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Tenemos un GPS natural en el cuerpo llamado la magnetorrecepción.

La magnetorrecepción se refiere a la capacidad de algunos seres vivos de percibir el campo magnético de la tierra, y usarlo como herramienta de orientación y ubicación. Bajo esta capacidad se obtiene la información de la dirección y la altitud de un objeto o un lugar.

La presencia de los cristales de magnetita en el cuerpo de algunos animales, como las palomas, los peces y las abejas, permite que se desarrolle esta sensibilidad a los cambios de intensidad magnética, brindando una extraordinaria facultad de navegación y orientación.

Las abejas, por ejemplo, poseen sensores de magnetita en su abdomen. Por ello, cada vez que realizan la maravillosa danza de las abejas dentro de sus colmenas, pueden dar indicaciones de la ubicación y distancia en que se encuentran las fuentes de alimento.

Se han realizado estudios que aseguran que el cerebro de los seres humanos cuentan con cristales de magnetita que brindan la tecnología de orientación geomagnética. Esto significa que tendríamos un GPS en la cabeza, una poderosa facultad que aún actúa en nosotros de forma inconsciente, puesto que no se ha desarrollado su potencial, por la siguientes razones:

  1. El GPS de los dispositivos móviles ha reemplazado la necesidad de acudir a nuestra propia sensibilidad de los campos magnéticos.
  2. El lenguaje ha determinado la ubicación espacial por denominaciones de “adelante”,”atrás”, “arriba”,”abajo”, mas no por la denominaciones geomagnéticas correspondientes a “norte”,”sur”,”este” u “oeste”. Estas aplicaciones lingüísticas desdibujan la noción de orientación terrestre.
  3. La cantidad de información electromagnética que recibe el ser humano a diario, crea ruido y distorsiona la percepción de dichos campos.

Siento que al reconocer la presencia de este GPS que habita en nosotros, se abre una gran puerta de experimentación a nuestros potenciales y a la exploración de otras formas de comunicación, como lo son la telepatía y la conexión con el lenguaje de luz, lenguaje del cual escribí en publicaciones anteriores. Así mismo, supongo que al desarrollar esta facultad podríamos transitar todos los cambios magnéticos y vibratorios que está presentando la tierra de forma más orgánica, consciente y conectada.

Paola León – www.frecuencia1320.com

PD: Los perros defecan alineados con el campo magnético de la Tierra.

Referencia: Video ¿Podemos SENTIR el campo magnético de la tierra?
Veritasium en español

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