No existe un día en que el nombre The Beatles deje de ser mencionado en las diferentes plataformas de comunicación en el mundo. Siempre producen noticia. La reciente convida a celebrar 50 años de un registro fundamental cuyo impacto no solo afectó a sus autores. Bienvenidos.
Primero, ‘Got to Get You into My Life’, luego la engalanada ‘Eleanor Rigby’ y 3 años después, en 2015, «Yellow Submarine», 3 canciones del álbum Revolver publicado por The Beatles el 5 de agosto de 1966, sonaron en vivo en Colombia, Paul McCartney tocó las 2 primeras y Ringo Starr junto a la All Star Band por supuesto como autor material, interpretó el viaje a bordo del Submarino Amarillo. Dos momentos valiosos que conectaron a nuestro país pero además a Paul y Ringo a través de la coincidente e imprescindible ‘Give Pace A Change’.
En este agitado 66 los ‘Fab Four’ desde el estudio EMI-Abbey Road en Londres expulsaban de la recamara ideas transgresoras convertidas en música sin límites creativos, producción dispuesta a complacer sus caprichos aun en lo inverosímil, orquestada por George Martín. Mientras esto sucedía, la guerra en Vietnam llegaba a once años de barbarie, en Inglaterra el ingeniero emprendedor Clive Sinclair inventaba el primer televisor de bolsillo y en Colombia la legendaria banda los Speakers lanzaba su exitoso disco La casa del Sol Naciente que incluía justamente versiones en honor al cuarteto de Liverpool .
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Musicalmente sentí que estábamos avanzando a pasos agigantados. Algunas de las cosas en Revolver Y el álbum Rubber Soul (1965) fueron brillantes. No hay nada que se le parezca. Ringo Starr.
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Más que letal, un arma innovadora
Es posible que quien escuche hoy en día una canción como Tomorrow Never Knows no le encuentre nada novedoso pero ubicarse dentro del contexto de mediados de los sesenta otorga la dimensión merecida, valiosos aportes que desde entonces otros estilos y músicos insertan en sus propuestas: sonoridad psicodélica, efectos: vibración con altavoz y de gaviotas, Sitar, e incluso otros ambientes más pesados –metal- que artistas retomarían luego de escuchar Taxman.
A mitad del viaje Beatlemaniaco que encantó al mundo, John, Paul, Ringo y George transforman aquel momento en 14 canciones disímiles que dan un giro no solo en el plano musical, también en la fotografía, la producción y el arte en general, incluso en el diseño de las carátulas, la portada del disco (a cargo de Klaus Voorman, viejo amigo) en un principio desconcertó pero al final fue vital en la alteración de lo establecido y por supuesto de los sentidos.
David Bowie, Lemmy kilmister –Mötorhead- diseñaron otros mundos paralelos para nosotros, Revolver que recién da la vuelta número 50 de su tambor también lo hizo, reformar lo escrito incluye a The Beatles dentro de ese grupo selecto de artistas extraordinarios que exigieron al máximo su talento sin dormirse en el regazo del éxito, para algunos es una blasfemia decir por ejemplo: que contribuyeron en el desarrollo de los sonidos más densos, sin embargo, cada vez que Lemmy los citaba como su mayor influencia los gritos eran ensordecedores.
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