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En este artículo daremos una mirada al papel de la escuela como eje de del desarrollo territorial y la importancia de la formación de maestros y maestras para la educación ambiental en Colombia.

Nuestro punto de partida es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, establecida por la Organización de las Naciones Unidas en 2015 y su apuesta para fomentar una serie de acciones que impacten positivamente a “las personas, el planeta y la prosperidad” para “fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.”

En este contexto, Colombia ha logrado avances significativos en materia ambiental, particularmente en temas de como la desforestación y la ampliación de áreas de protección. Sin embargo, los desafíos persisten tras los efectos de la contaminación de fuentes hídricas, del aire, el impacto del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en los territorios.

En esta línea, temas como el acceso a saneamiento básico, energías renovables, acciones para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, protección de la vida submarina y de los ecosistemas terrestres se tornan elementos, no dispersos, en el marco de las agendas internacionales, nacionales y claro estas territoriales.

El papel de la educación en la construcción de un futuro sostenible

Afrontar estos retos requiere de diversos esfuerzos, que incluyen a múltiples actores: Gobierno, empresas, academia y claro, comunidades en territorio, en donde las apuestas de desarrollo puedan orientarse desde mecanismos de gobernanza integrativa, inclusión, sostenibilidad económica y por supuesto educación, esta última, aglutinante de acciones.

En este panorama, la educación ambiental adquiere un papel relevante para afrontar estos desafíos. La escuela, por su parte, como espacio de formación integral, tiene la responsabilidad de formar una conciencia ambiental profunda en las nuevas generaciones, además de proporcionarles las herramientas necesarias para actuar como agentes de cambio.

Naturaleza, vida y ambiente: elementos esenciales de la educación ambiental

La educación ambiental no se limita a la enseñanza de conceptos científicos, también abarca una comprensión holística de la naturaleza, la vida y el medio ambiente. Estos tres elementos se conjugan en el territorio, configurando un escenario complejo y dinámico que requiere ser abordado desde una perspectiva interdisciplinaria.

De otro lado, la educación también actúa como epicentro del desarrollo territorial, al convertirse en un pivote para la consecución de aprendizajes que den relevancia a estas y otras agendas asociadas con el medio ambiente y donde tres elementos resultan relevantes:

El primero de ellos es la naturaleza, que en su comprensión articula diversos modos de racionalidad en donde la construcción humana establece interacciones complejas, resulta ser el espacio de la vida y el ambiente. Un escenario que requiere, para su entendimiento, abordar de forma interdisciplinaria la complejidad del mundo actual, sus territorios y posibilidades en permanente construcción.

El segundo: la vida, atravesada por su diversidad de saberes, sujetos e institucionalidades, y desde donde emerge la posibilidad de intersección que asisten modos de interacción que favorecen la sustentabilidad. Sin restricción, se configura como la base de la experiencia, el aprendizaje y claro las interacciones complejas que plantean relaciones en red.

Por último, el ambiente, que, en su construcción social, derivada de las relaciones socioespaciales, se configura como un elemento en permanente cambio y transformación, en donde el reconocimiento de lo situado supone dar relevancia a las comunidades de aprendizaje en cada territorio.

En conjunto, naturaleza, vida y ambiente se conjugan en el territorio comprendido como epicentro y posibilidad de transito de la diversidad desde las prácticas y discursos que transitan en él.

El Politécnico Grancolombiano y su compromiso con la educación ambiental

Después de analizar la importancia de la educación ambiental en la construcción de un futuro sostenible, la escuela y sus comunidades, entre ellas sus maestros y maestras, se convierten en agentes activos para la generación de singularidades, saberes y cotidianidades de necesaria comprensión desde lo pedagógico como eje de creación de procesos de transformación, reflexión y desarrollo.

Bajo esta perspectiva, la formación de maestros y maestras resulta ser punto de encuentro y reflexión de cara al desarrollo de capacidades en territorios diversos, elemento fundamental para apuntar a los retos regionales, nacionales y mundiales en materia medio ambiental.

Es allí, donde los programas de formación de maestros y maestras en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, requieren una profunda reflexión sobre sus alcances, enfoques adoptados alrededor de la vida, la naturaleza y el ambiente desde la situacionalidad del acto pedagógico.

Si bien resulta un área obligatoria y fundamental dentro del sistema educativo colombiano, siguen presentándose abordajes teóricos y conceptuales que reivindican miradas tradicionales sobre la vida, la naturaleza y el ambiente.

De ahí que la formación de maestros y maestras requiera entrar en el ámbito de la problematización de las realidades prácticas desde el territorio por medio de la investigación, lo que permita la creación de innovaciones frente a la resolución de problemas situados de la mano con las comunidades.

El dialogo de saberes y complejidad inter-epistemica permiten procesos de transposición didácticas de cara a fomentar pertinencia y multiplicidad de construcción de conocimiento desde la diversidad, el auto reconocimiento y, claro, la descolonización del saber, en un ejercicio que fomente apropiaciones y mecanismos de gestión de las comunidades educativas de su entorno.

El territorio, por su parte, se potencia en la escuela y se convierte en un epicentro para la consolidación de comunidades de aprendizaje indispensables para construir mundos posibles. En consecuencia, se trata de situar el territorio como objeto de estudio interdisciplinar en la comprensión de la naturaleza, la vida y el ambiente desde el desarrollo de competencias científica e investigativas con énfasis en la práctica educativa.

Allí, las apuestas de educación virtual resultan relevantes al brindar la posibilidad de acceso a cualquier lugar del país. El Politécnico Grancolombiano, como institución educativa con más de 44 años de experiencia y líder en educación virtual, le apuesta a la construcción de país y transformar de manera positiva los territorios.

En este contexto, el nuevo programa de Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental del Politécnico Grancolombiano supone un aporte a la formación de un profesional que aporte al desarrollo sostenible desde escenarios formales y no formales de la educación básica y media, esto gracias al reconocimiento de la diversidad de conocimientos alrededor de la naturaleza, la vida y el ambiente. Lo que posibilita, un aporte mediante la formulación, gestión e implementación de procesos educativos e investigaciones en contextos situados.

Es aquí, donde la enseñanza de las Ciencias Naturales y la Educación Ambiental se comporta como un eje de articulación interdisciplinaria y de creación de futuros posibles, generando un aporte a las agendas internacionales como los ODS, pero, sobre todo, a la construcción de país.

Por:

Escuela de Educación e Innovación 

Politécnico Grancolombiano

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