Entre Spotify y el Vinilo

Qué es lo que está pasando que mientras los jóvenes escuchan música en streaming, muchos adultos están buscando comprar discos de vinilos nuevamente.

Las industrias culturales siempre han tenido el enorme problema que la copia de un original vale casi nada, y eso ha hecho que la piratería se presente continuamente, no solo por los bajos costos de las copias, sino por los errores propios del mercado. Un papá que lleve a sus hijos a cine a ver una nueva producción para niños, debe enfrentarse al problema que los niños quieren verla muchas veces, y la película no esté en el mercado, causando un mercado adicional, donde una persona que podría pagar el precio real, termina comprando pirata por las asimetrías del negocio.

Con la música pasó lo mismo y es claro que la industria ha tenido que reinventarse. Los adultos de hoy grababan en casetes la música que sonaba en radio para poder tenerla y no solo por no poder pagarla, sino porque no se conseguían los originales en el mercado. El mundo digital cambio completamente esta lógica, y plataformas como Napster redefinieron el mercado, incluso a favor de los mismos derechos de autor de los músicos e intérpretes.

¿Pero que la gente vuelva a comprar vinilos? Eso es otra cosa.

Siempre han existido las tendencias vintage o volver a lo clásico en muchos productos, como los carros, el cine, los libros, la ropa y la joyería, pero en la música, volver al formato donde lo fácil es difícil, como poner la aguja, tener que voltear el disco y no poder usar un control remoto como estamos acostumbrados, solo por oír la grabación con el ruido del “scratch” y una grabación “purista” según ellos, es realmente increíble.

A un disco de vinilo se le llamaba “Long Play” porque tenía 12 canciones, y hoy se venden por cerca de $100.000, donde estos coleccionistas pagan $8.000 por canción, que es cerca de la mitad del mejor servicio mensual que le permite escuchar toda la música del mundo, inclusive esa misma canción.

El poder de la experiencia aprendida es enorme. El sabor aprendido, el lugar reconocido y el sonido de siempre, es lo que creemos correcto, original, divino y estamos dispuesto a revivirlo, pagando mucho más de lo que deberíamos, solo por sentirnos en nuestras raíces. El mercado lo entendió y usted hoy puede escuchar “de música ligera” en ambos formatos, pero lo que no puede hacer es oír a Maluma en vinilo; ese es el problema de lo nuevo.

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

Por si le interesa, ayer escribí sobre  si a las clases van alumnos o clientes