El basket colombiano se está llenando de resentimientos y si los dueños del balón no lo comparten la unión se ve difícil. El comienzo del torneo Sub-17 nacional masculino debería ser una excelente noticia, pero si quienes armaron la Selección Colombia para el Premundial en Perú no mira los talentos allí presentes se repetirá la historia de los que quieren participar y la de los que tienen el poder y no les interesa que eso pase.
Santander ya ha recibido a varios talentos y corrida la segunda jornada se proyectan los talentos que pueden hacer parte de esta selección, que si bien cumple un proceso no puede darle la espalda a la realidad de lo que suceda en el Sub-17 nacional. No pueden ser solo jugadores de una ciudad o de un representativa, pues eso es muy diferente a tener una base. Si no se tienen en cuenta a jugadores, varios, de este torneo entonces la Federación Colombiana de Baloncesto tiene que considerar un fracaso su gestión al organizar un torneo y no ver reflejado en él el potencial uso de participantes dentro de un proceso.
De igual forma, darle la espalda a esos talentos va a ser como si los que están en el torneo Sub-17 fueran parte del baile de los que sobran, así como las delegaciones participantes. Y ese sí que es un golpe bajo para el propio deporte colombiano. Sin darle mayor juego a una idea que está clara les cuento cómo va el certamen:
Vale la pena soñar y creer en el equipo femenino Sub-16 porque Colombia es Basket. Por eso los invito a que se unan en Facebook a https://www.facebook.com/ColombiaEsBasket y hacer parte del mismo equipo.
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