Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

´Tenga esa puerta, señor’, le dijo una mujer que se encontraba al frente de una torre de un conjunto residencial, a un hombre que recién estaba saliendo de allí. La señora estaba con los brazos cruzados, como dirigiendo la puesta de las luces navideñas en la torre o, por lo menos, en la fachada del primer piso. Un hombre, acurrucado en el antejardín, era quien las estaba poniendo.

El señor que estaba saliendo se quedó mirando como desconcertado a la señora, pero aún así se devolvió y le tuvo la puerta, en el mismo momento en que estaba saliendo otra habitante. Sin embargo, pasaron solo unos segundos para que se diera cuenta de que eso no era lo que le estaban exigiendo. ‘Ya se lo he dicho dos veces: ‘¡no deje golpear la puerta!’, le dijo la señora.

Y ahí sí fue Troya. Quien estaba saliendo le dijo a la mujer, ya en tono enfurecido, que jamás la había visto, que nunca le habían dicho nada, que pusiera un aviso en la puerta si quería que la gente la tuviera (porque esta es de las que se cierra sola) y que, a fin de cuentas, ella no era quién para estarle reclamando a un visitante.

El señor se dirigió al parqueadero de visitantes, se subió a su carro y al salir, aún las señoras estaban frente a la torre, en la zona vehicular. Entonces, pitó. Y ahí se armó la otra pelea. El celador se le fue a la ventanilla del carro y le dijo, en un tono muy decente, que allí estaba prohibido pitar. Las dos señoras empezaron a alegar algo desde donde estaban y el señor que estaba poniendo las luces gritó que el carro hubiera podido pasar sin necesidad de pitar. El conductor se bajó a reclamarles a las señoras y el celador le anunció que iba a pasar un reporte a la administración para que no lo volvieran a dejar entrar al conjunto. El señor arrancó furioso el carro y se marchó.

¿Y entonces para qué están poniendo luces de Navidad?, le pregunté a mi hijo Esteban. Si andan, ellas y ellos, enfurecidos, ¿cuál es el espíritu de Navidad? ¿Para qué las luces? ¿Qué sacan las personas con iluminar su fachada, si andan enfurecidas?

Al día siguiente me iba a subir al ascensor en mi conjunto residencial y adentro estaban dos niñas, de menos de 4 años, cada una subida en su triciclo, y al lado un hombre que se me quedó mirando cuando las saludé y me dijo: cuando uno es soltero, no se aguanta a ningún niño. Menos a dos. Pero cuando uno los tiene lo enternecen. ¡Ese hombre tenía el espíritu de Navidad! Iba feliz con sus hijos. Tan feliz, que hasta compartió lo que sentía con un extraño que se subió al ascensor.

El fin de semana pasado estábamos en una peluquería de niños y un papá llevó a un chiquillo, que parecía de menos de un año, para que le pasaran la máquina y le dejaran el pelo a ras. El señor lo tenía alzado, con su cabecita sobre su hombro derecho y el estilista hacía lo que más podía para peluquearlo rápido, en medio de los gritos y del llanto del pequeñín. Entonces, mi hijo Esteban, de 12 años, de manera espontánea, se le puso detrás al señor y empezó a hacerle caritas al bebé, que se le quedó mirando sorprendido y dejó de llorar por unos instantes. ¡Eso es llevar la Navidad en el corazón!, pensé.

Por eso es que creo que si cada uno de nosotros se propone llevar el espíritu de Navidad en su corazón este mes, podremos estar más felices y podremos hacer más felices a los demás. Entonces, no más peleas. ¡Feliz Navidad!

PD. Los invito a que escuchen ‘Canción de Navidad’ (http://www.youtube.com/watch?v=2JiETZ93jXg) y ‘Que canten los niños’ (http://www.youtube.com/watch?v=CrZ1L3YtH70), de José Luis Perales. Aquí abajo les dejo las letras, por si las quieren cantar a grito entero.

 

CANCIÓN PARA LA NAVIDAD

Navidad, es Navidad,

Toda la tierra se alegra

Y se entristece la mar.

Marinero, ¿a dónde vas?

Deja tus redes y reza,

Mira la estrella pasar.

Marinero, marinero,

Haz en tu barca un altar,

Marinero, marinero,

Porque llegó Navidad.

Marinero, marinero,

Haz en tu barca un altar,

Marinero, marinero,

Porque llegó Navidad.

Noches blancas, de hospital,

Dejad el llanto esta noche,

Que el niño está por llegar.

Caminante, sin hogar,

Ven a mi casa esta noche,

Que mañana Dios dirá.

Caminante, caminante,

Deja tu alforja llenar

Caminante, caminante,

Porque llegó Navidad.

Caminante, caminante,

Deja tu alforja llenar

Caminante, caminante,

Porque llegó Navidad.

Ven soldado, vuelve ya

Para curar tus heridas

Para prestarte la paz.

Navidad, es Navidad,

Toda la tierra se alegra

Y se entristece la mar.

Marinero, marinero,

Haz en tu barca un altar,

Marinero, marinero,

Porque llegó Navidad.

Marinero, marinero,

Haz en tu barca un altar,

Marinero, marinero,

Porque llegó Navidad.

 

QUE CANTEN LOS NIÑOS

Que canten los niños, que alcen la voz

que hagan al mundo escuchar

que unan sus voces y lleguen al sol

en ellos está la verdad.

Que canten los niños que viven en paz

y aquellos que sufren dolor,

que canten por esos que no cantarán

porque han apagado su voz.

 

Yo canto para que me dejen vivir

Yo canto para que sonría mamá

Yo canto porque sea el cielo azul

Y yo para que no me ensucien el mar.

Yo canto para los que no tiene pan

Yo canto para que respeten la flor

Yo canto porque el mundo sea feliz

Yo canto para no escuchar el cañón.

Que canten los niños que alcen la voz,

que hagan al mundo escuchar,

que unan sus voces y lleguen al sol

en ellos está la verdad.

Que canten los niños que viven en paz

y aquellos que sufren dolor,

que canten por esos que no cantarán

porque han apagado su voz.

Yo canto porque sea verde el jardín

Y yo para que no me apaguen el sol

Yo canto por el que no sabe escribir

Y yo por el que escribe versos de amor.

Yo canto para que se escuche mi voz

Y yo para ver si les hago pensar.

Yo canto porque quiero un mundo feliz

Y yo por si alguien me quiere escuchar.

Que canten los niños que alcen la voz,

que hagan al mundo escuchar,

que unan sus voces y lleguen al sol,

en ellos está la verdad.

Que canten los niños que viven en paz

y aquellos que sufren dolor.

Que canten por esos que no cantarán,

porque han apagado su voz. (bis)

Compartir post