Piense por un instante en los principales líderes empresariales del mundo y con seguridad vendrá a su mente algunos hombres y mujeres de negocios que ocupan cargos directivos, los cuales probablemente pueden ser más los que están en manos de ellos, no obstante ellas tienen las mismas o mejores habilidades.
Y aunque en la práctica lograr un 50 y 50 exacto es difícil, sí deberíamos acercarnos más a esa paridad, pues por ejemplo en Colombia solo el 39 % de las posiciones directivas son ocupados por el género femenino, según el Observatorio Colombiano de Mujeres.
Afortunadamente, es cada vez mayor el reconocimiento que ellas han ganado y que está permitiendo que se abran más espacios dentro del liderazgo organizacional, logrando la consolidación de equipos más diversos y proactivos en las compañías.
Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo puso en evidencia que las mujeres en puestos directivos son un factor determinante para contribuir al rendimiento de las organizaciones y facilitan la atracción de profesionales con talento. De hecho, en cerca del 57 % de las empresas participantes del estudio, en más de 70 países ya se llevan a cabo acciones a favor de la diversidad de género. Lo anterior, dejó resultados positivos en el aumento del beneficio organizacional (5 % al 20 %), mucho mayor a las empresas restantes que aún no implementan esta clase de políticas.
Las mujeres han permitido el desarrollo de nuevas habilidades en la esfera de los negocios, posibilitando que los equipos cuenten con mayor enfoque en la creatividad, la organización, la atención al detalle y la empatía. Es común, por ejemplo, que en algunas industrias el papel de la mujer esté ganando protagonismo como es el caso del sector tecnológico. En esta industria ya se ha venido trabajando en los equipos de recursos humanos para integrar más mujeres que le apuesten a la tecnología y los medios de comunicación han contribuido bastante en este esfuerzo que debe empezar en el hogar y el colegio.
No obstante estos avances, aún falta trabajo y hay que monitorear los comportamientos laborales para no llevarnos sorpresas, pues el informe Mujeres en el Lugar de Trabajo de 2022, de MCKensey & Company, puso en evidencia que “actualmente nos encontramos en una “gran ruptura” en el mundo empresarial, dado que son cada vez más las mujeres líderes que están dejando sus empleos actuales al no evidenciar un panorama apto para avanzar” y porque ellas consideran, según el informe, “que es más probable que sufran microagresiones despectivas, como que se cuestione su juicio o se les confunda con alguien más junior.”
Por eso, están buscando empresas que le den mayor importancia, entre otros aspectos, a “la diversidad, la equidad y la inclusión” y en donde puedan crecer y agregar valor a la empresa. Resalta McKensey que las empresas que no se enfoquen en estas acciones, podrían arriesgarse a perder “la próxima generación de mujeres líderes, teniendo en cuenta que más de dos tercios de las mujeres menores de 30 años quieren ser líderes senior.”
La participación de las mujeres en el mundo empresarial hace tiempo demostró su valor y esto hace que no sea suficiente dar declaraciones “políticamente correctas” sobre su desempeño en los negocios. Por el contrario, se necesitan más acciones reales al interior de las organizaciones que generen mayores espacios y oportunidades para llegar a altos cargos directivos en igualdad de condiciones que los hombres, sin limitaciones ni sesgos si no queremos perderlas, porque ellas ya están buscando mejores opciones.
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