Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Tenemos un serio problema. El Banco de la República quiere frenar el gasto de los hogares, con el fin de frenar la inflación, como se puede apreciar en las minutas de las últimas juntas directivas.

La inflación de hoy está causada por alimentos, porque aún suben sus precios y porque los subieron el año pasado, causando para este, una indexación en servicios y aumento de precios de otros bienes por el aumento de los salarios. Aumento que no compensó el valor de la demanda, porque la tendencia ascendente de los precios de alimentos y servicios públicos, la incertidumbre por la paz y la reforma tributaria, ha causado que la demanda se contenga, sin que esto frene el aumento de precios, ya que en su mayoría se debe a fenómenos de oferta y regulación, no por exceso de demanda.

¿Entonces por qué el Banco continúa empecinado en frenar la demanda de los hogares? Quizá porque su rol natural es contener la inflación y cumplir con su meta, y la salida de José Darío Uribe se dará en un momento en que no han cumplido con ninguna de las dos.

Se sabe que la demanda interna estará golpeada este año, porque el gasto público no será dinámico debido a la reducción de los ingresos petroleros, y la demanda de hogares comienza a perder velocidad por la inflación, la incertidumbre y la desconfianza, generando una mezcla peligrosa para el agro, la industria y el comercio, que dependen de la dinámica de la demanda.

La posición del Banco de frenar la demanda de los hogares debe ser contrarrestada por la capacidad de la industria y del comercio de motivarla, porque si permitimos que los hogares dejen de gastar, todo el aparato económico sentirá un choque muy fuerte que sería mucho más costoso que una inflación relativamente alta por dos años.

La herramienta no será una guerra de precios, porque los márgenes de ambas partes ya están muy deteriorados, y no hay un espacio de acción en ese campo; solo queda devolverle la confianza al comprador, por medio de ofertas de valor contundentes, que los haga olvidar todas esas complejas noticias políticas que se oyen día a día. Es posible que la gente no quiera comprar carro nuevo, pero existen otras inversiones que puede hacer el hogar en este momento para mejorar su calidad de vida, como la renovación de muebles, los viajes, el vestuario, los restaurantes o incluso el pago anticipado de sus deudas.

Los hogares son el motor de la economía colombiana y hemos permitido que contengan su gasto por temor a lo que vendrá, y en un entorno de inflación y tasa altas, más precaución tienen en el momento de disponer de su dinero.

El mensaje del Banco es muy complejo, porque de una u otra manera le dice a la gente que no gaste para que los empresarios y comerciantes deban bajar sus precios, pese a que estos aumentaron sus costos fijos con salarios y servicios públicos más costosos, y tendrían que llegar a niveles de pérdidas para bajar sus precios, sobretodo la industria agrícola. Lo que el Banco puede causar no es solo el freno de la inflación sino el freno del total de la economía, y es por eso quizá que hablan de un crecimiento inferior al 3% este año, ya que saben que, si por sus políticas la inflación se frena, la economía también.

El juego es bastante complejo y la oferta debe lograr contenerlo. Por eso, es momento que productores y comerciantes se unan en una gran campaña en pos de los hogares, porque si estos no gastan lo que deben gastar, no solo se frena la economía sino su calidad de vida sino el empleo y por ende el mismo ingreso de los hogares.

Del mismo modo, los gremios deben encontrar la forma de mostrarle al Banco de la República que la lucha a ultranza contra la inflación tendrá efectos fuertemente negativos, en un momento en que las condiciones macroeconómicas y fiscales son complejas, causando un menor crecimiento y una reducción de recaudo tributario por IVA y Renta.

La receta no es la correcta, no se debe desmotivar la demanda interna, es todo lo contrario, pero no con menores tasas de interés, sino con decisiones políticas que le devuelvan la confianza en el país.

 

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

Compartir post