Los ácidos rockeros de Japón en los sesenta y setenta / Se fue Stockhausen
Rastros, rostros y restos de un movimiento sicodélico en Japón que merecen ser difundidos y compartidos. Además, un homenaje a la partida del gran compositor moderno Stockhausen.
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Hoy, el retorno de Led Zeppelin: Londres está en conmoción, hoy es el reencuentro de Led Zeppelin, en el O2 Arena, ante 20.000 personas. Hay que estar pendientes de Youtube bien temprano.
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Se fue Stockhausen: Uno de los grandes genios de la música contemporánea. Para los fanáticos del rock, deben saber que este compositor sinfónico era adorado por John Lennon, David Bowie y Frank Zappa. Los tres tipos lo consideraban su gran influencia. Y los discjockeys de hoy (de esos que cada semana nos dicen los anuncios "¡llegó el mejor DJ del mundo!", ¿cuántos mejores djs del mundo existen?), hasta los de Tropical Cocktails que se creen músicos, deberían saber que lo que hacen se lo deben a tipos como Stockhausen, que combinó la electrónica en sus trabajos, por allá en los años sesenta. Este señor, que tenía 79 años el viernes cuando murió, era en realidad uno de los grandes duros del siglo XX, y su música era tan violentamente diferente a la música clásica que terminó rompiendo esquemas que venían de siglos atrás… eso puede ser bueno y puede ser malo.
Para la muestra, un videito:
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Del Rock ‘antípodo’
Con un planeta tan grande como este, siempre será imposible hacerse a un mapa cultural completo que no esté indispuesto por los prejuicios. Lo que nos llega de otras tierras es lo estereotípico, y lo que nos venden es lo evidente. Por eso, Japón se nos hace igual a kimonos y dojos y puño y patada. Nos tragamos, claro, joyas de la globalización nos parecían exóticas como "Salsa caliente del Japón, qué bueno pa’ bailar, qué bueno pa gozá", porque no imaginábamos a estos japoneses haciendo salsa y eso nos parecía insólito.
Pues bien, Japón no es propiamente nuestra antípoda; eso sí, nos parece otro mundo, pero tiene muchas manifestaciones parecidas a las nuestras. Mucho rock, del cual vamos a hablar hoy para encontrar, nuevamente, algún nuevo recodo en esta melomanía que nos consume por dentro.
El rock japonés de los años sesenta y setenta comprende una generación de guitarristas nipones poseídos por el acid rock, que lograban sonidos tan transgresores que posiblemente no los alcanzaban ni Jimi Hendrix ni Jimmy Page ni Eric Clapton.
Bien, lo de la imagen de arriba es Satori, un álbum grabado en 1971, de Flower Travellin Band. David Fricke, editor de Rolling Stone Magazine, lo considera su disco japonés favorito.
Escuchen Satori en el MySpace de Flower Travellin Band.
El álbum estaba compuesto por cinco partes: Satori I, Satori II, Satori III, Satori IV y Satori V (fácil, ¿no?)… Las letras no eran lo importante, en realidad. Los intentos previos por cantar en inglés no eran los más afortunados. Sin embargo, el arreglo vocal junto a las guitarras y la percusión hacen de esto una pieza única.
Este video es un material audiovisual en 8 milímetros que algunos fanáticos lograron rescatar, con la base del corteo Satori II:
Flower Travellin Band estaba conformada por el cantante Akira ‘Joe’ Yamanaka, el guitarrista Hideki Ishima, el bajista Jun Kowzuki y el baterista Joji ‘George’ Wada. En alguna ocasión también tuvieron a otros dos vocalistas, uno hombre (Yuya Uchida), y a una mujer, Remi Aso.
Ishima es, sin duda, uno de los guitarristas más importantes de la historia del rock japonés que, puede parecernos extraña, pero la lista de músicos es muy extensa.
Sería injusto con este grupo japonés decir que apareció por influencia de Black Sabbath, pese a que si hay un simil sonoro (especialmente en Satori III), serían los primeros dos álbumes de la banda de Osbourne y Iommy. Flower Travellin Band apareció en 1969 (el mismo de B.S.) bajo el nombre de The Flowers, obvia influencia del flower power de Hendrix, pero aplicaba a un sonido más ácido, tipo The Kinks o Steppenwolf en los años 67 y 68.
Sin embargo, hay que escuchar Satori V para darse cuenta de los alcances de este grupo: En 1971 estaban haciendo la base sonora de lo que sería el heavy metal. La voz no tiene letra, es un instrumento más. Las dos guitarras (Ideshi en la líder; Kowzuki, en la acompañante), sienta el ritmo metal. A los 50 segundos se monta sobre base de hard rock. Luego comienzan las cadencias del acid rock: los músicos se sueltan en un evidente vuelo ácido. Ideshi resulta magistral.
De Yamanaka [ página oficial ] quedaron para la posteridad recuerdos simpatiquísimos como este espectacular video-documental japonés de los años setenta, por demás insólito y gracioso, que reconstruye las rutinas del cantante:
Como suele ocurrir con muchas expresiones sociales de Japón, estaban irradiadas plenamente por el american way of life, y es entendible que este material conlleve a pensar "¡estos tipos eran unos wannabe!". Probablemente… tanto como podemos vernos los latinos haciendo rock. Pero cuando se hace un sonido tan propio, creo que una banda traspasa esa barrera del "querer ser como…" para convertirse e una propuesta sólida y original.
Además de Satori, FTB sacó los álbumes ‘Challenge’ (1969, aún bajo el nombre de The Flowers); ‘Anywhere’ (1970) y ‘Kirikyogen (1970), además de un posterior ‘Made in Japan’ (1972). Fue polémica la portada de Anywhere, pues la banda salió completamente desnuda, estando entre ellos Remi Aso, la mujer, lo que en Japón causó revuelo.
Este es Yamanaka hoy (bueno, esta grabación es del 2004), en su show de blues, que fue la música que lo reconquistó, pasados los años de la locura ácida.
La banda se separó en 1973, luego de sufrir una gran decepción: había sido elegida para abrir un concierto de los Rolling Stones en Tokio. Semanas antes del viaje de los británicos, Mick Jagger tuvo aquel famoso lío con la negación de la visa, lo que conllevó a la cancelación de todos los conciertos de ese año de las piedras rodantes. En ese momento, Flower Travellin Band sufrió una ruptura.
Pero ‘Satori’ trascendió en el tiempo y este año, en marzo, Flower Travellin Band tuvo su concierto de reencuentro. Píllenselo aquí:
Habían otras bandas como FTB en esa época, pero ninguna tan brillante. Dentro del rock progresivo, estaban Yoninbayashi e Hiro Yanagida. En el hard rock y la sicodelia, Glue & Shinki y Blues Creation and Speed.
Una crónica del portal City Pages, de Minneapolis, reconstruyó en mayo de 2007 una presentación en sus tierras de una banda similar a Flower Travellin Band, llamada DMQB. Cuenta en este texto los desmanes de la insólita presentación.
No es común que este blog recomiende sitios de descarga ilegal de música. De hecho, creo que esta va a ser la primera ocasión y ojalá la última, pero cuando hablamos de rock japonés de los años sesenta, es imposible acudir a las tiendas convencionales de música: El blog Cities on Flames with Rock and Roll puso a descarga una tremenda colección de rock progresivo y sicodélico japonés.
Este post de hoy estaba centrado específicamente a los años sesenta y setenta del rock japonés pero sería injusto hablar de los nipones y no mencionar a una super banda (demasiado gringa, eso sí) llamada Thee Michelle Gun Elephant, mucho más contemporánea y posiblemente la más importante desde los años noventa, con el guitarrista Futoshi Abe. Aquí les dejo una muestrica:
Suerte y pulso.
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