El 26 de abril de 1986 ocurrió en la antigua Unión Soviética (en la planta de Chernobyl) la peor catástrofe nuclear causada por error humano .
El núcleo de uno de los principales reactores de la planta nuclear de Chernobyl explota y nadie sabe por qué. Este hecho ocurrido en abril de 1986 en la antigua Unión Soviética es el punto de partida de Chernobyl, la miniserie con la que HBO nos recuerda que: “no es televisión, es HBO”.
Con una calificación de 9,6 sobre 10 en el portal especializado de IMDB, Chernobyl, la miniserie basada en hechos reales, se ubica como una de las mejores series de la historia y la mejor serie del 2019. En 5 magistrales capítulos, su creador y guionista Craig Mazin y el director Johan Renck recrean el minuto a minuto de una de las peores tragedias del mundo.
Infografía con algunos datos reales del accidente nuclear ocurrido en Chernobyl. Foto tomada de twitter @HBOLAT
Este drama, thriller político y serie de terror, porque sí: esto es una historia de horror, nos relata el drama de la víctimas que murieron de forma instantánea, y aquellas que resultaron afectadas por la radiación años después del accidente. Y lo hacen con tal crudeza, que es inevitable no sentir que la propia piel se está poniendo roja cuando vemos lo que le hace la radiación a los personajes.
Y es que la empatía que logran los creadores hacernos sentir por cada uno de los personajes es tan fuerte, que en cada capítulo vivimos la misma angustia, impotencia, frustración y horror que ellos durante todo el desarrollo de la tragedia, porque aunque por historia conocemos lo que sucedió, esto no evita que deseemos que las víctimas tengan otro final.
Y esto nos pasa no solo con personajes que están basados en personas que existieron en la vida real, sino con personajes que fueron creados para robustecer el relato, tal es el caso del papel que interpreta la nominada al Oscar, Emily Watson, como la física nuclear Ulana Khomyuk, quien en la serie realiza la investigación para saber porque sucedió la explosión del reactor.
Imagen: tomada de HBO Latin America Press Room
El desarrollo de este personaje y la química que logra con los siempre fantásticos, Jared Harris y Stellan Skarsgård, protagonistas de la serie, es tan perfecto, que cuesta creer que no haya existido en la vida real. Esta licencia en el guión, le permite al Mazin utilizar a Khomyuk como homenaje al numeroso grupo de mujeres que participaron de forma decisiva en los días posteriores a la catástrofe.
En cuanto a los personajes que si existieron, vemos a un inmenso Jared Harris como el doctor Valery Legasov, miembro de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, quien fue llamado para ayudar a tratar de resolver el desastre que ocasionó la explosión.
La actuación de Harris, es absolutamente brillante, la forma como asume el personaje y como desde el primer capítulo nos revela una persona que a pesar de vivir en un régimen en el que no se puede llevar la contraria, él encontrará la forma para decir lo que haya que decir gústele a quién le guste, duélale a quien le duela, así esto tenga las peores consecuencias para él.
No creo que sea triunfalista afirmar, que esta actuación le puede estar dando a Harris el Emmy de este año a mejor actor en una miniserie y seguramente le alcance para el Globo de Oro de 2020, y es que el monólogo que se faja en el final de la serie, cuando explica por qué se dio la explosión y la reflexión que hace sobre las mentiras, lo hace merecedor de todos los premios.
Foto: tomada de HBO Latin America Press Room
Además la dupla que forma con Stellan Skarsgård en su papel de Borís Shcherbina, vicepresidente de ministros, es un deleite. Pues desde el principio vemos como la relación que se teje entre estos dos personajes va evolucionando en una amistad que se siente genuina y natural. Así mismo, la evolución de los personajes, sobre todo la de Skarsgård es evidente desde el primer episodio, cuando se da cuenta de la gravedad de la tragedia, todo en él cambia, su lenguaje corporal, sus expresiones y la actitud con la que junto al profesor Legasov hará hasta lo imposible para tratar de minimizar los daños que ha dejado el desastre.
Imagen: tomada de HBO Latin America Press Room
Además de las excelente actuaciones, el fantástico soundtrack que ayuda a maximizar la tensión que se vive en la historia, la historia nos presenta un guión sólido con unos diálogos que invitan a la reflexión sobre el daño que hacen las mentiras y los secretos de Estado, así como la arrogancia, la soberbia y la incapacidad de reconocer los errores.
Todo esto retratado en un bellísimo diseño de producción, el look, el color de la imagen, los escenarios, el vestuario logran cautivar al espectador y sumergirlo de inmediato en el desolado y angustioso paisaje de Chernobyl.
La serie está disponible en la plataforma de HBO GO y es un excelente plan para maratonear en el fin de semana.
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