De qué hablamos cuando hablamos de ovnis

Es recurrente en nuestro blog establecer una exacta lectura acerca de ovnis, más cuando entendemos que el tema se ha convertido en un enlatado. Al no detenernos en la lectura, tal cual lo estamos haciendo con la vida misma, cuando correr sin detenernos, provoca naturalizar, en este caso una sigla O.V.N.I. (Objeto Volador No Identificado) como si fuera nave extraterrestre o plato volador.

De ninguna manera es así. Conociendo de la sigla y expreso en nuestro blog cuando presentamos el Proyecto Signo, O.V.N.I., nace de uno de los proyectos secretos de Estados Unidos. Y la pregunta: ¿De qué hablamos cuando hablamos de O.V.N.I.s? En una lectura más pausada, merecida en este maravilloso tema, es urgente revisar de qué estamos hablando.

Los proyectos secretos que llevaron a que el término OVNI se convirtiera en un fenómeno

Por años en el recorrido de Congresos CIO en Argentina y en Colombia, los expositores en todas las áreas propuestas como desde el ámbito militar, proyectos secretos, personas que participaron en instituciones como la Nasa, la Fuerza Aérea de varios países, terapeutas, físicos, investigadores y tantas otras áreas, alcanzan para enmarcar el tema OVNI como un tema que invita a la trascendentalidad del ser humano como individuo que viene de las estrellas, lejos de cualquier hipótesis, suposición e interpretación que podamos hacer. Es tan así, que hablar de OVNIs, se hace urgente, saltar el fenómeno; desmitificar al OVNI como fenómeno hasta tal punto de evitar cualquier opinión al respecto. La opinión aparece justamente al evitar una lectura desde la especulación, alejándonos de aquellas expresiones de investigadores de raza, de campo y expuestos en contenidos que marcan una línea de pensamiento capaz de modificar paradigmas. Un poco evitar el copia y pega.

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Seguramente en la ansiedad de conseguir que el fenómeno se repita, accedemos a propuestas que establecen ideas de repetición. Como cada producto de venta que se nos ofrece en este modo sistémico de vida que hemos construido, el OVNI y el extraterrestre seguramente estará cumpliendo la respuesta de una necesidad creada desde algún lugar propio de nuestra sociedad, alcanzando la confusión. Nos alimentamos de la contaminación visual, ideas como el contactismo, el mensaje extraterrestre, las conspiraciones extraterrestres. Seguramente no atendemos al lector más exacto porque nos derivan constantemente en el marco de las redes sociales a escuchar lo que todos dicen, porque si lo dicen muchos así debe ser.

Estamos convencidos que el OVNI Coca Cola expreso por uno de nuestros invitados a nuestros congresos en la década de los 90 ha dado forma y el enlatado va hacia adelante en una franja de quienes dicen ser investigadores y estudiosos del tema OVNI, como de quienes repiten sin cesar lo mismo de lo mismo.

Con las visitas acostumbradas de miles y miles de turistas que visitan el Centro de Informes OVNI Colombo Argentino, atraídos por el tema en Capilla del Monte, localidad de la provincia de Córdoba, en este cordón del Valle de Punilla, que ha crecido exponencialmente en el ámbito turístico desde el año 86, a razón del caso OVNI denominado La Huella del Pajarillo, provoca constantemente preguntas en este debate. En esta temporada de verano, notamos la dificultad de divulgar y transmitir cuando las preguntas venían dando por hecho que OVNI es un plato volador, nave extraterrestre, mensajes extraterrestres, entre otra ideas establecidas sin más preguntas. Asegurando que existen los embajadores plenipotenciarios de los extraterrestres con mensajes exactos. Y uno se pregunta: ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de OVNIs?

Por supuesto la respuesta desde nuestra tarea está lejos de este ‘speech’ que se ha generado contaminando lo más bello de la temática expuesta en la vivencia más exacta desde la noches de los tiempos por sociedades que han habitado este planeta acompañados por lo que alguna vez dejaron civilizaciones del espacio exterior. Y como no, por lo vivido en nuestra época contemporánea por testimonios de personas que han hecho parte de nuestras instituciones, como de la gente del común.

Y les dejo la pregunta: ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de OVNIs?

Les comparto uno de los tantos casos OVNIs vividos en la historia:

Tomado del libro: ‘Interceptados sin disparar del Italiano Renato Vesco’.

El reloj de abordo señalaba las 20:25 cuando aquella «extraña luz roja» apareció a una decena de millas del aeroplano. La primera en verla fue la azafata, May Hinshaw. Centelleaba a lo lejos en medio de la noche, por el lado de popa y parecía el faro de un seguidor veloz.

El avión de transporte civil (un D.C 3 de la Trans World Airlines, que se dirigía a Chicago) sobrevolaba en aquellos momentos los suburbios de Choshen, en el estado de Indiana, a cerca de 1600 metros de altura, y el capitán, R. Adickes, estaba controlando la ruta, cuando la azafata le refirió con alarma que una luz velocisima que al principio se había alzado hasta la altitud sostenida por el aeroplano, le estaba ahora siguiendo. Es más, ya casi se hallaba junto a él.

El Segundo piloto, F. Manning, acercándose prontamente al parabrisas lateral no pudo contener una exclamación de estupor. Si bien el aeroplano volaba a un promedio de 175 millas por hora, el misterioso cuerpo luminoso le estaba superando en aquellos instantes, a una velocidad de por lo menos 400 millas por ahora, perdiendo, sin embargo, altitud gradualmente.

-Cae…, pero ahora su luminosidad está aumentando e intensificando. Se ha puesto en un intenso color anaranjado, como un globo de metal incandescente. Ahora parece una gigantesca rueda de fuego que gire sobre su eje… ¡Ha desaparecido!

Pasaron algunos minutos y el objeto luminoso reapareció por la popa. Aminorando su velocidad en medida visible, disminuyendo si brillo notablemente, se puso a volar en una ruta paralela a la que seguía el avión y a cerca de media milla de distancia.

-Se aparta de nosotros como estuviese gobernado por un radar de repulsión – comentó maravillado el teniente Manning.

El capitan Adikes trató tres veces mas de aproximarse al OVNI y las tres veces el objeto se sustrajo a la aproximación repitiendo la maniobra lateral. Durante un tiempo brevísimo, los pilotos americanos pudieron, sin embargo, observarlo de filo y, en su parte de vuelo (con fecha del 27 de abril de 1950), escribieron que estaba diseñado de una forma perfectamente circular, con un espesor máximo central de aproximadamente un décimo de su diámetro, el cual debía superar mas o menos los quince metros.

Al finalizar su tercer y repentino desplazamiento lateral el llameante objeto apuntó hacia el norte pasando por encima de South Bend y empequeñeció rápidamente hasta desaparecer del todo.

El informe Adickes planteó una cuestión fundamental: ¿Estaba aquel OVNI dotado de un ingenio automático de anticolisión? En principio, la cosa no parecía desechable. Los propios aliados habían empleado dispositivos de dicho género durante largo tiempo al efectuar bombardeos nocturnos sobre territorio alemán.