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Es justo que muchos actores y deportistas sean multimillonarios, estoy seguro de eso, porque son ellos los que la dan entretenimiento y felicidad a miles de millones en el mundo. Los empresarios logran ser millonarios por mejorar la calidad de vida de los hogares con sus productos y servicios, pero lo que logran las personas que nos entretienen puede ser tan valioso como eso.

Por eso debemos pensar en cómo desarrollar mejor esos mercados, para que cada vez más deportistas y artistas mejoren sus ingresos, porque desafortunadamente son pocos los que logran llegar a esos niveles, ya que las reglas de juego en el mercado no son sencillas. Este es el caso de los gimnastas, pues los patrocinios y los premios son directamente proporcionales a las audiencias que tengan y desafortunadamente a muy pocas personas les interesa ver gimnasia olímpica, a diferencia de las multitudes que aman el fútbol.

En el arte, el reto es más grande, porque no hay un mercado claro. En el caso del mercadeo, el producto más difícil de mercadear es un libro, porque a diferencia de otros productos, no compite contra unas 500 opciones diferentes, sino frente a millones de libros que se han escrito y las continuas novedades. Algo parecido pasa con la música, pero afortunadamente los sistemas de streaming han podido cambiar el mercado y corregir una buena parte del problema de los derechos de autor y el pago de los autores, sin que esto aún sea perfecto; lejos están aún los artistas plásticos, que dependen de las galerías, las plazas, los mercados de pulgas y otros lugares para vender sus piezas, e históricamente hemos visto que sus obras se venden mejor cuando ellos ya están muertos, como acaba de ocurrir con el cuadro de Da Vinci que se vendió por US$400 millones.

Para comprender esto, piense por un momento en cuánta alegría, satisfacción, emoción e incluso felicidad le da ver un partido de fútbol, escuchar música, leer un libro, ver una película e incluso disfrutar de un bella vista de un cuadro, y piense que por algún motivo ya no lo puede tener. Se dará cuenta de lo valioso que es, y que por eso debemos pagar por ello, para asegurar que la industria del entretenimiento continúe creciendo, siendo más justa y deleitándonos continuamente.

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www.camiloherreramora.com

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