Tras las huellas de los Planes de Desarrollo Comunitarios en el sur del Departamento de Córdoba
Una de las cosas más importantes que con ANDA hemos venido haciendo es estar organizados y, especialmente, poder tener la gran mayoría de nuestras necesidades identificadas y priorizadas (para así mismo saber en qué orden debemos resolver cada una de ellas). Desde luego, que no todas las necesidades son iguales…y así mismo sus potenciales soluciones también son todas distintas. Hay situaciones que demandan más recursos que otras…que necesitan de más tiempo y de un número mayor de voluntades, pero lo que si tenemos claro: es que por pequeña que sea la situación – problema, que nos afecte, sino le ponemos corazón (gestión como dicen los técnicos) difícilmente podremos superarla! Corazón, técnica, manejo del tiempo y transparencia son claves para poder realizar todo o gran parte de lo que tenemos plasmado en nuestros Planes de Desarrollo Comunitarios (PDC).
Para nosotros, campesinos y ciudadanos de a pie, comunes y corrientes, los PDC son una guía que hemos construido, durante algunos meses, con el objetivo de inventariar, por supuesto, problemas y necesidades, pero también activos tangibles e intangibles, con los que contamos y con los que también podemos participar e incidir a la hora de trabajar por nuestro desarrollo local y generar mejores condiciones de vida. Cada Plan, de los 43 existentes, en cada comunidad apoyada por ANDA, es una herramienta de trabajo colectivo y de búsqueda de la dignidad.
Por eso, y a la luz de lo que viene sucediendo en el País y, específicamente, en nuestros territorio, hemos decidido que ese instrumento guía (que técnicamente se haya en dialogo con los Planes de Desarrollo Territorial de los municipios de Planeta Rica, Buenavista, La Apartada, Montelíbano, San José de Uré y Puerto Libertador), incorpore, o refleje, como parte de su actualización, cuatro temas esenciales para el futuro inmediato de nuestras comunidades: 1). Inclusión y Enfoque de Equidad de Género, con la idea de seguir construyendo relaciones más equilibradas entre hombres y mujeres y entre todos los sectores que, por pequeños y/o diferentes que sean, forman parte de la sociedad colombiana; 2). La necesidad de promover Acciones que Construyan Paz, es decir, de generar condiciones locales, desde los mismos hogares y en las relaciones cotidianas como estrategia que contribuya a un ambiente ideal de perdón y reconciliación; 3. Dada la riqueza minera del territorio, se hace necesario contemplar la forma en que un potencial desarrollo minero energético tenga en cuenta las comunidades locales y promueva, en equilibrio con el entorno, mejores condiciones de vida y la sostenibilidad ambiental del municipio y el planeta; 4). En estrecha correlación con el punto anterior, es necesario prever acciones que aseguren la inclusión del componente Medio Ambiental en los PDC. Y, en ese sentido, se espera que podamos comenzar a desarrollar acciones que aseguren, desde nuestro día a día, una cultura de mayor prevención, preservación y armonía con nuestros entornos. Se trata de reconciliarnos y de ser resilientes, también con la naturaleza.
Por último, con este esfuerzo de actualización de nuestros PDC, esperamos poder seguir teniendo eco en nuestras administraciones municipales así como en el sector privado. Que todos sepan que nuestras comunidades cuentan con estas cartas de navegación y que es sobre lo allí consignado que debemos trabajar para el presente y el futuro y con pequeñas acciones se construyan Grandes Cambios.
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Feliz Semana
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