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 Por. Shameel Thahir Silva.[1]

Cada vez que mencionan los contradictores a la reforma tributaria propuesta por el gobierno Petro desde el 8 de agosto que son unos defensores de la institucionalidad habría que recordarles que esas instituciones tienen como justificación histórica profunda la independencia de los Estados Unidos de 1773, la revolución francesa de 1789 y el ciclo de independencias latinoamericanas que fundamentan nuestra soberanía y que hoy nos permiten llamar con todas las letras a Colombia una República. La Res-publica o “la cosa pública” a partir de estas revoluciones de la modernidad política se refieren al pueblo sujeto de la soberanía y en contraposición al mismo están sus elites.

Lo interesante es que muchas de estas revoluciones y transformaciones estuvieron cruzadas por un malestar de las razones por las que las monarquías cobraban impuestos y una exigencia cada vez mas palpable de que para que estos impuestos fueran legítimos la autoridad política debía ser compartida entre esa monarquía y a quienes les cobraba el tributo, cuando las monarquías no aceptaron esta exigencia se vieron enfrentadas a su desaparición física y política como ocurrió con el guillotinado Luis XVI y su esposa Maria Antonieta en el Paris de la revolución o lo que fue por ejemplo la rebelión de los comuneros en la Nueva Granada previo al ciclo revolucionario que culmina en 1819 con la batalla de Boyacá.

Si algo se recuerda del estallido social del 2021 es a Alberto Carrasquilla que como Ministro de Hacienda se negaba a dialogar con los medios de comunicación y contrastar sus propuestas con la opinión pública, cuando finalmente se decidió a hacerlo en entrevista con la directora de un medio nacional importante demostró su profunda ignorancia sobre cómo viven las personas de a pie en este país a las que pretendía clavarles más impuestos al dar un precio de los huevos en Colombia que no correspondía con la realidad.

Rápidamente la docena de huevos a $1.800 del Ministro Carrasquilla lleno de razones a las personas en las calles para demostrar en ese momento algo que había sido debatido por organizaciones sociales durante varios meses y es que la reforma propuesta por el gobierno Duque era antidemocrática y recargaba los costos de tributación en impuestos indirectos como el IVA que afectaban sobre todo a las personas mas pobres y vulnerables de este país con pretensiones inaguantables para el bolsillo de cualquier familia que si sabia cuanto costaba un huevo a diferencia del Ministro.

En contraste, la reforma tributaria presentada por el gobierno Petro se presento al día siguiente de su posesión y lleva casi 3 meses de discusión. El ministro Ocampo suma mas de 300 horas de reuniones con diversos sectores de la sociedad en donde han tenido atención privilegiada los gremios económicos y no ha negado, mientras se lo ha permitido su agenda entrevistas a medios de comunicación para explicar los detalles de la propuesta. Caso similar con el director de la DIAN y los congresistas de la bancada de gobierno que se pusieron la camiseta de la defensa de la reforma de Petro.

La propuesta ha sido tan democrática que cedió en sus pretensiones iniciales de recaudo de 25 billones a 20 billones de pesos en el 2023.

Según datos de la DIAN, de las 2017 en Colombia 24824 personas naturales reportaron ingresos superiores a 100 millones de pesos de las cuales 9247 hogares reportaron ingresos superiores a 200 millones.  La misma DIAN reporto ese año que 15 personas jurídicas – ósea grandes empresas – reportaron el 29% del patrimonio reportado por la totalidad de las empresas del país ese año. Dentro de estas grandes empresas, por ejemplo, se encuentran las que producen alimentos ultra procesados que a costa de la salud de las personas humildes se han enriquecido. Es evidente el privilegio en ingresos y patrimonio en Colombia lo cual se corrige teniendo esquemas tributarios progresivos.

Los profesores Luis Jorge Garay y Jorge Enrique Espitia han calculado que la tasa efectiva de tributación con el esquema tributario que el gobierno cambiarará para esos hogares que ganan mas de 200 millones es de solo 1,6 % para el conjunto de sus rentas mientras que para el resto de los 3,5 millones de contribuyentes reportados por la DIAN entre los que seguramente nos encontramos usted y yo es del 2,5 %. Dándole la razón al presidente Petro que dijo muchas veces en campaña que la secretaria del gran empresario paga mas impuestos que el gran empresario en Colombia, en proporción a sus ingresos, eso es algo que esta reforma empezara a cambiar.

En investigación de la profesora Jenny Pearce y el profesor Juan David Velasco identificaron que 1281 personas han pertenecido a las élites colombianas durante los últimos 30 años entre las que se encuentran 771 de la élite política, 46 de la élite oligárquica que disponen del control de la mayoría accionaria de los principales grupos económicos que corresponde al 56% del PIB del país cuando citan a Silva Colmenares, 76 personas de las dirigencias gremiales entre las que se encuentran por ejemplo Bruce McMaster que tanta oposición le ha hecho a la propuesta de reforma tributaria, 360 personas de la judicial y solo 46 personas de la élite tecnocrática.

De esta constelación de élites el profesor y la profesora identifican 44 familias que son propietarias o accionistas de las 1000 empresas mas grandes de Colombia, además de 68 familias que han permanecido durante este tiempo en los altos cargos del Estado colombiano. En muchos casos estas familias o personas son las mismas y es por eso que en el estudio hablan de constelaciones. No es casualidad que Miguel Uribe Turbay y Paloma Valencia nietos de ex presidentes de la República y senadores del Centro Democrático, partido de oposición al gobierno, sean voces líderes en contra de la reforma.

No es gratuito para esta discusión que según los estudios de Pearce y Velasco de la élite tecnocrática que ha dirigido el Ministerio de Hacienda, el Banco de la República y el Departamento Nacional de Planeación la mayoría hayan sido hombres nacidos en Bogotá que estudiaron en la Universidad de los Andes como es el caso de Carrasquilla y que no es el caso de José Antonio Ocampo. Lo menciono porque es esta élite tecnocrática formada en una escuela económica muy específica responsable de la profundización de las desigualdades en países como el nuestro en las últimas décadas la que se burla – o se niegan rabiosamente – con miedo – de las fórmulas alternativas al dogma económico del que han sido sacerdotes y que han sido propuestas de manera sistemática y con seriedad académica por el gobierno Petro.

Lo anterior nos ayuda a entender que la oposición al gobierno Petro durante estos 4 años serán sobre todo las élites que en Colombia siempre han tenido el poder y que a partir del 7 de agosto del 2022 se quedaron sin la presidencia de la república. Institución fundamental en la repartición de privilegios en Colombia por la manera que se construyó el Estado en nuestra violenta historia según lo explicado por el profesor Edgar Reveiz. Por eso la campaña del miedo a la llegada de esta propuesta de cambio al poder. Y también por eso todos los dispositivos de influencia mediatica, cultural y social que cuentan como elites están siendo desplegados para evitar los cambios que este gobierno pretende tal cual como ocurrió con esta reforma tributaria a pesar del talante democrático del mismo en el avance por estos cambios.

Estas élites ,que son una minoría identificada, fueron las que se negaron rotundamente a las propuestas progresivas de esta reforma como el impuesto a las pensiones altas que afectaba al 0,2 % de los pensionados en Colombia, que según algunos cálculos no llegaban a ser mas de 17 mil personas entre las que seguramente están las familias y personas identificadas por Pearce y Velasco o la DIAN; y en lo que el gobierno cedió para concertar la aprobación de la reforma; sino también que con mentiras repitieron durante estos tres meses que este gobierno es antidemocrático y destructor de las instituciones cuando su pretensión desde el 8 de agosto fue hacer real los principios de progresividad, eficiencia y equidad consignados en la Constitución de 1991 en cuanto a tributación se refiere.

No queda la menor duda que la discusión de esta reforma es un abrebocas de una oposición al gobierno Petro que buscará rabiosamente hacerse nuevamente en el 2026 a la presidencia nuevamente por lo que esta institución significa en la repartición del poder según lo explicado por Reveiz pero también es cierto que este gobierno demostró con esta reforma que es con mas democracia y capacidad de dialogo pero con firmeza frente a las pretensiones de tergiversación de sus propuestas que se puede avanzar en los cambios pretendidos sin retomar las formulas de la violencia que tanto daño le han hecho al país a lo largo de toda su historia republicana.

[1] Politólogo. Magister en Estudios Politicos Latinoamericanos. Estudiante de Doctorado en Estudios Politicos. Docente Universitario del Politécnico Grancolombiano. Twitter: @ShameelThahir

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