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En su más reciente visita a Bogotá, el escritor e investigador musical colombiano, José Arteaga, nos contó sobre su experiencia como curador de la colección musical Gladys Palmera y de cómo ha sido encontrarse con esas joyas musicales escondidas en esos anaqueles que reposan en una casa, en Madrid, España.

 

José Arteaga (izq.) y John Cerón, en su reciente visita a Bogotá firmando libros.

Arteaga, además de esta curaduría, ha tenido en sus manos la dirección editorial del libro Cha – Cha – Cha, un baile y una época en colección Gladys Palmera y participó con la crónica En la casa de Wayne Gorbea, que hace parte del texto literario Música con nombre propio, editado por esta misma colección. También podemos ver en redes sociales y en la radio Gladys Palmera a Arteaga presentando los click denominados, La Hora Faniática, en donde destaca esos datos escondidos del sello musical Fania.

En Colombia, Arteaga es recordado por su columna La Radiola, que publicaba en El Espectador y por sus libros de música y crónicas policiacas que son de obligatoria consulta por los estudiantes de periodismo.

Cuéntenos de su experiencia como curador de la colección de música de Gladys Palmera.

El otro día un amigo me decía, tengo una envidia de ti tan grande porque tu estás en contacto directo y diario con una colección tan maravillosa, y la verdad, es que es así. Pero esto tiene un gran trabajo detrás que no lo voy a negar, pero deja muchas satisfacciones porque cada día aprendes algo. Uno con todos los años de experiencia que tiene en la música piensa que sabe mucho, pero cada día me meto a la colección y descubro algo nuevo, novedoso, distinto y buenísimo y eso de verdad que es muy agradable.

Qué es lo que más le ha impresionado de esa colección

He quedado descrestado con muchos artistas de los cuales no conocía su existencia y si los conocía no sabía de la dimensión que habían tenido. Por ejemplo, cuando uno habla de la salsa hecha en Nueva York y de la presencia de bandas emergentes en el sur de El Bronx y Spanish Harlem, a veces no se tiene en cuenta que hubo latinos que estuvieron en los alrededores y que hicieron cosas magnificas, por ejemplo, hay un personaje que se llama Jarito que tocaba con los artistas del jazz y del soul en la sala Apolo y estaba todas las noches en esa sala alternando con estos y era un artista maravilloso, integral, con una escuela de baile y nosotros no teníamos ni idea de su existencia. Ese tipo de descubrimientos son importantes, pero sobre todo darlos a conocer a la gente porque después de descubrirlos hay que hacer la labor de investigación para decirle a las personas, miren este personaje.

Después del libro Música con nombre propio, que acaban de lanzar con la editorial de Gladys Palmera, que sigue

Como somos amigos de vieja data te voy a dar esta primicia, para el 2024 tendremos el tercer libro de la editorial Gladys Palmera que será sobre Izzy Sanabria y su obra en donde se destacan las revistas, los carteles, las carátulas, el arte gráfico en general y la vida del mundo latino en los años 70.

José Arteaga junto a Izzy Sanabria en la colección Gladys Palmera.

En esa colección de Izzy Sanabria, adquirida recientemente por Gladys Palmera qué ha descubierto usted como curador de la misma

Conocía básicamente la generalidad de esa obra pero no había dimensionado lo importante que había sido más allá de la música, porque de la música ya sabemos que hizo muchas carátulas para el sello Fania, pero con la revista Latín New York narró la vida del latino en todos los aspectos como el teatro, el sexo, la delincuencia y la drogadicción, también el mundo en las calles y el mundo como se estaba transformando en ese momento y los aportes que el latino le daba a la cultura universal, eso me sorprendió realmente.

Cómo ve en estos momentos la salsa

Está bien, pero no tanto. Hay una buena generación de músicos, que necesitan de mayores ayudas para mostrarse, por una sencilla razón eminentemente técnica ya que tener un conjunto o una agrupación de salsa es complejo porque necesitan un montaje y una cantidad de personas y un escenario que requiere ciertas características importantes y una inversión, mientras que una banda de música urbana o de otros estilos requiere de cuatro personas y con una consola digital ya se tiene ganada la mitad de todo y no se necesita tanta infraestructura, pero la salsa, además, tiene la complejidad que es una música que requiere una preparación  especial a nivel de producción, de arreglos y de orquestación.

¿Vamos a volver a tener una reedición de su libro La salsa -crónica social de la música del caribe urbano?             

No lo sé, eso nunca se sabe, pero la tentación vive arriba como decía la película.

El dato

Viene Salsa al Parque, Bogotá 2023

El Festival Salsa al Parque de Bogotá, se realizará este 3 y 4 de junio. Estamos a la espera, por parte de Idartes, de la nómina de orquestas que estarán deleitando a los salseros de la capital y de diferentes partes del país y del mundo que asisten a este importante certamen.

@CeronBastidas

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