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Aunque la adopción de nuevas tecnologías en la educación ha sido relativamente lenta, los equipos conectados están empezando a infiltrarse en las escuelas. En el aula, los libros electrónicos y las tabletas ya están en uso, y estos dispositivos pueden mejorar la experiencia de aprendizaje tanto para estudiantes como para profesores. En esta oportunidad quise revisar algunas de las aplicaciones del Internet de las Cosas que podrían ser las herramientas de la educación del futuro.

Clases a distancia
Cada vez más, el enfoque tradicional está siendo suplantado por un sistema en el que cada alumno tiene una tableta y los profesores utilizan pizarras digitales que se conectan de forma inalámbrica a ellos, permitiendo compartir material en tiempo real. Esta tecnología significa que el estudiante ni siquiera necesita estar en el aula para participar de la lección. Entre otras cosas, esto permite a las universidades ofrecer cursos de aprendizaje a distancia para un mayor número de estudiantes.

Cosas conectadas para el aprendizaje
En muchas aulas, el Internet de las Cosas no es sólo el vehículo para aprender, sino el objeto de él. Por eso compañías como Intel han creado una board con fines exclusivamente educativos. Con esto los alumnos pueden aprender a conectar entradas de hardware (sensores de temperatura, interruptores, etc.) a salidas de hardware (LEDs, motores, etc.) y luego escribir un programa simple que indica a las salidas cómo responder a las entradas.

Tácticas para la concentración
La empresa tecnológica Bosch probó en una escuela en Austria el Arte Cuantificado, son pinturas que contienen sensores inteligentes que controlan la temperatura ambiente, la presión, la humedad y los niveles de CO2 y provocan cambios de color en las imágenes para alertar a los profesores sobre las fluctuaciones del entorno que pueden afectar la concentración de los estudiantes y su capacidad de aprender. Si esta tecnología se conecta a los sistemas de calefacción y ventilación, las características ambientales del aula pueden adaptarse para optimizar los niveles de concentración.

Asistir a clase de corazón
La toma de asistencias es un momento característico de una clase convencional, un evento protocolario que puede gastar bastante tiempo. Pero esto quedaría en el pasado si todos los alumnos portaran pulseras inteligentes como la manilla Nymi, que utiliza patrones de latido para verificar la identidad. La asistencia se registraría automáticamente, y el profesor podría con solo un vistazo verificar si alguien está ausente. Las posibilidades son enormes, pero siempre deben pensar en las necesidades de los estudiantes y también contemplar los posibles riesgos para la seguridad.

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