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Con la acción popular que impuso para bloquear Uber y plataformas similares, esta cartera demuestra que fue incapaz de resolver su problema y prefiere atentar contra la libertad de la Red.

Colombia es un país de sorpresas jurídicas. Desde leyes absurdas y sin sentido que aún se mantienen vigentes, hasta demandas entre entidades que, por su naturaleza, parecen sacadas de una noticia de Actualidad Panamericana.

Una de esas perlas la emitió en días pasados el Ministerio de Transporte quien instauró una demanda o acción popular contra Uber y plataformas similares de transporte individual de pasajeros, en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, la cual busca una medida cautelar que obligue a su par, al Ministerio de las TIC, a desactivar en Colombia el uso de tales aplicaciones.

Primero, amigos del Mintransporte: de ‘acción popular’, nada. Su ‘acción’ no defiende al ‘pueblo’, como significa la medida. Lo que demuestra es la existencia de una inmensa mano, oscura, que les controla como títeres del poderoso conglomerado taxista.

Segundo, dicha medida es un atentado doloso, egoísta y absurdo contra la libertad y la neutralidad de internet en Colombia. Por si no se han dado cuenta, la culpa no es de la tecnología, ni de las aplicaciones. Su misión ante este fenómeno, es crear los escenarios normativos adecuados para que tanto los taxistas actuales, como la oferta alternativa de Uber y otras plataformas similares, puedan competir con igualdad de condiciones, para que sea el mercado, libremente, el que escoja y se decante por el servicio con la mejor calidad de atención, con tarifas reguladas, con trazabilidad y control de los datos de los usuarios. 

La transformación digital es una realidad inocultable e inapelable para todos los sectores de la economía digital. ¿Se imaginan a los medios de comunicación demandando a Facebook, Twitter, Instagram, blogs o a las redes sociales en su conjunto, porque nos están acabando el negocio de la información, empoderando a la gente para convertirlos en ‘periodistas’?

¿O a las universidades pidiendo que bloqueen a todas las aplicaciones que enseñen algo desde internet? ¿Qué tal que los operadores móviles pidieran la desactivación de WhatsApp porque les acabó, de verdad y en serio, con el negocio de los mensajes de texto y va pronto a acabar con las llamadas de voz?

¿Cuál es el camino que les ha tocado a los que les sale un ‘Uber’ a competirle? ¡TRANSFORMARSE! Competir bajo las nuevas condiciones del mercado, buscar alternativas, hacerse aún mejor que las plataformas digitales, generando valor para el mercado.

Da verdadera vergüenza que una oficina ejecutiva, del Gobierno, que se supone dedicada a proteger los derechos de la ciudadanía, de TODA la ciudadania, no de una minoría, no vea en Uber y aplicaciones similares una respuesta popular a un escabroso monopolio, opresor, ese sí sin ley, que abusa de las tarifas, que no reporta sus ingresos (sin impuestos o seguridad social, pues se pasan por la faja esas obligaciones), que matonea a los usuarios, que tiene tanto poder que se evidencia en la manera cómo maneja con el meñique al Ministerio de Transporte.

El Ministerio TIC ha mantenido una linea de defensa de la libertad de internet frente a este tema que merece ser destacada. Desde la época de Diego Molano, quien, para que sepan, le dejó a la entonces ministra de transporte Natalia Abello un documento que le ayudaba a adecuar desde la normatividad a las nuevas plataformas; hasta David Luna, quien valientemente le ha dicho al Tribunal Administrativo de Cundinamarca que la acción del Mintransporte es un abuso contra las normas de libertad y neutralidad de la Red, que de ser falladas en positivo abrirían una peligrosísima puerta a otros sectores que, tan incapaces como Mintransporte de afrontar su transformación digital, opten por el camino fácil de caparle internet a más de 50 millones de colombianos.

Si no rodeamos y apoyamos al Ministerio TIC y a todas las voces del sector que luchan, ahora contra el Ministerio de Transporte, por la defensa de un internet libre, de un ecosistema de desarrollo, emprendimiento e innovación abierto, sin restricciones o bloqueos, nos vamos a quedar ante un escenario escabroso, de total vergüenza ante el mundo.

Mintransporte: no tienen cómo parar la revolución digital. Lo mejor es que hagan su trabajo y ayuden a su sector a evolucionar. No se vayan a poner la ‘medalla’ de ser el ministerio que destruyó la neutralidad y la libertad de internet en Colombia.

¿Qué opinan ustedes de este tema? ¿Qué solución propondrían para resolver este entuerto que el Mintransporte no ha podido arreglar? Los espero en Twitter, Facebook e Instagram para que discutamos sobre este tema. Gracias por opinar y por compartir esta entrada.

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