capacidad como cualquier otra cosa en la que se cuente una historia, de permitirnos ir más allá de lo que los actores o el director nos quieren mostrar y cada película la hacernos nuestra. Se mezcla entonces lo que vemos con lo que sentimos y de ahí que haya historias que para algunos sean generadoras de interés y sensibilidad, mientras para otros no. De esta manera podemos determinar que cada historia contada en el séptimo arte es totalmente diferente según sea el espectador que la ve. Confluyen muchos factores, desde los más generales hasta los más intrínsecos, de tal forma que la particularidad hace que las películas tengan unas características únicas para cada uno de los que las vemos. A pesar de ello, también se considera el cine como un lenguaje universal, la imagen es el fundamento y se apoya en muchos otros factores. Sin embargo hay filmes que logran universalizar su cuento de tal forma que generan en todo mundo un sentimiento pre determinado por el escritor o guionista. No es nada raro que en esa lista de películas que uno no conoce a quien no le gusten tengamos tantos dramas, porque esa lágrima cinematográfica es muy difícil de olvidar.
Por lo general, el público acepta aquellas historias donde se siente identificado con el personaje principal, sea cual fuere la motivación de éste y se apropia de su sentimiento o su aventura. No conozco a nadie que haya dicho que le molestó El perfecto asesino (1994) de Luc Besson protagonizada por Jean Reno y Natalie Portman, una conmovedora historia contada de una manera genial y que entra en las nuevas inolvidables. Y qué decir por ejemplo de La vida es bella (1997) , escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. ¿Hay alguien que no guste o se conmueva con esta tragedia en clave de comedia?
Una que no resisto ver, porque me conmueve hasta el tuétano es la muy recomendada Yo soy Sam (2001) protagonizada por Sean Penn y Michelle Pfeiffer, abrumadora en todo el sentido de la palabra. Y si le sumamos otra de Dakota Fanning en compañía de Denzel Washington ,dirigida por Tony Scott en una de las más impactantes historias de los últimos años Hombre en llamas (2004).
Estas películas tienen algo en común, que puede ser un punto muy importante y es la presencia de niños como eje principal. Los niños son una imagen de vulnerabilidad, ante ellos todos los adultos nos sentimos responsables y de allí que sea tan identificable para cualquier ser humano lo que le pasa a los protagonistas de las anteriores reseñas.
Ahora está una de esas que se queda en el corazón por siempre y es El círculo del amor se rompe (2012), originalmente llamada Alabama Monroe, película de Felix Van Groeningen de Bélgica, nominada al Oscar en 2014 y con una historia que entre música y lágrimas cobra en el espectador tanto pedazo de alma que se hace inolvidable.
Twitter: @leonardopineda
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