Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

La noche fría ya entraba para despedir el último día –domingo- del quinto mes del año, varias  familias bogotanas se encontraban frente al televisor siguiendo a uno de los equipos que representa la capital, en su disputa  por un cupo a la final del fútbol colombiano. Mientras esto sucedía,  en pleno corazón de la cuidad -Chapinero- cientos de rockeros sacudían sus cabezas y cuerpos al ritmo de una banda esperada desde los años noventa, pero, que gran parte de aquella generación olvidó. Bienvenidos.

MHEADALLBlog

Sonaba la canción “Diary of a Madman” de  Ozzy Osborne, el reloj ya acusaba las 8:30 de la noche, algunos terminaban de acomodarse en el remodelado teatro Royal Center, que presentaba al fondo de la tarima una pantalla Led  de gran dimensión y una batería bastante vistosa por su doble bombo, colores y  los dos emblemas estampados en sus parches. Una vez la “locura”  musical de Ozzy terminó, las luces se fueron, humo y el intro de piano del tema ‘Imperium’ saludaba a los presentes mientras la banda hacia lo propio levantando sus manos, cuando estalló la canción el pedaleo de McClain dio el preludio de lo que sería su tacto y emoción en los tambores, pero también que a tope el sonido no era óptimo.

No hubo tiempo para mediar nada, las luces viraban al ritmo de las consecuentes «Beautiful Mourning» y «Now We Die», canciones que denotaron los dos poderosos rangos vocales que maneja  el  sublevado Robb Flynn, pasos de lo robusto a lo melodioso, sin agite, transiciones que costaba distinguir debido a la acústica del recinto. Dónde toca Machine Head,  imposible no ver ‘la danza del choque’ y aunque el propio Flynn al micrófono lo pidió, ya se preparaban las populares ‘licuadoras humanas’, había que descargar la acerada furia contenida desde el debut de este cuarteto hace dos décadas, ira sacudida sobre  las tituladas  “This Is the End” o “Killers & Kings”.

Esta máquina del metal machaca pero también cuando su motor reduce la velocidad, inspira. La guitarra con la bandera de los Estados Unidos estampada en la esbelta, tuvo que esperar su turno para la misma canción, por encima estaba la de cuerdas acústicas  rasgada e interrumpida por  un relato de reflexión, donde hubo líneas de agradecimiento para quienes estaban a punto de vivir las profundidades de “Darkness Within”.  Phil Demmel  aumentó el rango del grupo en 2003 y más con aquella devastadora y colosal obra The Blackening, explorada al comienzo del set, no obstante, había que sentir su destreza limpia como guitarra líder, para eso “Now I Lay Thee Down” con ese hipnótico punteo de entrada que aparece nuevamente  a medio camino, más extenso, desembocando en otro feroz pogo con la subsiguiente y del  mismo álbum “Aesthetics of Hate”.

Duguitar

Si alguien representaba el ‘todo o nada’, era el amo de la percusión de este motor. El  herraje principal que recubría toda la batería no era infundado, sobre una pequeña tarima  había un propulsor que nunca bajo la intensidad, necesaria aquella varilla de metal para evitar el desancle ante los contundentes golpes impuestos por Dave McClain, -habría que preguntarle a los tambores por  castigos como los propinados en el tema “Bulldozer”  bien le ajustaría el mote de “maquinita” al señor McClain. El epilogo estaba cerca el líder de Machine Head pidió introducir una de las canciones más épicas y sustanciosas de su carrera con el popular “oeee  oe oe oeee… oeee..”  El público  le contestó tímidamente, “Halo”,  consumía en medio de su riqueza los últimos minutos de 2 horas recubiertas por 19 canciones de puro metal.

********

La falta de escenarios, los altos impuestos -reflejo en el costo de las boletas-  los mil y un requisitos burocráticos y por supuesto la desidia de cierta gente, son factores que siguen perjudicando los eventos de rock en nuestro país. Precisamente, las últimas cancelaciones de conciertos en el teatro Metropol, dieron pie para que a última hora el teatro Royal Center recibiera el show de Machine Head,  banda reconocida en el mundo justamente por su poderoso sonido en vivo al cual  en honor a la verdad  no se le hizo justicia. Está  visto que la acústica en este teatro no es la mejor y menos para los estilos pesados. Pero, ¿Cómo hacer cuando tan solo hay un par de escenarios? Esperemos que haya una segundo chance para sentir mejor a este propulsor del metal.

GALERÍA

Facebook   Twitter   Youtube

 

Permanezcan Rockosos

Compartir post