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El trabajo remoto se convirtió en una práctica común en Colombia durante la crisis del COVID-19 cuando se implementaron restricciones de salud pública. Un artículo de El País del 2023 explica que la pandemia estableció la tendencia de que 80 % de las empresas en Colombia, según datos de la Federación Colombiana de Gestión del Talento Humano, siguen apostando por el trabajo remoto. Tal evolución del trabajo, que ofreció más flexibilidad horaria y más facilidad de vida a los colombianos, no ha dejado de lado la discusión pública sobre la calidad de vida de los trabajadores en Colombia.

En primer lugar, el teletrabajo se ha convertido en una situación indiscutiblemente beneficiosa para todos. Los empleados no necesitan conducir todos los días, ni disponer algunas horas para llegar al trabajo. Estos dos dan a los trabajadores más tiempo para pasar con la familia, dedicarse a pasatiempos, y hacer todo lo que sea necesario para enriquecerse. También brinda a los trabajadores la capacidad de organizar y planificar sus jornadas laborales de acuerdo con sus preferencias personales y velocidades de trabajo, lo que puede mejorar tanto la satisfacción como la productividad del empleado (Allen et al., 2015).

Aunque el teletrabajo tiene muchos beneficios, también trae grandes desafíos para el bienestar de los empleados colombianos. Reunirse con colegas cara a cara es algo a lo que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados y podemos adaptarnos a la interacción social limitada mientras trabajamos desde casa, lo que puede provocarnos depresión. En este sentido, también hay muchos empleados remotos que compiten contra la presión del tiempo, lo que puede afectar negativamente a su salud en forma de agotamiento y estrés del trabajador (Messenger et al., 2017).

Estas preocupaciones cayeron en oídos sordos entre los colombianos, que aprecian las capacidades prácticas y el significado de un buen equilibrio entre el hogar y el trabajo. Esas narrativas sobre trabajadores que experimentan monotonía y se sienten abrumados por la montaña de trabajo en casa, han creado un techo de dudas en torno al trabajo remoto.

Lo que se necesita, no sólo para aprovechar los considerables beneficios del trabajo desde casa, sino también para contrarrestar los riesgos potenciales es la aplicación de una política estatal integral en materia de teletrabajo. Principalmente, puede resultar que le vaya mejor si trabaja con un horario de trabajo claro y lugares de trabajo definidos para mantener el equilibrio adecuado (Basile y Beauregard, 2020). Además, la empresa tiene que ayudar a las personas a sentirse conectadas a través de la interacción social apoyada en herramientas de comunicación visual y organizando reuniones virtuales periódicas, porque este es uno de los valores fundamentales de la cultura colombiana (Darex 2020).

Proporcionar formación y equipos adecuados es clave para mejorar el ambiente de trabajo en el hogar, creando así un entorno laboral saludable (Barriga et al., 2021). Finalmente, el respaldo emocional mediante recursos de salud mental y programas de bienestar puede ayudar a los empleados para manejar el estrés y la soledad, problemas generados por la pandemia del coronavirus.

Los empresarios colombianos tienen la responsabilidad de asegurar que el trabajo a distancia no comprometa la calidad de vida de sus empleados, ya que este ha llegado para quedarse. Cuando las empresas priorizan el bienestar de sus empleados, no solo están cumpliendo con su deber ético, sino que también están fomentando un rendimiento óptimo y la productividad a largo plazo.

Finalmente, el éxito del trabajo remoto en Colombia está determinado por la habilidad de las empresas para ajustarlo a las necesidades y valores culturales de sus empleados. Solo cuando se vea como una verdadera revolución laboral que mejore la calidad de vida y no como una amenaza para el bienestar de los colombianos, podrá surgir.

 

Por:

Karol Daniela Campos

Estudiante de psicología

Centro de Pensamiento en Talento Humano y Organizaciones Saludables

Politécnico Grancolombiano

Correo: kdcampos@poligran.edu.co

 

Referencias:

Allen, T. D., Golden, T. D., & Shockley, K. M. (2015). How effective is telecommuting? Assessing the status of our scientific findings. Psychological Science in the Public Interest, 16(2), 40-68. https://doi.org/10.1177/1529100615593273

Barriga, H., Campoverde, R., Coello-Montecel, D., Pacheco, P., y Paredes-Aguirre, M. (2021). La influencia del conflicto entre trabajo y familia en el agotamiento durante la pandemia de COVID-19: el efecto de la sobrecarga del teletrabajo. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8507633/

Basile, K., y Beauregard, A. (2021). Gestión de límites: conseguir el trabajo adecuado entre el trabajo y el hogar. En E. Russ ell & C. Grant (Eds.), Trabajo ágil y bienestar en la era digital (pp. 35-46). Tumba de Pal Macmillan. https://www.researchgate.net/publication/347525859_Boundary_Management_Gettin g_the_Work-Home_Balance_Right

Bentley, T. A., Teo, S. T., McLeod, L., Tan, F., Bosua, R., & Gloet, M. (2016). The role of organisational support in teleworker wellbeing: A socio-technical systems approach. Applied Ergonomics, 52, 207-215. https://doi.org/10.1016/j.apergo.2015.07.019

Darics, E y Gatti, M. (2019). Talking a team into being in online workplace collaborations: The discourse of virtual work. https://www.researchgate.net/publication/331466957_Talking_a_team_into_being_in_online_workplace_collaborations_The_discourse_of_virtual_work

El País. (10 de abril de 2023). A tres años de la pandemia, el 80 % de las empresas en Colombia usan el trabajo remoto. https://www.elpais.com.co/colombia/a-tres-anos-de-la-pandemia-el-80-de-las-empres as-en-usan-el-trabajo-remoto.html

Messenger, J. C., Vargas Llave, O., Gschwind, L., Boehmer, S., Vermeylen, G., & Wilkens, M. (2017). Working anytime, anywhere: The effects on the world of work. Publications Office of the European Union. https://www.eurofound.europa.eu/en/publications/2017/working-anytime-anywhere-ef fects-world-work

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